El Encuentro

CAPITULO 42

BOLOGNESI

Stefan, Lucas y Thomas llegan al lugar, muy tranquilo para su gusto pero llegaron por un objetivo.

--¿Y dónde está tu prima?—pregunta Stefan, ha estado llamando a sus dos hermanos pero ellos no le atienden.

Ellos caminan para la choza de Camill, y se encuentran con ella comiendo algún emparedado.

--Thomas, primo—saluda dándole un abrazo, --¡Que sorpresa! ¿Qué te trae por aquí?—pregunta.

--Necesito tu ayuda en una búsqueda—

--Claro en lo que necesites—dice.

--En este caso necesitamos buscar a una loba y a una vampiresa—interviene Stefan.

--Bueno necesito algo de la loba y de la vampiresa para poder buscar en el mapa—Stefan hace una mueca.

--Solo tengo esto de mi loba, donde este ella estará Aranza—menciona.

--¿Dijiste Aranza?—pregunta Catia que ha irrumpido el lugar. Ellos asienten.

--Si, ¿la conoces?—pregunta Thomas.

--No debería decirlo, pero una conocida llamada Mayra me pidió un hechizo de límite para su vida mientras acaba con la vida de Aranza, no quiere que nadie la recuerde—

--¿Qué estás diciendo que?—la toma de ambos brazos a Catia.

--Stefan cálmate— interviene Thomas, la separa de ella.

--Ella convoco a la Diosa Psique, la diosa del olvido para que nadie la recordara, pero hay personas que están empezando a recordar y el precio a pagar es la muerte, por lo tanto necesita que Aranza este muerta para que nadie la recuerde—

--Esa…Mal…--- no termina de decir la palabra, --Camill has el hechizo localizador-

Camill extiende el mapa de la sabana en la mesa, coloca las velas cada una en cada esquina y rocía el polvo de salvia en el punto donde ella esta.

--Me permites el objeto que tienes de ella--, Stefan le da en sus manos una pulsera que el mando hacer para ella con sus nombres grabados.

--Septentrio, meridies Ergo Oriente et Occidente, ostende mihi viam—las velas en cada esquina se encienden, el polvo de salvia indica el camino donde ha pasado la loba, --Septentrio, meridies Ergo Oriente et Occidente, ostende mihi viam—vuelve a repetir, las mechas de las velas van en aumento, Camill sangra por la nariz a medida que recita.

Septentrio, meridies Ergo Oriente et Occidente, ostende mihi viam (NORTE, SUR, ESTE Y OESTE MUESTRAME EL CAMINO).

--Camill—dice Thomas, --Camill ¡Para! —al ver que su prima tiembla al mismo tiempo que abre los ojos y apoyando sus manos en la mesa.

--Esta en una cabaña familiar a las afueras del territorio real, tuve que ir mas fuerte ya que en ese lugar está bloqueado la magia—se limpia la sangre de su nariz con un pañuelo.

--¿Y Marina?—pregunta Lucas.

--Ella está buscando a un vampiro egocéntrico, a Trevor—dice lo más tranquila.

--A ¿Trevor? ¿Trevor Hellsing?—pregunta Stefan.

--Si a ese mismo ¿Por qué?—.

--Porque es un asesino a sangre fría—contesta Stefan.

--No puede ser, son almas—menciona.

--Trevor teniendo un alma—interviene Lucas, --¿Cómo es que un ser sin piedad tenga un alma?--.

--Pues así es la naturaleza—comenta Catia, --Es impredecible--.

--Bueno, tú y tu—señala a Lucas y Thomas, --Vayan a encontrar a Marina, donde este Marina esta Trevor—menciona.

--No hace falta—interrumpe Camill, --Se a donde se dirige--.

[...]

Por otro lado Erika no sabe si irse y dejar a Cameron en ese lugar, después de todo el ha sido muy amable con ella al recibirla en el Castillo, no sabe que hacer, su mente le juega muchos pensamientos y por otro lado esta Trevor, así que no está en condiciones de elegir.

--Erika se que estas allí—escucha decir desde adentro.

Esta se da vuelta para no sentirse tentada a entrar, pero que más da, quiere saber su estado.

--Lo siento Cameron—dice asomándose por la reja.

--¿Por qué lo ayudas? Si sabes que a la final te matara igual—le responde, --Sabes que necesito de sangre animal para mantenerme—levanta su mirada a ella, la herida va sanando poco a poco debido a la verbena en su sistema.

--Me dio su palabra que no lo haría--.

Cameron da una risita fingida, --¿Y de verdad le creíste?—pregunta, --Si sabes con el vampiro que estas tratando ¿verdad?, cuando lo conocí me llevaba más de cientos y algo de diferencia ¿Cuántos crees que te lleve a ti?—dice, --Eres nada delante de él—menciona, --Así que elige bien el bando con el que estarás, al menos yo si te dejaría viva--.

Erika furiosa abre la reja para ponerse frente a él.

--¿De verdad? Después de haberte traicionado ¿me dejarías vivir?, como se que no mientes—responde.

Cameron aprovecha de mirarla fijamente para hipnotizarla, --Confía en mí, desencadéname—Erika, no hace más que obedecer abriendo las cadenas de sus muñecas.




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