El Encuentro de un Amor Inesperado

Capitulo 28

Llego viernes, ninguno de ellos se había encontrado con el otro. David salía temprano para esperarla a fuera del edificio, pero no aparecía, y el autobús le hacia apresurarse para que no lo dejara. Silvia por su parte esperaba en el elevador para que bajaran  juntos pero nunca salía David del Departamento.  Ambos se despertaban a diferentes horarios por lo que no se encontraban. Tuvieron pensamientos negativos los dos; pensando que el otro no quería verlo, por lo que ninguno de los dos se atrevía a llamar a la puerta del otro, pensando que iban hacer rechazado. Pensamientos que invadían en sus mentes   en que el otro le decía <<que solo fue por una noche, crees que voy a salir contigo>>. Pensamientos que los detenían enfrente de la puerta del otro.

Sentado David escucha el timbro. Parándose del sillón se dirigió a la puerta para abrir.

-Hola David- Se escucho una voz amable.

-Hola Silvia. Que sorpresa. Pero asa por favor, no te quedes en la puerta- Le dijo David mientras la invitaba a entrar.

-Gracias- Pasando al departamento y sentándose en el Sillón. David Hizo Lo mismo. Se miraron los dos, sin decir palabra alguna. Se observaron sintiendo punzadas en su pecho.

-Y como te va- Le dijo Silvia Mientras apartaba la vista de él y miraba la televisión apagada.

-emmmm. Bien. Y a ti como te va-Dirigiendo su mirada al rostro de ella.

-Bien igual-Observando sus manos.

-Te he estado esperando por las mañanas afuera del edificio. Pero no has aparecido- Le dijo David mientras se sonrojaba y ponía su mano en su nuca.

-Queee. Yo yo yo, también, pero afuera del elevador. Pero al ver que no salías me iba a mi trabajo.

-Enserio. Pensé que me evitabas- sorprendido David.

-Yo también. He querido tocar la puerta de tu departamento pero tenia miedo a que me rechazaras o algo similar.-Se empezó asomar lágrimas en sus ojos.- Pero veo que estaba equivocada- secándose las lágrimas con sus manos.

-Lo siento- Le dijo David Mientras la abrazaba.

-No tienes que disculparte. Creo que fue culpa por parte de ambos- Sintiendo su cuerpo con el suyo. Sus brazos gruesos, y su pecho ancho le hacían sentirse segura.

-Bueno. Pero…. Aclarado esto. Quieres cenar algo- Le pregunto mientras se alejaba de ella.

-Si. Que te parece una pizza, hace mucho que no como una- Mirando sus ojos cafés de él.

-Me pare bien- Sonriéndole ella.




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