CAPITULO 2
--¿Hey tu?—hace palmadas Thomas haciendo que este caiga en cuenta de la realidad.
--¿Qué paso Thomas?—dice serio.
--¿Quién es esa tal Lucia?—pregunta curioso.
Suspira por un segundo, como si le costara hacerlo, --Ni idea—junta sus manos pensando, --La verdad ni tengo idea—repite nuevamente.
--Entonces hay que ir a preguntarle—interviene Lucas.
--Yo lo hare—se levanta de su sillón para dirigirse a la salida del despacho, --Si mi hermano me llama, díganle que estoy en un asunto—y cierra la puerta.
-Lo más curioso es que ella no recuerda nada—dice Lucas y Thomas solo hace una mueca.
--Esperar que Cameron averigüe de donde viene en realidad esta chica—
--Pues sí, no nos conviene tener intrusos—responde Thomas.
--Unju…-- dice sin más Lucas.
Al otro lado del Castillo Antiguo, Aranza que ahora no recuerda nada, y se hace llamar Lucia, se mueve de un lado a otro de la cama, como si de una pesadilla se tratara, bueno en realidad estaba en una, se agarra fuerte de la cama, empuñando la sabana tratando de no gritar, pero todo en su mente pasa como un tráiler de película. Se observa ella misma en la habitación pero no está sola.
--¿Porque quieres lastimarme?—dice en sollozos.
--No vas a recordar nada—su voz era muy varonil de tono serio, pero logra ver el rostro de la persona quien la muerde haciendo que ella grite del dolor.
--AHHHHH—grita en su propio sueño.
El toque de la puerta la despierta de golpe haciendo que se sobresalte de la cama y se diera cuenta que es de día, se levanta viéndose en el espejo a ver si de verdad era una pesadilla o la realidad, se observa detenidamente y no encuentra nada en su cuello.
--Hola buenos días Lucia ¿Puedo pasar?—pregunta Cameron del otro lado de la puerta.
Ella se sorprende de estar en la misma habitación que en la de su sueño, tal cual todo como lo había visto, la cama, el espejo, e incluso la mesita de noche con un florero sencillo y una lamparita pequeña a un lado de la cama.
--¿Qué fue todo eso?—se pregunta así misma viendo todo en la habitación que le habían asignado, ahora era de ella, otra vez tocan a la puerta y se asusta.
--¡Ey! Puedo oírte ¿estás bien?— detalla la voz y es la misma del vampiro en su sueño, se arma un tanto de valor y decide abrir la puerta.
--Disculpa, tuve una pesadilla, nada importante—dice con la cabeza gacha, no quería mirarlo.
El sutilmente le toca su mejilla haciendo que lo mirase, podía escuchar sus latidos acelerados, sabía que estaba asustada, quería preguntar por tal sueño que la dejo con los pelos de punta, pero quiso ser reservado, ya luego le preguntaría, además era nueva y tenía que hacer que se sintiera cómoda y en casa. Cuando ella lo observa, se sobresalta un poco.
--¿Estas bien?—pregunta por su expresión de verlo.
--Si lo estoy, solo sigo un poco asustada, es todo—se aleja un poco, cubriendo su cuerpo con la puerta.
--Te he buscado para que bajes al gran comedor, es hora de desayunar—dice Cameron, sin duda sentía algo de curiosidad sobre esta chica.
--Bajare enseguida, me alistare— con una medio sonrisa, cierra la puerta pasando seguro.
Cameron lo nota, algo le pasaba, aparte de no recordar nada, ni siquiera tenía idea de quién podría ser, la deja tranquilamente para que se aliste por lo que decide bajar con los demás.
Lucia trata de no pensar en lo de hace un rato, decide ducharse para relajarse y pensar muchas cosas, entre ella ¿Por qué despertó en un ataúd de cristal?, era su gran pregunta, pero volvió al pensamiento principal, ¿Por qué soñé con este vampiro?, sacudió sus ideas y preguntas erradas, salió del baño y opto por colocarse algo sencillo y cómodo.
Se mira en el espejo, se ve totalmente bien.
--Que pena, ahora tendré que bajar a desayunar con personas que quizás no les caiga bien, o quizás si— ya sin saber que hacerse en el cabello, se lo deja suelto, --Bueno bajare y lo sabré— se armo de valor ella misma.
Se llega al gran comedor del Castillo, a medida que caminaba veía todo el lugar, sin duda le parecía familiar, sentía que ya antes había estado en el Castillo Antiguo, vio las paredes, el techo y sus ilustraciones de arcángeles y dioses del pasado, la cerámica tipo ajedrez y de un brillante, las lámparas tipo arañas y otras diferentes de acuerdo al cambio de salón y decoración.
--Vaya que lujosa cerámica- fue lo primero que le vino en mente.
¿Si te gusta?—la sorprende Cameron desde atrás, ya que estaba contemplando algunos cuadros en las paredes del pasillo.
--Si, todo es muy bonito y se nota que lo mantienen en muy buen estado—contesta, caminando junto a su lado.
--Pues sí, me he encargado de que este lugar se conserve—le guiña y se siente sonrojada, --¿Así que no recuerdas nada? ¿Ni siquiera de dónde vienes?—
--Siendo sincera, no—hace una pausa tratando de memorizar algo pero nada le viene a su mente, --solo recuerdo mi nombre—.
--Entiendo, poco a poco iras recordando, bueno esperemos eso- su trato era muy gentil, diferente al vampiro en su pesadilla, así que no sintió tanto miedo al estar cerca de él.