Alarma. Alarma. Cállate. Cállate. Silencio. Maldita sea. ¿Acaso ni el sábado podía dormir en calma y tranquilidad?
Puse la almohada sobre mi cabeza esperando no escuchar más o morir asfixiada. Sólo por hoy.
Cuando por fin dejó de sonar, una sonrisa se extendió por mi rostro. Genial. Cinco minutos más...
"¡Soy yo!"
¿Qué?
Mi celular solamente sonaba asi cuando se trataba de una persona terrible y adorable a la vez. Saqué la cabeza de debajo de la almohada y tomé mi celular.
-Paso por ti y Dëni en 15 minutos asi que es mejor que tu trasero ya esté fuera de la cama.
La voz de Lena era autoritaria y... ¡maldita sea!
Salté fuera de la cama de inmediato. Era imposible que hubiera olvidado los planes del día de hoy cuando yo misma los había organizado desde hace semanas.
Mierda, mierda, mierda.
Busqué la maleta que había guardado en mi closet la noche anterior. Bueno al menos eso estaba listo.
Alguien tocó mi puerta y antes de que contestara, Dëni entró con una gran sonrisa en el rostro. Al parecer ella ya estaba lista.
Sin importarme comenzé a quitarme la pijama y me puse el traje de baño.
-Creí que ya estabas lista para irnos.
-Pues ya ves que no, pero lo estaré en un minuto.
Dëni tomó unas cuantas cosas que faltaban por guardar y comenzó a meterlas en mi mochila.
-Gracias- agradecí con una sonrisa.
-No te preocupes- me guiñó el ojo y siguió empacando.
Decidí llevar solo unos shorts rasgados y la camisa del equipo de futbol de la escuela. Sería más fácil. No quería que nadie me viera desnuda aunque estuvieramos en confianza.
Me examiné en el espejo y era un total desastre. Mi cabello estaba fuera de control. Tomé una liga para el cabello e hice una coleta alta. Bien. No me veía tan fachosa.
Claro a diferencia de Dëni, podía olvidarlo. Ella siempre era perfecta, aunque yo también podía serlo sí me lo proponía, pero eran raras las veces. En cambio, ella era algo...vanidosa.
Llevaba puesto un hermoso vestido blanco con flores azules y sandalias a juego. Su cabello castaño perfectamente liso y brillante. Todo lograba resaltar su belleza.
-Bueno, creo que estoy lista.
Me examinó por un momento y me dedicó una tierna sonrisa. Gracias hermana.
Vaya me quedaban 5 minutos todavia, aunque conociendo a la bruja de Lena estaria aqui... Ahora. El motor de su auto resonó. ¡Bingo!
-Es hora de irnos
Tomé mi mochila y mis lentes de sol. Lista para esto.
Bajamos las escaleras y Lena ya estaba en la puerta. ¿Acaso sólo yo me veía mal hoy? Ella tenía puesto un simple oberol negro, un top y sandalias rojas. Sonreía, como siempre.
Daniel, Janine y las gemelas ya estaban comiendo. Al vernos papá se levantó de la mesa y fue hacia nosotras.
-¿Listas para la fiesta chicas?
-Por supuesto señor Raven- respondió Lena con voz angelical.
Mi padre asintió y sacó su billetera. ¡Muy bien! Nos dió 100 dolares a ambas y un beso en la mejilla.
-Cuidense por favor, nada de excesos.
Su mirada se posó en mi principalmente. Puse los ojos en blanco. Era increible que siguiera con eso.
-Descuide, yo misma las vigilaré- aseguró Lena- Después de todo es sólo una tranquila fiesta.
Mis padres adoraban a Lena sin dudarlo. Era un ejemplo de "una chica bien".
Nos despedimos de las gemelas y de mis padres y salimos de la casa.
Metimos las maletas en la cajuela mientras Dëni entraba al asiento trasero del auto.
Fui al frente con Lena y abrochamos nuestros cinturones. Íbamos en marcha.
La cabeza me dolía un poco asi que me puse mis lentes de sol y encendí la música en un muy bajo volumen.
-No puedo creer que lo olvidaras- Lena me miró con expresión burlona.
-Lo siento, no sé qué pasó, pero vamos con buen tiempo jefa.
-Yo si sé qué pasó- Lena me miró levantando las cejas- Nathan te mantuvo mas despierta ¿no es así?
Ahi vamos de nuevo.
Lena y los demas tomaban la relación que Nath y yo manteniamos como algo gracioso, pero la verdad es que no lo había.
Él y yo éramos excelentes amigos. Él era el chico más encantandor que jamás hubiera conocido y claro había algo de coqueteo por parte de ambos -más por mi parte debo admitir- pero ninguno de los dos daba el paso. Yo no estaba lista y tal vez él tampoco.
Como sea, Lena era la primera interesada en esto y la que más me fastidiaba.
-Claro que no- respondí cómodamente.
-¡No seas mentirosa!- Lena soltó una carcajada y golpeó mi hombro.
Bueno tal vez si estuve despierta un rato más de lo acordado. He ahi la razón por la cual no queria levantarme a pesar de haber dormido más de 8 horas.
A pesar de que Nath y yo habíamos estado juntos la tarde anterior ajustando detalles para la fiesta de hoy, hablamos toda la noche hasta casi las 6 de la mañana. Él habia sido de gran ayuda para realizar esto.