El Egocentrista

Tú y yo

Marck estaba tendido en su cama, no podía creer que tenía novia y que esa novia fuera Zohe, ¿cómo se enamoró de esa chica? No lo sabía, pero era un hecho rotundo. Se sentó en la cama recordando que les había dicho a sus amigos que les contaría lo de la joven cuando estuviese confirmado su romance, el cual era un hecho. Se levantó de la cama, cerró la puerta yendo en dirección al apartamento de sus amigos, tocó la puerta.

- Pasa –escuchó.

De su llavero buscó la llavecilla, entró al apartamento sus amigos estaban con palomitas viendo una velada boxística, paliaría uno de su país con un mexicano, Louis ingrido en la pantalla le pasó un pote de palomitas a su amigo el cual este aceptó sentándose igualmente en el mismo sofás.

- La pelea del nica es la pelea secundaria –señaló Chamorro– faltan varias.

- Si como siempre –inquirió Henri.

- Bueno ¿qué me cuentan?

- ¿Y eso? normalmente esa pregunta es hecha por nosotros.

- No es muy seguido pero si se las hago.

- Bueno yo pasé el día de ayer con mi Ximena y hoy haciendo pendientes –refirió Louis.

- Pues yo también ayer la pasé con mi novia y hoy pues ayude a Louis –indicó Mantica.

- ¡Ah ya!

- ¿Y tú que hiciste? –preguntó Prego acomodándose mejor para ver a su amigo.

- Pues… hoy anduve chequeando la situación de la bolsa –sus amigos alzaron una ceja– cómo evoluciona, está todo muy bien y ayer la pasé con mi novia y pues todo normal.

- ¡Ah qué bueno! –dijo Henri volviendo a la pantalla.

Sin embargo Louis había quedado boquiabierto por la expresión que había salido de Marck. En tanto el joven se acomodó mejor en el sofá viendo una de las peleas que presiden la estelar y sub-estelar.  ¿Sería cierto lo que Chamorro había dicho? “había pasado con su novia” Prego no se lo creía, sin embargo sonrió dándole un amistoso golpe en el brazo.

- ¿Nos dirás quién es la chica? –preguntó sonriéndole a su amigo.

- ¡Chica! ¿Qué Chica? –preguntó incrédulo Henri.

- La novia de nuestro amigo –refirió

- ¿Novia? ¿Qué novia?

- ¿No escuchaste que nos dijo que había pasado ayer con su novia?

- No… –volvió a ver impresionado a su amigo– ¿Tienes novia?

- Si.

- ¿Enserio? ¿Cuándo? ¿Dónde?

- Calma. Uno a la vez.

- Sí, no le sofoquemos –convino Louis– yo hago las preguntas. ¿Es la misma chica que nos contaste?

- Si.

- ¿Conocemos a esa chica?

- Mmmm… no sé si tú la conoces, pero Henri si estoy seguro.

- ¿Yo la conozco?

- Si, Henri.

- ¿Cómo se llama? –preguntó Prego sonriente.

- Zohe Zúñiga.

- La, la, la muchacha que yo lleve a nuestro equipo ¿es enserio? ¡Valla le llevé novia a mi amigo sin darme cuenta! –soltó gracioso Mantica.

- Si, ella.

- Me gustaría conocerla –informó Louis– hay que salir los seis, para que se vuelva amiga de las chicas y nuestra obviamente… pero estoy muy contento por ti.

- Yo igual.

- Gracias amigos.

- ¿Dónde fueron a romancear? –inquirió Henri con curiosidad.

- La pasamos en Central Park.

- ¿Enserio?

- Si.

- Yo igual y nunca te vi.

- Yo también estuve ahí con Ximena y no vi a ninguno.

Los tres amigos empezaron a reír, empezaron a hacerse chiste entre ellos.

 

Los días empezaron a avanzar, pero por inconvenientes la salida del grupo, aunque si ya se reunían cuando podían en las horas libres, aunque no siempre pues Zohe también trataba de pasar tiempo con su amiga. Algo curioso era que Alondra aun no sabía que Marck era novio de su amiga, Zohe no había encontrado la manera de darle la noticia que siquiera tenía novio. Además ella no era del tipo de chica que se destaca ante los demás totalmente, en cambio Alondra le contaba lo más mínimo eso le hacía sentir un poco mal, pues le costaba seguir el ritmo de su amiga.

Ya iban casi acabando el semestre, las clases estuvieron intensas llenos de trabajos, por lo que el tiempo libre les era reducido casi a nada, era viernes el reloj marcaban las seis de la tarde Henri y Tamara estaban a la entrada de la universidad esperando al resto del grupo. Ambos jugueteaban ubicados bajo un árbol, de cuando en cuando Henri le hacía cosquillas discretas a la joven que soltaba risillas.

- Henri ya vasta –dijo.

- Yo no estoy haciendo nada –inquirió el joven con tono despreocupado.

- Si claro.

- Mira allá vienen Ximena y Louis.

- Qué bueno.

Ambos jóvenes llegaban tomados de las manos, al plantarse cerca de sus amigos le desplegaron una sonrisa. Tamara se acercó a Ximena, luego sacó su celular mostrándole unas fotografías que la jovencilla comentaba, mientras Henri y Louis observaban sonrientes a sus novias. Después de diez minutos aparecieron Marck con Zohe, el muchacho le había pasado un brazo por los hombros a la joven, era increíble ver al joven así, caminaban despacio comentando algo, después él se puso a sonreír para luego depositarle un beso a la joven en su mejilla.




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