CAPITULO 1
Año 1950
En esa época un pueblito llamado Sepahua habían vampiros escondidos entre humanos, pero solo los más astutos podían ver la luz del día, se ayudaban de las brujas Daichis que tenían conocimiento acerca de hechizos de los anillos de día para que los vampiros pudieran caminar las calles de Sepahua, un estilo muy antiguo con vestidos largos y uno que otros estampados, las de nivel alto usaban sus guantes en las manos, blancas o del color a juego del vestido con sus sombrillas para no quemarse con el sol. Los hombres vestían un estilo más formal de traje, elegantes y peinando sus cabellos hacia atrás. En cuyo pueblito se encontraba la Mansión Hellsing, vivía un vampiro llamado Trevor Hellsing, de familia exquisita, lujos y dinero por doquier, nada que pudiera faltarle, cada año realizaban un banquete donde invitaban a los vampiros antiguos, el banquete consistía en alimentarse de humanos, siendo invitados de manera engañosa para poder disfrutar de ellos.
Es aquí, donde Trevor Hellsing un Vampiro con habilidades sobrenaturales, pero tiene una muy extraña que es alimentarse de otros vampiros si lo desea, debido a su sangre Celta, un linaje ligado con los Banshee hadas de la muerte, si quieren matar un vampiro no prefieren sacarle el corazón, basta con alimentarse de ellos, siendo sus colmillos muy filosos y drenar toda la sangre hasta dejarlos completamente secos.
--Vaya, vaya pero miren lo que me trajo la marea, pero si es Cameron Salvatore—cuestiona el Vampiro hijos de los dueños de la Mansión.
Se dan un apretón de manos, --Quería nadar más lejos—contesta sarcástico pero en tono divertido, --¿Qué tal Trevor?—pregunta tomando una copa de Champan que servía la camarera en la dichosa fiesta.
--Ansioso porque llegue la hora de alimentarme como es—muestra una sonrisa cínica.
--Calma, ya sonara esa campana—mirando el reloj de pared, que al tocar las 12:00 pm de la noche les indicaba a los vampiros alimentarse del humano que tenían consigo.
Su idea de atraer a los humanos al banquete les toma un año para ganarse su confianza, organizan una fundación para ayudarlos con comida, ropa, zapatos o cualquier cosa que necesitasen, viendo su vulnerabilidad y necesidad deciden atraerlos para así realizar su jugada maestra, haciendo un banquete donde les hacen creer que al terminar la fiesta irían a un Crucero por todo el Río Orinoco, cuyas aguas oscuras se dividen con el Río Caroní siendo aguas claras, y un día de crucero para disfrutar. Así nadie del pueblo Sepahua se enteraría que habría pasado con ellos, donde en realidad una vez secos sus cuerpos los acumulan en el sótano de la mansión para prenderles fuego y no dejar rastros de humanos o evidencias que los pongan al descubierto.
Pero los miembros del Castillo Antiguo cada año iban a ese evento, al principio les pareció gustarles, hasta que vieron la realidad de los hechos, sintiendo un poco de pena por los humanos allí, decidieron tomar cartas en el asunto sin que nadie de la Familias Hellsing supiera, Cameron Salvatore sabia del plan junto con los demás que habían llegado con él, pero no venían solos, sino con unas brujas de Salem, que los vampiros de la mansión no notaron su presencia, incluso las brujas Daichis estaban aliadas a ellas. Al sonar la campana harían su jugada también.
--Vamos a dar una vuelta para ver que humana te gusta—indica Trevor a Cameron, caminado ya el gran salón de baile.
Cameron visualiza a una de lejos tomando una trufa de chocolate de la gran mesa de postre, siendo un mesón largo con cantidades de dulces de punta a punta, sin saber cual elegir por la variedad de exquisitez, --¿Te ha gustado esa muchacha de allá?--. Pregunta Trevor comiendo unas uvas moradas.
--Si me ha gustado, creo que ella será de quien me alimente esta noche--, en realidad la chica que observaba era una de las brujas con las que venían con él.
--Buena elección, siempre te considere mi favorito de todos los antiguos— le comenta, --Creo que tu y yo podemos ser grandes amigos—dice con media sonrisa, -Por eso te quiero comentar algo de vampiro a vampiro que sonara muy extraño--.
Cameron no tiene idea con lo que le vaya a salir su comentario, --¿Qué cosa será?—le pregunta sin perder de vista a la bruja.
--Una de las brujas Daichi me dijo sobre una fecha, me pareció curioso porque ahora es que falta para ese año mejor dicho—Cameron lo mira curioso, dejo de observar a la bruja, --El año es mil novecientos noventa y…--- la campana del reloj sonó, sin dejar que terminara de decir el último digito del año.
Cameron sabía que ese era la señal, el plan que debían poner todos en marcha, cada vampiro tomo a un humano mordiendo su cuello para alimentarse incluyendo Trevor que estaba ansioso, pero las brujas fueron astutas en cuanto a su hechizo, a morder cada humano, ellos en su organismo llevaban verbena, cuya planta es toxica para cualquier ser sobrenatural, debido a que la bebida que tomaban contenía ese liquido que al tomarlo no se sentía el sabor de la planta. Las brujas de inmediato durmieron a cada ser humano mordido, mientras que los vampiros por la poca sangre que pudieron drenar su garganta quemaba de manera dolorosa haciendo que se arrodillaran en el suelo tosiendo y escupiendo sangre, mucho de los vampiros desesperados fueron a tomar agua, siendo esto un gesto desagradable ya que estaba contaminada con verbena y al tomarlo su garganta quemo más de lo que ya antes soportaba haciendo que murieran al instante por faltarle el aire del veneno que corría en su sistema.