El encuentro de las almas

Capítulo 18

¿¡Sorpresa!?

Dortmund, Alemania

3 meses después de la primera pesadilla.

 

“En un mundo lleno de héroes y villanos siempre hay traidores, pero nunca sabes cuál es el motivo que inspira a un traidor, la vida puede estar llenas de sorpresas, el destino puede no jugar a tu favor, pero no debes juzgar sin conocer”

 

El gran señor.

 

Lo divertido de saber todo lo que pasa a tu alrededor es que cuando hay cosas que se salen de control son nuevos retos, la vida es así, en mi larga experiencia, siempre hay obstáculos interfiriendo entre lo que deseamos y para lo que fuimos destinados a hacer. Creo que la vida es un sinfín de posibilidades, todo es como un libro, solo que nosotros podemos decidir el final que deseamos en nuestra historia.

Nunca pensé que estuviera vivo después de todo, la última vez que lo vi fue cuando firmamos la primera parte del acuerdo, irónicamente en ese entonces estaba de mi lado, ahora las cosas parecen haber cambiado y yo que sufrí por su supuesta muerte.

 

La traición puede ser parte de tu vida, supongo que es una lección que me merezco, nunca debí confiarle el secreto, pero era una persona de confianza, así que esto me lo gano por estúpido, la confianza y el amor son debilidad, ese debería ser mi nuevo lema, una risa irónica sale de mi boca y Renerick me mira confundido, me olvide por completo de él.

 

 

—Renerick, creo que es hora de pasar a la siguiente fase del plan— una sonrisa casi diabólica se formó en su rostro, supongo que no soy el único animado con el plan.

Lo único que me preocupa sobre Renerick es que sé que aún piensa en Amira, solían ser tan unidos, hace algunos años estaba seguro de que iban a terminar juntos, supongo que el destino nunca obra en favor de los villanos, lástima que Amira ahora es de los enemigos porque se veían muy bien juntos, solo espero que ese afecto guardado no vaya a interponerse en nuestro irrevocable propósito.

 

—¿Qué sabemos de los intrusos? — pregunté, sabiendo que Renerick tenía la respuesta.

—Después de verme en la caverna salieron hacía la estación, supongo que alguien se llevará una gran sorpresa al saber que soy yo el “traidor”, Adler es tan iluso, supongo que fue un buen inicio para lo que sigue, ahora solo debo desviar la atención. — Una risa burlona se escapa de sus labios,

—Renerick, nunca hay que subestimar al enemigo, recuerda eso siempre— Respondí con sabiduría

Adler

La verdad, aunque parezca que no estoy haciendo un buen trabajo sé cuando las cosas avanzan bien, por más que Gretha haya intentado pasarme por alto para lo que sea que este haciendo sé que le ira muy bien y al final tendrá que contarme la verdad detrás de su misteriosa salida. Creo que no tengo palabras para agradecerle a Hera por este cuarto porque para ser sincero estoy demasiado cansado, creo que tengo nuevas pistas y por difícil que me parezca aceptarlo creo que hay alguien entre nosotros que esta jugando para dos bandos, solo espero descubrirlo pronto, aunque me parece tener una idea de quién podrías ser.

 

Me recosté y tan pronto como toque la almohada el sueño llegó, tener pesadillas ya se está haciendo hasta normal para mí así que ya no me siento espantado, sin embargo, esta vez no es cómo una pesadilla, es cómo si mis ojos estuvieran en los de otra persona.

 

“De repente al abrir mis ojos me encuentro en una caverna, algo oscura para ser sincero, el olor a tierra llega a mi nariz como si fuera un perfume barato demasiado cargado, sé que no soy yo mismo porque mi cuerpo se siente menos pesado, más ligero. De repente alguien entra en la mazmorra en la que estoy, sé quién es, pero ¿por qué lo estoy viendo?”

Tan pronto como llegó el sueño se fue, Hera entró al cuarto para avisarme que el paciente ya estaba estabilizado, así que ya puedo terminar el trabajo que vine a hacer aquí, creo que he terminado de comprobar una de mis teorías.

El teléfono empezó a sonar, supongo que esta noche no voy a poder dormir a gusto.

 

—¿Hola? — la voz de Gretha respondió desde el otro lado, bien, acá vamos una vez más.

—Adler, tenemos que hablar, ¿dónde estás? — preguntó, su voz parecía estar molesta pero emocionada, supongo que encontró una pista.

—Estoy en el hospital, en el que trabaja Hera, te diría el nombre, pero es demasiado largo y la verdad no me acuerdo ni de la segunda palabra. — si tan solo fuera bueno con los nombres.

—¿Estás bien? ¿Qué te pasó? — la voz de Gretha sonó preocupada, creo que no fue la mejor manera de decirlo.

—sí, estoy bien. Solo estoy acá por un tiroteo que hubo, bueno no fue un tiroteo en sí, fue solo como un pequeño enfrentamiento, pero todo el equipo está bien, no te preocupes. — Gretha respiro hondo.

—Adler, tengo algo que debes saber—

—Bien, ¿Dónde nos vemos? —

—Quédate allá, voy en camino—

 

Kurt

 

“Bien hecho Kurt, ahora vuelve a casa, espero que nadie te haya visto porque si eso es así algunas cosas podrían cambiar”

 

La voz puede hablarme mil veces, pero cada vez que suena es peor que la anterior, ¿Por qué das tantos rodeos, acaso quieres volverme loco?

 

“Créeme que no, ese no es el plan. Solo quiero ayudar”

 

—Bueno Gretha, supongo que hasta acá te acompaño— dije señalando mi carro

—Kurt, muchas gracias por venir. No sé qué habría pasado de no haber sido así— ¡ay Gretha! Si tan solo supieras que fue la voz la que te salvó una vez más.



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En el texto hay: vampiros, almas gemelas, accion drama

Editado: 18.02.2022

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