El Encuentro

CAPITULO 54

Por otro lado Aranza sigue a Mayra en su auto de manera sigilosa, no quiere que se de cuenta que la están siguiendo, doblan varias cuadras y al parecer se ubica frente a un portón, parece ser una pequeña urbanización, se pregunta como entrara allí, hasta que recuerda que puede usar sus dones de vampiro, la hipnosis. 

--Hola joven ¿Reside en esta urbanización?-- pregunta el vigilante, claro es su trabajo y no se lo crítica pero en estos momentos tiene tiempo medido. Trata que lo mire a los ojos fijamente. 

--Soy nueva en esta urbanización, he perdido el control del portón, abreme-- al terminar la hipnosis el vigilante no hace mas que sacar su control automático para abrir dichosa entrada, Aranza aun tiene a la vista la camioneta de Mayra, se apresura a acelerar y por último da las gracias al señor de unos tantos y algo de años, por su apariencia debe tener unos cincuenta y tanto. 

Aranza ve que el auto de la loba se estaciona en una de las tantas casas que posee la urbanización, por lo tanto no aguanta más y se dirige a sorprenderla, al mismo tiempo que baja el coche doble y meter a los bebes que duermen en él. 

--Hola Mayra-- la loba se sorprende al escuchar la voz de ella, --¿Crees en los fantasmas?-- pregunta sarcástica. 

--Hola Aranza-- se gira con cuidado para verla. Aranza fija su mirada en el coche observando a sus dos pequeñines dormir placidamente. 

--Tienes dos bebes que me pertenecen-- dice, pero esta no se esperaba que Aranza usara sus poderes de bruja, al ver se fue contra ella, esta con el movimiento de sus manos hizo levantar una vara que estaba tirada en el suelo cerca de la acera para enterrarsela en el estómago fallando por completo, pero la mantendría herida por unos minutos o más. La vampiresa aprovecha la debilidad de la loba que se encuentra tirada el suelo sangrando, y toma el coche junto con los pequeñines dentro. 

--Me las vas a pagar Aranza-- dice, pero ella no hace caso a sus palabras, saca el portabebe de la camioneta de Mayra para luego meterla en la suya, saca a cada uno y les habla sutilmente, estos abren los ojitos como si hubieran reconocido esa voz desde cuando estaban en la barriga, su hijita y su hijito reconocieron el olor de su madre, la liga ahora era de ella junto con los de ellos. 

-Hola mis amores chiquitos-- dice con ternura, -Mami está aquí--, a pesar de llevar un mes sin verlos, aun siguen asi de pequeños, frágiles y tiernos, sus manitas no paraban de moverse, como si sincronizarán al mismo tiempo con su madre, Aranza los asegura bien y se dispone a marcharse con ellos.

--Te vas ¿así nomas?-- pregunta la loba riendose, --Acaso no quieres saber que le paso a tu querido Alexter-- Menciona, cosa que hace frenar a la vampiresa de abrir la puerta de piloto de su auto.

--Sabes Mayra, ya no caeré en tus trampas-- responde segura. 

--No estoy mintiendo Aranza Salvatore, tu querido Alexter y los demás se encuentran raptados--, no quería tener que creer en sus palabras, pero al mencionar "Los demás" confirma que se trata de ellos, en su cabeza no sabe que hacer, puede ser una trampa hasta de ella misma, y ahora piensa muy bien en sus pequeñines que están en su auto, suspira internamente. 

--No te creo-- y se monta en su auto para marcharse, Mayra por lo débil que esta no hace mas que quejarse y maldecir internamente. 

Aranza sale del lugar lo más rapido que puede, le realizó la hipnosis al vigilante para que pudiera abrirle sin tener que hacer tantas preguntas por la supuesta pérdida del control automático, ya sintiendose libre de la bruja de Mayra, sus palabras retumban en su cabeza "Alexter y los demás raptados", no puede llegarse si quiera a donde están por miedo a que lastimen a sus dos pequeñines. 

--Mis amores chiquitos-- dice viendolos por el retrovisor, -Mami tiene que ir a salvar a papi Alexter y a papi Cameron-- les habla con ternura, --Y cuándo acabe esta pesadilla podremos estar juntos como la familia unida que somos--, las palabras de la vampiresa transmiten paz y seguridad a los chiquitines, con Mayra era absolutamente diferente, la loba los mantenía dormidos para no tener que escucharlos llorar, ya que su voz le transmitía miedo a ambos bebes. 

Pero antes debía dejar a sus dos hijos en un lugar seguro y que nadie conociera, se estaciona en una pastelería muy conocida y aparte su padre Akim la traía muchas veces cada vez que viajaban a ese lugar, desde entonces tiene años sin pisar dicha pastelería. Se baja y coloca a cada uno dentro del coche doble, y entra. El aroma a dulce la hace viajar en el tiempo años atrás, los cuadros, la pintura, incluso la decoración no ha cambiado desde que frecuentaba de niña. 

--Aranza-- Saluda la madre de Tyler desde el recibidor, pero de la emoción no hace mas que acercarse a ella, --Tanto tiempo sin verte-- observa el coche con dos ternuritas durmiendo, --¿Eres madre?-- pregunta para estar segura que sean de ella. 

--Si mi doña-- responde, --Alexter y yo somos padres y bueno Cameron-- contesta, confundiendo a la señora obviamente. 

--¿Como así?-- pregunta..

--Luego te explico, pero necesito un gran favor suyo-- responde, la doña asiente a que prosiga, --Que cuides a mi hijita y a mi hijito mientras tengo algo importante que hacer--, no quería tener que dar explicaciones. 

--Claro mi niña con mucho gusto-- responde. 




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