Hay un traidor en todo esto.
Dortmund, Alemania.
“No puede haber traidores en un cuento mal contado, siempre hay dos partes en una historia.”
Gretha
Las afueras de este bosque me traen malos recuerdos, lo interesante de todo esto es que, aunque recuerdo algunas cosas no sé todo, creo que hay algo o en su defecto alguien que me impide saberlo. Sin embargo, no me preocupa eso, estoy dispuesta a enfrentar lo que sea, dejé mi auto en la entrada a Syburg, saque mis cosas, por suerte no tengo nada del comando, excepto el monitor que le deje a Kurt, espero que no les haga falta del día de hoy.
Mi corazón está acelerado, sé que es por el temor que siento, pero me gusta pensar que el temor es solo un empujoncito de mi razón para no cometer errores. Me la estoy jugando y mi cuerpo lo sabe, lo siento ligero, es como si mi peso se repartiera perfectamente en cada una de las partes de mi cuerpo, mi cuello esta tenso y aunque no es muy recomendado tronarlo en este momento nada me importa, giro un poco la cabeza y el sonido de mi cuello de alguna manera logra relajarme, una respiración profunda y empieza el juego, estoy algo lejos del castillo, sé que debo acercarme y entre más rápido mejor, así que mis piernas hacen todo el trabajo mientras mi cerebro va pensando cómo ubicar el sitio especifico sin caer en los brazos de mi enemigo.
Las ramitas de los árboles crujen bajo mis botas, el camino es algo incómodo a medida que me acerco más a la zona que señale en mi mapa, el viento mueve mi cabello dificultándome ver con claridad, creo que debí recogerme el capul, pero bueno, no es un gran problema. Unos pasos más y estaré en la zona, supongo que no fue tan difícil como pensaba, mi respiración esta agitada por el trayecto, así que lo mejor es descansar un momento, no tener que pelear con alguien en este estado, es obvio que perdería, luego de 15 minutos de descanso tengo que continuar, tan solo unos pasos más y llegaré al lugar en el que fui rescatada por Kurt.
No sé en qué momento los recuerdos de ese día empezaron a llegar a mi mente como una ráfaga, demasiados cosas golpean mi cerebro, los sonidos del bosque, el olor a humedad, la tierra bajo mis manos y la voz, esa que ofreció su ayuda se escucha clara en mi mente, la cantidad de información que tengo ahora me sobrecarga, me marea, me saca de mí misma, tengo demasiadas emociones encontradas, mi respiración se acelera más de lo que debería, la presión se acumula en mi cuerpo, mi cabeza va a estallar, la tensión es palpable en el ambiente, el pánico se apodera de mi mente, mis manos empiezan a temblar, el sudor se desliza por mi frente, me siento asfixiada, todo da vueltas a mi alrededor, todo es borroso y de repente…
El gran señor
—Tengo que admitir que nunca espere que mi mejor amigo me traicionara de esa forma, ¡HAH! Y pensar que casi muero solo por protegerlo— Renerick me mira con cara de confusión, mierda, es cierto, olvide contarle.
—Creo que no entiendo a qué se refiere Señor—
—Tienes toda la razón, olvide contarte, pero creo que es mejor que tú mismo lo percibas— mi mirada se posó en la suya, el reflejo de mis ojos justo en los suyos, el color café de su mirada fue reemplazado por las llamas ardiendo de la mía, sin tapujos abro mi mente dejándole escuchar la voz del que solía ser mi mano derecha hace 25 años.
— ¿Ese es quién creo qué es? ¿cómo fue que no lo notamos antes? — preguntó interesado en el tema.
— No tengo idea, creo que se ha estado escondiendo de todos nosotros, nadie sabía nada de él hasta ahora, parece que salió al descubierto cuando pensé en matar a Amira, supongo que son aliados ahora, que irónico, la ex general de mi ejercito con mi supuesto mejor amigo en mi contra, en fin, ¿crees que sepan todo lo que tenemos planeado? — la cara de Renerick es igual a la mía de confusión total, deberíamos tomar cartas en el asunto o acelerar nuestro plan de esa manera al menos seguiremos teniendo el factor sorpresa, tengo que pensarlo.
—Deberíamos darle una visita a nuestra “huésped”, sacarle información de alguna manera. — pensó Renerick, creo que mi mirada le respondió lo mala que era esa idea, considerando que ella tiene una capacidad demasiado alta de aguantar el dolor físico y mental.
—Vigila a Amira, no debemos permitir que escape, con ella acá al menos tenemos una carta que podremos usar en caso extremo— Tan obediente como siempre Renerick se encarga de todo mientras yo sigo pensando cómo sacar mi plan adelante, supongo que la farsa continua hasta que pueda tener todo en mis manos.
“Ambos sabemos que el bien siempre gana”, La voz de él retumba en mi mente de nuevo, le respondo con mis pensamientos, “¿acaso crees que eres el único con esta habilidad?”, no obtuve respuesta así que eso me tranquiliza un poco, tengo que aprender a aislar mi mente, no quiero a nadie jugando con ella, si tan solo fuera tan fácil como lo dicen, la aparición de él lo cambia todo, mierda, si tan solo hubiera aparecido en 4 meses.
Kurt
La verdad no sé ni porqué estoy tan preocupado, ella es una profesional, aunque aparentemente eso no impidió que fuera capturada la última vez. Mi mente es todo un caos ahora mismo, algo me dice que debería ir a ayudarla, pero también siento que solo haría estorbo.
Son casi las 3:00 de la tarde y el monitor no ha indicado otra ubicación desde hace 30 minutos, ¿Debería preocuparme?
La angustia que siento solo se compara a la vez que vi esa extraña visión sobre Hera, ¿Qué clase de extraño vinculo he formado con Gretha?, luego de 10 minutos a ubicación sigue igual, la indecisión se acumula en mis pensamientos, no puedo estar en paz, me senté un momento e inconscientemente mi pierna empezó a moverse a causa de la ansiedad que siento en este momento. Supongo que no hay de otra, creo que tomaré el riesgo de ir a buscarla, pero ¿estaría haciendo enojar a la voz?, creo que no le importará si no digo nada que lo relacione a él o ella, lo que sea.