El Elíxir de los Inmortales.(volumen 5)

Epílogo: La Tumba de la Armadura.

​Escena: Vuelo sobre el Atlántico. Tres días después.
​El Mil Mi-8 de El Halcón había entregado al equipo en una base segura en Europa, donde tomaron un jet privado a Londres. El Dr. Aris Zev y sus mercenarios fueron neutralizados por las autoridades iraquíes, bajo la discreta dirección de Zara y Gavin (el contacto del MI6). El Consorcio de los Mil Años había sido golpeado, pero no destruido.
​Ethan, Zara, y Alistair estaban reunidos en la cabina. Ethan colocó las tres reliquias de Merlín sobre una mesa de mapas:
​El Cáliz de Merlín: Ahora un simple vaso de oro apagado, despojado de su capacidad de imponer la ilusión.
​La Daga de Merlín: El bronce inerte, la herramienta del Guardián y el neutralizador alquímico.
​El Elixir de los Inmortales: El vial de cristal de roca que contenía solo la mitad del líquido dorado.
​—Tenemos el veneno y el antídoto —dijo Alistair, observando el Elixir—. Pero este líquido no es una cura. Es un catalizador. Merlín lo usó para un propósito final.
​[El Propósito del Elixir].
​Ethan recordó las palabras del pergamino sumerio: “La verdad final de Merlín no está en el espíritu, sino en la eternidad. La Copa y la Daga son solo el primer paso.”
​—Si Merlín quería que el Grial y el Elixir se neutralizaran, fue para que su última reliquia pudiera ser activada —dijo Zara—. La Armadura de Arturo.
​Zara sacó los planos detallados de la tumba que Merlín había diseñado para Arturo.
​—Siempre creímos que la tumba fue diseñada para proteger el cuerpo del Rey. Pero Merlín no era sentimental. Él la diseñó para un experimento alquímico final.
​Alistair señaló el diagrama central: —La tumba no es una losa, sino una plataforma de absorción. La leyenda dice que Arturo durmió con su Armadura puesta. Merlín lo selló con la Armadura porque el metal de esa armadura no era solo mithril... era la Armadura del Destino.
​[El Sello Final].
​Alistair reveló el último secreto que había descifrado en los antiguos textos de Camelot:
​Merlín diseñó la Armadura de Arturo para ser una matriz absorbente, capaz de almacenar la esencia de la fuerza, el liderazgo y la voluntad de su portador.
​Merlín creía que el Elixir de los Inmortales no daba vida eterna, sino que congelaba el espíritu en el momento de su consumo. Al sellar a Arturo con el Elixir, Merlín congeló la esencia del Rey en el mithril de la Armadura.
​El objetivo final de Merlín era crear la Armadura definitiva: una reliquia que, al ser activada con el Elixir, podría despertar el espíritu congelado de Arturo en el metal, transfiriendo su poder al portador.
​—Merlín quería un líder perfecto, una fuerza inquebrantable, para que su legado nunca muriera. Quería la inmortalidad del liderazgo —concluyó Alistair.
​—Y por eso, la tumba de Arturo debe ser el lugar donde el Consorcio golpeará a continuación. Ellos querrán la Armadura de Arturo para obtener la fuerza y el espíritu de un rey legendario, ¡además del Elixir! —dijo Ethan, dándose cuenta del verdadero peligro.
​[El Regreso a Camelot]
​El jet comenzó su descenso. Abajo, en la costa de Cornualles, se divisaba el contorno del Castillo de Tintagel.
​—Vamos a casa —dijo Zara, tomando los mandos para el aterrizaje—. Es hora de detener el Consorcio en el último lugar de poder: la Tumba de Arturo.
​Ethan miró por la ventana, con las tres reliquias de Merlín a su lado. El Volumen 6 comenzaría en la oscuridad y el misterio de la tumba final.
​Fin del Volumen 5: El Elixir de los Inmortales. La Búsqueda de la Eternidad.




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