Escena: Uruk. Cámara del Elixir de los Inmortales. El Reloj de Arena.
El Dr. Aris Zev acababa de activar el temporizador de sus explosivos. El bip-bip del detonador resonaba en la cámara circular, marcando el inicio de los tres minutos de cuenta regresiva.
[La Ruptura del Campo]
—¡Alto, Zev! ¡Esto no es tuyo! —gritó Ethan.
—¡Es el destino! ¡La historia me recuerda a Gilgamesh! Y yo seré el que lo consiga esta vez. ¡Aléjense de la cápsula! —Zev levantó una pistola, apuntando al vial flotante.
Zara no perdió un segundo. Corrió hacia el pedestal, ignorando la pistola de Zev. Su objetivo no era Zev, sino el campo de fuerza espectral que protegía el vial del Elixir.
Ella sacó el generador de audio direccional (el arma ultrasónica que había roto el último sello) y lo programó a la frecuencia máxima, apuntándolo directamente al campo de fuerza verdoso.
—¡Saturación sónica! —gritó.
El generador emitió un pulso de sonido en una frecuencia tan alta que era inaudible para el oído humano, pero destructiva para la energía espectral.
Efecto 1 (Elixir): La energía verdosa que sostenía el vial se distorsionó. El vial de cristal de roca cayó directamente en la mano extendida de Ethan, que ya estaba allí esperando el momento.
Efecto 2 (Zev): El pulso sónico, aunque silencioso, era abrumador. El Dr. Zev y su mercenario se llevaron las manos a los oídos, paralizados por la presión.
—¡Mi cabeza! ¡¿Qué es esto?! —gritó Zev, cayendo de rodillas.
[El Vial y la Decisión]
Ethan sostuvo el vial pulsante. El Elixir de los Inmortales era real.
—¡Elixir asegurado! —anunció Ethan por la radio.
—¡Sello el túnel! —la voz de Alistair llegó desde arriba—. ¡Elias, tú y yo sellaremos la abertura del pozo!
Zev, temblando pero recuperando el control, se arrastró hacia el detonador.
—¡No me lo quitarán! ¡Vamos a morir con la gloria de la eternidad!
—¡Elixir es un arma, Zev, no una cura! —gritó Zara, mientras neutralizaba al mercenario con una ráfaga de gas somnífero.
Ethan se dio cuenta de que no podían irse y dejar las bombas activas. Tenía que detener el detonador.
Zev estaba a punto de presionar el botón de detonación cuando Ethan actuó. Usó el vial de cristal de roca no como una reliquia, sino como un proyectil.
Ethan lanzó el vial, golpeando la mano de Zev. El detonador cayó al suelo y el vial rodó, deteniéndose justo en el borde de un pequeño desagüe.
—¡Mi elixir! —chilló Zev, corriendo hacia él.
Zara lo interceptó con un golpe rápido. Zev se desplomó inconsciente. El temporizador del detonador seguía corriendo: 45 segundos.
[El Antídoto Cero]
Ethan recogió el detonador. No podía desactivar las cargas sin saber el código de seguridad.
—¡Alistair! ¡Necesito ayuda con el detonador! Tienes que desactivar las cargas, o esto se cae encima de nosotros.
—No hay tiempo. Las cargas son demasiado sensibles. Tienes que neutralizar el efecto de la explosión —dijo Alistair por la radio.
Ethan recordó las palabras de Merlín en el Prólogo: él había creado un Antídoto Cero usando una porción del Elixir.
—Si no podemos evitar la explosión, debemos asegurarnos de que el Elixir no caiga en malas manos, ni que se pierda —dijo Zara.
Ethan tomó el vial de Elixir. Si Merlín pudo usarlo para hacer un antídoto, quizás una mezcla similar podría neutralizar la amenaza de Zev.
El pedestal de piedra sumerio tenía un pequeño orificio de drenaje justo al lado del Elixir. Ethan se dio cuenta: el orificio estaba diseñado para un ritual.
—¡Necesito el agua del pozo sagrado! ¡El agua de la serpiente! —gritó Ethan a Zara.
Zara corrió al pasadizo, llenando su cantimplora con el agua del pozo que había usado para activar la puerta de piedra. Regresó rápidamente.
El temporizador del detonador estaba en 10 segundos.
Ethan tomó el vial de Elixir, abrió el tapón de corcho y vertió la mitad del líquido dorado en el orificio de drenaje del pedestal. Luego, vertió el agua de Zara en el mismo orificio.
La mezcla fue una reacción violenta: el agua del pozo (cargada con los minerales antiguos) se mezcló con el Elixir, creando un chorro de vapor azul-plateado que se elevó y saturó la cámara.
El vapor azul-plateado era el Antídoto Cero de Merlín en acción.
5 segundos.
La mezcla de Zev en el detonador no era solo explosivo, sino un compuesto alquímico inestable que Zev usaría para convertir la arqueología en un arma. El vapor azul-plateado neutralizó la composición alquímica de la bomba.
En el último segundo, el detonador se apagó.
—¡Desactivado! —dijo Ethan, dejando caer el detonador inofensivo.
Se había salvado la cámara. Pero ahora, solo le quedaba la mitad del Elixir original.
[Epílogo del Acto]
Con el peligro neutralizado, Zara, Ethan y Elias, con la ayuda de Alistair, subieron el pozo, dejando al Dr. Zev y su mercenario inconscientes para las autoridades.
En el helicóptero, volando hacia el oeste, Ethan examinó la mitad restante del Elixir.
—Merlín lo sabía. El Elixir no es el tesoro. Es la llave para entender el veneno de la inmortalidad.
Ahora que tenían el Elixir y el Cáliz de Merlín, la última pieza del puzzle era la Armadura del Rey Arturo, que Merlín había usado para su experimento final.
—Nuestro próximo destino es Inglaterra. Tintagel. El lugar donde Merlín y el Rey Arturo sellaron su pacto. Allí debe estar el último enigma de Merlín —dijo Ethan.
El Vuelo a Tintagel ha comenzado.