CAPITULO 3
De alguna forma se sentía segura al lado de él, más bien una sensación extraña, sea lo que sea que indicaran sus sentimientos los iba a seguir, se regresaron de nuevo al Castillo.
MANADA DE LA FAMILIA REAL
El Rey Akim, Alexter e incluso Stefan Salvatores, no recordaban nada de su pequeña, absolutamente nada, gracias al hechizo que Mayra realizo dias atrás, en las fotos se podía ver como si ella no estuviera o nunca estuvo allí con ellos, la única que podía recordarla era la misma que convoco el hechizo.
--Hola papa buenos días, ¿Cómo están las cosas hoy?—lo saluda bajando las escaleras, rodeándolo por el cuello.
--Todo bien hijo, ahorita llamare a tu hermano Cameron para saber las novedades de hoy--, ya en el ultimo escalón, se frenan para ver la misma foto todos los días.
--No entiendo, porque el fotógrafo dejo ese espacio vacío como si estuviéramos abrazando un fantasma—dice Stefan llegando junto a ellos.
--Una foto muy extraña—responde Alexter, ya que la fotografía eran ellos tres, solo que Aranza, su pequeña de toda la vida no aparece en la foto debido al hechizo convocado no se pueden imaginar quien ocupa ese lugar junto a ellos en la fotografía.
--Lo más extraño es que casi todas las fotos aparecen así—y observan algunos que otros portarretratos
--Bueno papa es un misterio y creo que debemos conservar ese misterio hasta que hablemos con el fotógrafo del año 1950--- se ríen todos.
--Ya Stefan, bájale a tus chistes malos—y se dirigen a la cocina donde se encontraba el comedor.
--Hola mi amor, acá les prepare el desayuno—les coloca a cada uno su plato en la mesa, --la nana me ayudo—
--Gracias princesa—y le da un beso en la mejilla.
--Gracias Mayra, te ha quedado sabroso—responde el Rey Akim.
--Si, ella lo ha hecho muy bien—se sienta María junto a ellos.
Stefan no tenía buen presentimiento de ella, --Yo iré a desayunar fuera—
--Hijo por favor, siéntate con nosotros—El Rey Akim le da una orden no tan directa, y Alexter lo fulmina con la mirada, pero él no hace caso, aparte conoce muy bien a su hermano y sabe que puede reconciliarse con el así de rápido y con su papa ni se diga.
--Disculpa papa, Alexter, y mi nanita— le da un beso en la mejilla, --mi hermano me llamo para ver a una nueva paciente, así que… chao—se retira sin decir más.
--Perdónalo Mayra, sus actitudes en algún momento van a cambiar-. Dice el Rey disfrutando su desayuno.
Cameron había quedado con Stefan para revisar a Lucia o a Aranza que son la misma persona, decidió llevarla al Valle de los licántropos. Todo el camino se la paso observando el denso bosque, arboles inmensos, ardillas saltar de rama en rama, pájaros cantar, toda una naturaleza para contemplar.
--Vaya, que hermoso todo, una vista así no hace el viaje aburrido—rompe el silencio, el dejo que observara en algún momento iba a comentar acerca de algo, hasta que por fin lo hizo.
--Pues sí, me encanta venir al Valle por eso, primero porque puedo conducir y disfrutar de la naturaleza que nos rodea, aparte de la exquisita brisa—le sonríe.
Lucia sentía que de alguna forma le gustaba al vampiro pero debía mantenerse al margen.
--Puedo notarlo, ¿Cuánto falta para llegar?—no se le ocurrió mas nada que decir.
--De hecho, ya llegamos--.
Puede mirar la gran reja negra con un logo de una loba aullándole a la luna, mientras abren paso a la entrada, ella siente una energía extraña dentro de su cuerpo, se queda mirando un lugar fijo.
--Aranza ¿será que puedes esperarte?—grita.
--NOO! Dejame en paz—
Pero el fue más rápido en alcanzarla y la toma del brazo sujetándola en su pecho y haciendo que lo mire, --Tu no entiendes que te amo y que eres mi luna- y observa el mismo rostro de la pesadilla.
--¡Ey! ¿Lucia?—hace unas palmadas, ya que la ve observando unos niños jugar sin pestañear, --Lucia ¿Me escuchas?--, haciendo que se sobresalte en el asiento de copiloto.
--Si.. si, estaba viendo como esos niños juegan.. ¿Aranza?—se dice en voz baja para ella misma.
--¿dijiste algo?—pregunta Cameron.
--No, nada.. Solo pregunto ¿si ya llegamos?—dice nerviosa, no entiende por que le vienen cosas a su mente, quizás son recuerdos pero no entiende ¿Por qué con Cameron?
Sacude un poco sus pensamientos y decide concentrarse en el lugar, uno muy bonito sin duda, un valle muy grande con cantidades de chalet, plazas, alguna que otras tiendas en sus alrededores, sin duda una mini ciudad. Llegamos a lo que parece ser un consultorio, estaba algo nerviosa.
--Tranquila, mi hermano será muy cuidadoso—le sonrió, obvio que lo será.
Entramos y allí estaba él, un joven de muy bello físico “que hermoso hombre” pensé.
--Hola ¿tú debes ser Lucia?—me extiende la mano, --Mucho gusto yo soy Stefan Salvatore--.