Capitulo 23

CAPITULO 23

Al otro lado de la sabana Trevor Hellsing se encontraba sentado en unas rocas observando el abismo de la Cascada del Salto Ángel y el ruido del agua al chocar con las rocas, tocando la cicatriz en forma de espiral en su muñeca.

--Maldita bruja—se dice así mismo, recordando aquel momento.

--Te maldigo Trevor Hellsing, este sello te llevara al mundo fantasmal donde vivirás toda una eternidad atormentado por tus males—dice con rabia la bruja de Salem, haciendo un conjuro sobre él.

Para luego pasar a otro recuerdo como si de un tráiler de película se tratase.

--Este sello es difícil de quitar, en este tiempo si—opina un brujo casero de esas mismas tierras donde vivía, un ser que no sabía mucho sobre brujería Salem, pero si tenias sus dones sobre la santería media, --Te voy a recomendar con mi amiga Genoveva, ella te puede decir cómo romper esa maldición, es una bruja Daichi—

Su memoria seguía sumergido en recuerdos.

--Trevor para que esa maldición pueda ser rota, debe nacer un ser de tu misma sangre Celta—Comenta la bruja, --Pero debes dar algo a cambio—informa, Trevor impaciente le hace señas de que prosiga, --Mis ancestros estarán dispuestos ayudarte si traes unos Doppelganger nacidos del mismo día—.

--¿!QUE!?—Pregunta siendo eso una locura, --¿Sabes cuando nacen los seres así no?—le pregunta a la bruja con sarcasmo, --Cada 100 años o que se yo—dice eufórico.

--Es la manera como pueden ayudarte—comenta, Trevor no hace más que escucharla pensando que sería un tiempo perdido hallar unos Doppelganger nacidos del mismo día. --¿Entonces?—vuelve a preguntar.

--Esta bien, acepto necesito quitarme esta maldición--.

--Entonces debes esperar el año 1996—le informa, ya que los ancestros le dieron un inicio.

--¿1996?—pregunta confundido.

--Ese año nacerá una de tu misma sangre Celta, es lo único con lo que te puedo ayudar--.

Volviendo a la realidad de todos sus recuerdos no hace más que maldecir a la bruja que le hizo ese conjuro.

--Ahora Genoveva de tantos vampiros ¿Quién nació ese año?—pregunta mirando hacia la nada, --Y pensar que ha pasado ya casi 70 años pudriéndome gracias a Cameron, pero encontrare a ese ser de mi misma sangre--.

Por lo que es una aguja en un pajar, como podría saberlo, no le queda de otra que darle una visita a la descendencia de la familia de la bruja Daichi, quedando al otro lado de la sabana, un pueblo no muy grande pero si acogedor donde algunas brujas se mantienen ocultas de seres como vampiros y licántropos, un pueblo llamado Bolognesi, solo Trevor sabe de la existencia de ese lugar así como también de Sepahua donde lo tuvo todo y así como lo tuvo, lo perdió también.

Al día siguiente Lucia se levanta de buen ánimo, la habitación es casi igual como la del Castillo solo que es un poco más pequeña, siente curiosidad sobre varios sueños que ha tenido, entre ellos sobre un lobo llamado Suko, se pregunta ¿Qué significado tiene ella con ese lobo?, podría ser un guardián o quizás no.

--Me voy a volver loca—se dice así misma.

Decide bajar para desayunar con los demás, se pregunta que estará haciendo Cameron aunque sigue molesta con él, pero no es motivo para que no venga a acariciar a sus bebes como acostumbraba todas las mañanas en el Castillo, dejo de pensarlo por un momento, siente los movimientos de sus bebes en su pancita.

--Si, mami también lo extraña—dice acariciando a su panza, aunque no entiende porque ese sentimiento de ira y amor a la vez, aunque prefiere que sea de ira, pero ni ella misma puede engañarse, sabe que siente algo pequeño por él.

Ya estando con los demás, los saluda a todos que la reciben de buen ánimo, aunque observa a Mayra sabe que por dentro esta muriéndose, Alexter fue muy amable en ayudarla con la comida y su trato tan gentil cosa que molesta a la loba pero no podía armar ninguna escena de celos delante de la familia. El desayuno transcurrió tranquilo, Alexter, Stefan y el Rey fueron a sus actividades normales de manada como siempre lo hacen, Mayra con los preparativos de la boda pues ya se acercaba el momento, en cambio Carolain y Lucia fueron a dar una vuelta al jardín trasero de la Mansión, unas rejas negras con ramas y arboles como de la misma altura que da sombra hacia adentro del mismo, hace que le llame la atención a Lucia.

--¿Qué hay allí?—pregunta observando desde una distancia como de 20 metros más o menos.

--Allí está encerrado un lobo rabioso, nadie se puede acercar a él, dicen que es porque perdió a su dueña o dueño, la persona que le da el equilibrio—contesta Carolain.

--¿Es como ustedes?—refiriéndose a que si es un lobo que puede optar su forma humana.

Carolain niega, --No linda, es un lobo normal, muy pocos lobos nacen aferrándose a alguien, en este caso ese lobo de allá encerrado se aferro a una persona y es la única capaz de mantenerlo equilibrado—.