Un nuevo desastre.
PARTE 1
Dortmund, Alemania.
El camino estaba oscuro, Kurt iba a mi lado, íbamos cantando como locos por la calle, llevábamos unos cuantos tragos encima y ni idea de en qué momento terminé así, Kurt suele ser muy persuasivo a la hora de alocarnos y yo no me quejo, amo divertirme con él y casi siempre caigo, es una mala influencia.
— oye hermosa, ¿sabes que te amo? — dijo Kurt
— ¡ay, no! Kurt esta vez se te fue la mano— dije mientras reía.
Llegamos a mi casa y antes de entrar me pareció haber visto a alguien por el vecindario, pero la verdad mi visión no es que sea de las mejores, necesito usar gafas normalmente ahora calculen como veía borracha, exacto, todo estaba demasiado borroso.
Nos la arreglamos para entrar, deje a Kurt en el sofá ya que él en definitiva estaba peor que yo, busque algo de comer porque me estaba muriendo de hambre, gracias al cielo había algo de comida porque la verdad se me olvida comprar las cosas.
A lo lejos escucho un pitido, sé que es mi celular, pero el alcohol que hay en mi cuerpo me impide reconocer de donde proviene el sonido, con un poco de dificultad lo encuentro y contesto la llamada.
-te veías preciosa hoy Hera- dijo una voz que reconocí al instante y aunque la reconozco sigo sin conocer su dueño por lo que la pregunta abandona mi boca,
— ¿Quién es? — pregunté sintiendo como mi mente se despejaba de repente.
— tu peor pesadilla— dijeron al otro lado de la línea antes de que la llamada se cortara.
— pero ¿Qué mierda? — dije antes de despertar a Kurt.
— Kurt, ¿deberíamos subir no crees? — lo ayudé a levantar y lo dirigí a la habitación cercana al baño como siempre, ya que tiene una obsesión con bañarse temprano, ¿Quién carajos se baña apenas se levanta? Exacto él, por eso insisto en que es un imbécil.
Me dirijo hacia mi habitación pensando en esa llamada, ya sé que mi paranoia no sirve de nada así que mañana iré a la policía para que revisen mi teléfono a ver si pueden encontrar algo.
Tomé una ducha corta antes de acostarme porque apestaba a alcohol, mi cabeza me duele y lo único que quiero es acostarme así que lo hice con la esperanza de no soñar con algo relacionado a esa profunda mirada centelleante y a esa profunda y arrolladora voz que tanto me han atormentado.
Como si el destino al fin me diera algo positivo mi sueño cambió de forma abrupta, a un lado quedó la voz escalofriante y los ojos que espantaban, lo que ahora veía era totalmente distinto, los ojos amenazantes fueron reemplazados por esos ojos azules que había visto el día anterior, esa voz aterradora fue reemplazada por la voz gruesa y casi melodiosa de Volker y la horrenda cabaña fue reemplazada por un hermoso paisaje con un sol radiante. exacto no tomen antes de dormir, les va a afectar sus sueños y les hace pensar en desconocidos que quisieran conocer.
Justo cuando creí que esta noche iba a ser buena,
mi subconsciente me jugó otra mala pasada, empecé a sentir un frío que me recorría de los pies a la cabeza y cuando abrí los ojos me dirigí hacía la ventana para comprobar que estuviera cerrada pero lo que vi en verdad no se compara a nada que haya visto antes.
*******
Pensaste que te iba dejar con la duda, ¿verdad?, pues ganas no me faltan, pero vamos tanto misterio no es bueno, así que les voy a contar lo que me dejó tan ensimismada.
La luna no tenía el color blanco normal sino una tonalidad roja como de sangre era un rojo intenso que se reflejaba en el velo blanco de mi ventaba, había un ruido extraño como un gruñido, pero eso no es todo, allí en mi balcón había alguien, no lograba verlo por completo pero una sombra ya que estaba de espaldas, pero esa voz, otra vez esa voz y esa frase, ¿Acaso no tenía otra? Ya me tenía harta con su:
— «él ya viene»— y para colmar mi paciencia volvió a decirlo, tenía tantas ganas de gritarle que me dijera de una puta vez quién carajo venía, pero cuando trate de acercarme para hablarle todo se sumió en una profunda oscuridad.
¿Sueño o realidad?
Parte 2.
Dortmund, Alemania.
Se estarán preguntando qué fue lo que sucedió después de la oscuridad y es que es un poco raro, aquí el orden de los hechos:
1. Me levanté
2. Kurt no estaba.
3. Apareció algo que pasé de vista anoche.
La verdad es que después de la oscuridad no recuerdo que sucedió, quizás esa pantalla negra estaba ocultando algo, a ciencia cierta no sé qué decir respecto a ella, pero si les puedo decir que me levanté con un dolor de cabeza horrible después de la borrachera, nunca había tomado así en mi vida, pero claro soy tan ilusa que me dejé llevar por Kurt y sus brillantes ideas para pasar el rato.
Me levanté directamente a buscar a Kurt para agradecerle su maravillosa idea mata neuronas, pero para mi mayor sorpresa no estaba por ningún lado, se supone que iríamos a la Universidad juntos hoy, pero claro el señor bipolar se tenía que ir antes, tomé mi celular y le deje un mensaje agradeciéndole por despertarme y esperarme, ya ven por qué le digo que no se encariñen, es un aprovechado.
Me preparé un café, bastante cargado, me arreglé rápido y salí de la casa, rumbo a la universidad, iba caminando cuando me topé con un rostro conocido, a quién no dude en saludar,
—Hola, Hera— dijo Volker, con una hermosa sonrisa que no me negué a corresponder.
—cuanta formalidad Volker, con un hola hubiese bastado— dije con una sonrisa nerviosa, porque sí que lo estaba, Volker tenía algo atrayente, pero mi intento de averiguarlo cayó cuando levanté la vista hacia sus hermosos ojos azules.