El Encuentro

CAPITULO 32

Lucia se levanta del mueble que es muy cómodo para su gusto, su panza le indica que ya es hora de comer, se dirige a la cocina para abrir los gabinetes buscando algo que le interese comer o más bien le provoque.

--Mami hará unas panquecas para los tres, ¿se les antoja?—se ríe internamente, sabe que no puede escucharlos pero ya cuando nazcan lo hará, --Si mami, si se nos antoja—imita la voz como si fuera de ellos.

Se dispone a preparar las panquecas, fue muy rápida ya que el hambre la estaba consumiendo, luego de que están listas se dirige con el plato donde están cuatro panquecas grandes y un jugo de naranja que tomo de la nevera para ver la televisión. Al lado del mueble se encuentra una libreta con números de contactos por si surgía alguna emergencia, Carolain anoto los números por si algo ocurría, lo toma y ve uno que le llama la atención.

Prueba un bocado para luego suspirar si es buena idea o no.

--¿Sera que lo llame?—le pregunta a sus bebes como si le fueran a dar respuesta, --lo voy a intentar porque yo se que ustedes también lo extrañan, o más bien ustedes lo extrañan ¿verdad?—convenciéndose a sí misma. Sin pensarlo marca dichos números en el teléfono.

Repica y repica, su paciencia se desespera, quiere finalizar pero espera a ver si alguien logra contestar.

--¡Aló! Buenas noches—contesta una voz masculina, sin duda es la de él.

Se arma de valor para hablar.

--Hola soy Lucia, ¿Cómo estás?—dice con voz temblorosa.

--Hola Lucia, ¿necesitas algo?—pregunta serio y cortante.

Eso a ella le impacienta, más bien le molesta su actitud.

--Solo quiero disculparme—intenta decir sin que el note lo triste que esta, --De verdad yo…-- pero una voz femenina al otro lado de la línea la hace parar de hablar.

--Mi amor, ¿con quién hablas?—escuchar decir, pero se sorprende porque conoce muy bien la voz de la mujer.

--¿Por qué ella te llama así? Cameron—pregunta enojada.

--Hablamos luego—y finaliza la llamada.

Se asombra por lo que acaba de hacer el vampiro y coloca el teléfono bruscamente en su lugar. Sus ojitos se humedecen, le pega sin duda su trato hacia ella, no sé porque siente que quiere estar con él y no con nadie más. En realidad se siente confundida.

--Por suerte lo tengo a ustedes dos—acaricia su panza, lo que más se imagina es tener una familia y que juntos puedan seguir adelante, pero ese deseo lo ve muy lejos.

 

[...]

Cameron le dolió tratarla de esa manera, pero no quiere tener contacto con ella hasta que pueda sentirse firme con sus sentimientos, en realidad sus ganas de estar con ella son enormes pero quizás el no es la persona correcta para ella, no como él se lo imagina.

--Era Stefan que quería decirme algo, pero ya luego le llamo—le responde la pregunta, la vampiresa se sienta en su regazo para tomar sus mejillas acariciarla y luego darle un delicado beso.

--Me encantas Cameron—dice la mujer sonrojada. El vampiro sabe que no puede ir muy lejos, solo está tratando de sacarle información acerca de la persona que está encubriendo, y si debía usar otras opciones, pues lo haría. Aunque no quisiera jugar con el corazón de esta chica. Le devuelve el beso para no tener que responderle.

--¿Dónde estabas?—le pregunta, ya que sus amigos le informaron que no se encontraba en el Castillo.

--Ammh ¿Por qué la pregunta?—su rostro cambio totalmente, ¿será que la descubrieron?

--Mis chicos me informaron que no estabas en el Castillo—dice, --¿Dónde estabas?—vuelve a preguntar.

--Me encontraba dando unas vueltas por los alrededores del Castillo—menciona tranquilamente, --Quería disfrutar un poco del clima frío—miente.

--No puedes andar sola por los alrededores—suspira para darle información, siente que le está mintiendo, --Hay un vampiro suelto que no tiene pinta de querer dejar con vida a nadie—dice odioso, --Así que te sugiero que permanezcas en el Castillo--, esa petición lo hace a propósito, quien sea a quien este encubriendo va a querer verla y es allí donde necesita seguirla.

 No dejara que Trevor se acerque a su familia y mucho menos a él, así que debe seguir con el plan. Y si Erika está metida en ello, lamentablemente sufrirá las consecuencias.

[...]

Mayra se dirige al baño para lavarse la cara, al ver que ya no sangra mas se dispone a cambiarse para acostarse, mientras lo hace piensa que excusa debe decir para ir a Bolognesi, quizás Alexter querrá acompañarla lo que resulta una mala idea.

--Affs! ¿Qué me invento?—dice sentada al borde de la cama, --Que mi mama necesita visitar a alguien en Bolognesi—niega, sabe muy bien que su mama no tiene amistades allí, ---Mmmm… --, suspira, --Ni modo esa es la que inventare—se dice así misma.

Alexter entra a la habitación y la encuentra sentada en el mismo lugar, --¿te sientes mejor?—le pregunta dirigiéndose al closet para buscar su ropa de dormir.

--Si, creo que son malestares nomas, nada de que preocuparse--.




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