Bajo del autobús mientras miraba el cielo oscuro, que le hacia recordar las noches en que se subía a la azotea con Sofía, cuando aun vivía. Volteando su cabeza hacia el estacionamiento para ver si el auto de Silvia estaba estacionado, pero se llevo una decepción porque aun no regresaba del trabajo. Empezó a caminar directo al hotel, recordando a Sofía cuando lo esperaba en la puerta del edificio después de su trabajo. Ella venia corriendo hacia los brazos de él mientras ambos se besaban, y se quedaban juntos, mientras que él la cargaba y la llevaba al elevador.
-Algún día podre olvidarte-Se dijo para sus adentro mientras pasaba por la puerta de cristal y se dirigía al elevador.
Entro al elevador, apretó el botón del decimo piso y se empezó a cerrar el elevador. Sintiendo una tristeza profunda en su corazón se aparrago en una de las paredes del elevador mientras poco c poco se empezaba a deslizar por el suelo. Sintiendo pánico y miedo al instante. El elevador se detuvo un momento y las luces se apagaron. El preocupado porque no sabía lo que ocurrió empezó a respirar desesperadamente mientras sentía que el aire se agotaba. Cerrando lentamente sus ojos, la luz empezó a parpadear mientras que el se quedaba dormido.
-Despierta- le dijo una voz conocida- Estas bien-
-Quien eres-Mientras recobraba el aliento y recuperaba la vista.
-¡Esta bien!-
-Quien eres- Le pregunto mientras recobraba la consciencia.
-Soy Silvia ¿Qué te ha pasado?-Le pregunto mientras tomaba una toallita para limpiar su sudor de su cara.
-En donde estoy-Pregunto mientras se levantaba del suelo.
-Estamos en elevador, te he encontrado tirado mientras esperaba el elevador- Le respondió mientras lo ayudaba a quedarse parado.
-Lo siento, no se que paso-Le respondió mientras se llevaba las manos a la cara.
-Pero ya te encuentras bien-
-Si, muchas gracias-
Abriéndose el elevador en el decimo piso ambos salieron. Silvia lo llevaba abrazando para que no se callera, mientras que él se apoyaba de Silvia. Entrando en su habitación Silvia lo dejo sentado en el sillón mientras que ella iba en busca de agua en la cocina. Tomando un vaso de agua se apresuro a llevárselo a donde se encontraba.
-Gracias- le dijo mientras se recostaba por completo en el sillón.
-de verdad estas bien, creo que deberíamos de llamar a un doctor- le dijo preocupada mientras lo miraba. Su camisa de larga manga blanco y su chaqueta azul con un pantalón color negro y zapatos negros. Sus risos que le hacían resaltar sus ojos color café miel, y su color de piel claro.
-Si estoy bien, no te preocupes solo necesito descansar, muchas gracias, voy a dormir, puedes irte a tu departamento-Le respondió mientras se quedaba dormido.
-Bueno, descansa,-Sin darse cuenta se acerco a el. Arrodillándose enfrente de el mientras que su mano pasaba sobre su rostro, quitando su cabello que estaba en la frente, saco un pañuelo que estaba en su bulto, que se encontraba en la mesita, y empezó a limpiar su sudor. Pasándolo por su frente, sus mejías y su labios.
-Que hermosos labios- Se dijo para sus adentros. Mientras que con sus dedos pasaba encima de ellos. Poniendo su mano en su mejilla se empezó acercar hasta que sus labios estuvieron a pocos centímetros de los de el.
-Que estoy haciendo-Apartándose de el. Se paro y empezó a observar su habitación-Veo que todo esta limpio y ordenado- Se dijo mientras caminaba y se topaba con un libro que se encontraba tirado cerca de la ventana. Caminando hacia el libro se inclino para recogerlo y ponerlo en el estante a donde había otros libros; mirando la portada leyó el titulo que le pareció interesante” La Historia de Sísifo”.
-No pensé que a el le gustara leer estas cosas-Se dijo.
-Pero ahorita que recuerdo. La pregunta que me hizo la otra vez, sobre la felicidad no tendrá que ver con este libro- Se pregunto mientras caminaba al estante Que se encontraba cerca de la habitación..
-Así que te gusta leer este tipo de cosas. Es fascinante creo.- se dijo mientras se sonrojaba y sonreía. Por miedo a que le pasara algo se decidió quedar en la habitación del chico. Yéndose rápido a su habitación para tomar su ropa de dormir, volviendo con sus pertenencia. Se dirigió al cuarto de él para entrar al baño y cambiarse de ropa. Sorprendida de que tanto el cuarto como el baño estaba todo limpio y ordenado. Se quito la ropa que tenia como su ropa intima y se puso su ropa de dormir. Dejando su ropa sucia en la cesta a donde estaba la ropa del chico. Salió del baño y tomando de la cama un cobertor y una almohada se dirigió al sillón a donde estaba él. Arrimando la mesita que se encontraba enfrente del chico, ella dejo caer el cobertor al suelo quedando enfrente de él. Se acostó en el cobertor, quedando cara a cara con el chicol, escuchando su respiración mientras estaba dormido. Mirando su rostro y sus labios, ella empezaba a imaginarse besando sus labios, mientras que poco a poco empezaba a sonrojarse sus mejillas. Parpadeando lentamente se quedaba dormida.