El Encuentro

CAPITULO 35

Se pierde de la vista de ambos amigos, siente un coraje interno, el también debe formar parte de la vida de ella, pero si se decide por Alexter al menos estará pendiente de su hijo que crece en su vientre sin tener que mezclar sentimientos por la vampiresa. Camina hacia las afueras del Castillo un poco más allá del bosque adentro, camina sintiéndose relajado hasta llegar a un pequeño altar con flores alrededor que se mantienen intactas por las veces que se llega a visitarla, se posa de rodillas y empieza el sentimiento.

--Hola madre—dice con la cabeza gacha, --Me he sentido totalmente solo—sube su mirada para leer el grabado “Bianca de Salvatore”, --Encontré a mi alma, vas a ser abuela—dice con una medio sonrisa, --Fue algo extraño ¿sabes? Mi sangre hizo que naciera un ser de mi naturaleza sin necesidad de entregarme a ella, se que suena algo ilógico y conociéndote ya sé que cara pondrías—sigue desahogándose, --Esto no ha sido una batalla fácil para mí, no quiero estar en contra de mi hermano por una mujer que también le amo y a ella la entiendo, debe estar confundida aunque no lo exprese, siempre me dijiste que me guiarías y que la Diosa me daría las señales, pero ahora me siento completamente perdido—salen lagrimas de sus mejillas, --La amo madre, y esos bebes que crecen en ella también, no me importa si el otro es mitad lobo, pero a esos gemelos les amo—empuña su mano en la tierra descargando la impotencia, --No se que hacer—dice en un hilo de voz.

De pronto ve una silueta de una mujer, se asegura de ver bien a la persona que esta parada frente a él para luego agacharse y apoyarse en la lapida.

--Que ironía ver mi propia tumba—dice el espíritu. Cameron traga en seco.

--¡Creo que he perdido la cabeza!—dice frotándose la cara.

--No hijo mío, no has perdido la cabeza—le acaricia sus suaves mejillas pálidas. Este la observa de nuevo.

--¡Ay! Mamá—se abalanza hacia ella, y ya no es un espíritu sino un cuerpo humano al que abraza, --Pero… ¿Cómo es posible?—dice confundido.

--Tienes un don de creer, por eso estoy aquí—responde, --Me siento orgullosa de mis tres hijos, no debes sentir una competencia con tu hermano—menciona, --Alexter y tu han sido destinados a una sola mujer y todo fue por obra de la Diosa, se cuenta la leyenda que dos hermanos se tenían envidia y comenzaron una guerra, la diferencia es que uno era un licántropo y el otro era un ser humano sin dones sobrenaturales, la aceptación lo era todo pero no paso así—relata, --Ambos hermanos se odiaban, no podían siquiera entablar una conversación en son de paz, era un Alpha Originals y el Rey Jefe de la Tribu Sujiyana, dos hermanos totalmente opuestos, crecieron siendo diferentes porque así lo decidieron, ¿Cómo termino todo?, en una terrible guerra donde se perdió todo—indica, --Tu alma tiene una difícil elección porque los ama a ambos – Cameron se sorprende <<Le ama también>> piensa.

--¿Cómo estas tan segura de eso?—y su madre lo mira haciendo una mueca.

--Hijo vengo del otro lado y las voces hablan por sí solas—le aclara, --La diosa escogió solo a uno de ustedes para ella, tal elección tiene un propósito y es que no acaben odiándose entre ustedes, los gemelos son la clave—

--¿Cuál de los dos está destinado a ella?—pregunta.

Su madre hace una especie de movimiento con su mano, el lugar cambia totalmente unos años atrás y puede verse así mismo observando a su hermano Alexter desde lejos con una niña y su pelota, la fuerza del lobo hace que la pelota caiga justo en sus pies.

--Yo quiero ir a buscar la pelota—dice emocionada pero este no se convence de dejarla ir sola.

--Anda ve a buscarla—dice Stefan motivándola.

--No te alejes tanto, si no la encuentras te regresas—le grita Alexter viendo como la niña corre en dirección a donde está la pelota justo en sus pies. Los hermanos ni siquiera saben la presencia de Cameron en su territorio.

Se sintió conmovido al verla tan pequeña con ese vestidito blanco y bordados de luna salteados en la tela.

--Alexter, te dije que yo la buscaría—dice frenando en seco y molesta arrugando la cara.

Cameron toma la pelota para dársela, --No soy Alexter—ella le sonríe.

--Si eres mi hermano Alexter—con su inocencia que lo enternece internamente.

Este la mira fijamente para apreciar sus ojitos color marrones intenso, --Me llamo Cameron, olvida que me has visto en tu vida—y desaparece de la vista de la pequeña con su habilidad vampírica, a unos cuantos metros la visualiza de lejos asegurándose que haya regresado con Alexter y Stefan, viendo así sonríe.

--Soy yo—mira a su madre.

Pero cae en cuenta despertándose como si le hubieran echado un balde de agua fría encima.

--¿Cuánto tiempo me dormí?—mira su reloj de mano, --Que sueño tan pesado—dice levantándose y confundido a la vez, --Soñé con mi mama… ¡Extraño!—se sacude la tierra en el pantalón para luego caminar directo al Castillo, olvidándose del sueño.

***

--Hola Lucas, Thomas—saluda Erika, --¿Y Cameron? ¿Lo han visto?—pregunta, ya que ha pasado la tarde buscándolo, llamándolo a su móvil y este no le atendió.




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