El Encuentro

Capitulo 13

CAPITULO 13

 

Después de pasar un buen rato con Carolain conversando, charlando una que otras cosas de su vida, le pareció muy buena persona incluso sentía que la conocía de toda la vida por la conexión que hubo entre ellas dos. Lucia debía tener en alguien en quien confiar y la encontró. De regreso al Castillo estaban risa y risa de tantas anécdotas que se contaban, un ambiente sin duda agradable para la vampiresa haciéndose olvidar un poco de todo.

--De verdad me has caído muy bien Carolain—dice Lucia antes de bajarse de su auto y se despide con un beso en la mejilla, --Espero verte pronto--.

--Nos veremos pronto amiga—le sonrió para luego dejarla irse.

Se da la vuelta para entrar al Castillo, puede ver unos cuantos afuera hablando en la plaza del jardín, niños corriendo de un lado a otro, se sonríe ella misma de pensar que cuando sus hijos nazcan serán así de intranquilos. Cuando está a punto de entrar visualiza a Cameron risa y risa con Erika, de alguna manera eso la enfureció tratando de guardar la calma, ellos no se dan cuenta que los está observando.

--Con que este era el asunto ¿no?—se dice para sí misma, quiere ir pero a la vez no, --¡Ay! Lucia por favor ve y punto—se regaña ella misma, se echa para adelante pero luego retrocede, --Pues sí, voy a ir—se arma de valor y va en dirección a ellos.

Ambos se percatan de su llegada

--Hola Lucia ¿Cómo estás?—Lucia le sonríe y no sabe si le salió fingida su sonrisa para ella.

--Bien bien—saca de su bolsito bandolero una mini fotografía, y la coloca justo en la mesa mostrándosela a Cameron, --Nuestros bebes están sanos—dice, haciendo que Erika se ahogara con el jugo, tosiendo y limpiándose al mismo tiempo.

--¿Van a ser padres?—pregunta incrédula y al mismo tiempo pensando que ya había encontrado la debilidad del vampiro.

--Así que no te lo había comentado—habla mirando mal a Cameron.

--Estaba a punto de hacerlo—se adelanta a decir.

--¡Claro!, me imagino que con risa y risa le ibas a decir ¿no?—Lucia habla tan natural que no siente pena por la chica, solo enojo por el vampiro, se marcha dejándole la ecografía en sus manos.

--Discúlpame, Erika debo hablar con ella—se marcha a seguirla.

--Puedes ir tranquilo—dice pero ya el vampiro no la alcanzaba a oír, --Vaya esto fue más fácil de lo que pensé—se dijo así misma, recordando lo que le había dicho Trevor Hellsing, esperar 6 días para encontrarse con él en el mismo lugar donde murió la doña.

Cameron alcanza a Lucia y observa que se dirige a la cocina, la sigue tranquilamente, la ve abrir la nevera y sacar un yoka de fresa.

--Ahora si quieres hablar—le dice abriendo el frasquito de yoka y saborearlo.

--Si, quiero saber ¿Cómo te fue?—pregunta mirándola desde una cierta distancia.

Ella suspira, pensó que debían hablar pacíficamente sin discutir o dar indicio alguno, --Excelente, Stefan me explico todo—no puede siquiera mirarlo a la cara de la pena, --Se que estuve con un licántropo siendo tu alma, la verdad no recuerdo nada de eso, pero….—hace una pausa, --simplemente no sé nada--.

A Cameron no le molesta en lo absoluto lo que haya pasado con el licántropo, se acerca y hace que lo mire, --No te atormentes con eso, lo importante es que esos bebe crecen sanamente—y le sonríe.

Lucia sintió paz en sus palabras, llego hasta pensar que la odiaba pero no es así, no hace más que sonreírle, --Creo que estos bebes están disfrutando de este yoka con fresa— él le sonríe.

--Bueno entonces pediré que compren mas para ti— ella hace puchero en su cara de manera tierna, sentía que si le importaba y no solo a ella sino también a sus bebes.

EN LA MANSION REAL

 Alexter acostado en su cama no para de pensar en Lucia, quiere pasar más tiempo con ella, ¿pero que excusa se inventaría para estar en el Castillo?, no quería problemas con su hermano ya que sabe que es el padre de unos de sus bebe que crece en su vientre, ¿Y porque ese lobo no ha aparecido? Se pregunta también, que ella sea el alma de su hermano no se la dejaba fácil tampoco, ¿Por qué me pasa esto a mí? Como si mi hermano y yo nos lleváramos muy bien, si hablamos pero solo cuestiones de manada y de los vampiros, vuelve a cuestionarse.

--¿Qué piensas?—Mayra lo saca de sus pensamientos.

--Nada—responde

--¿Sabes que falta solos días para casarnos?—pregunta para hacerle más bien acordarse de ese día, desde que se comprometieron no le ha mencionado el tema de absolutamente nada.

--Lo sé, encárgate de todo tu—le dice para girarse a dormir y apaga la luz de su mesita de noche.

Mayra odiaba esa actitud, --Cuando nos casemos ese lazo entre tú y Aranza se acabara—se pensaba así misma, sabe perfectamente que dos lobos destinados podría romperse la unión con tan solo casarse, por ser una ceremonia delante de la Diosa de aceptar a la nueva pareja y desligarla de la otra persona, --Ya solo falta poco—hojeaba una revista viendo los diseños de los vestidos de boda.

***




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