Al día siguiente David se preparaba para ir a comer con los papás de Silvia. Miraba la hora mientras esperaba a que tocaran la puerta. Levaba un pantalón color caqui que se ajustaba a su cuerpo, una camisa de larga manga de cuadros, una faja y unos zapatos color negro.
Se escucho el timbre. Dirigiéndose a la puerta y abriéndola pudo ver a Silvia con un pantalón negro, una blusa color rosa, y unos tacones color negro. Su cabello ondulado y sus labios color rojo.
-Vámonos, estamos llegando tarde- Le dijo Silvia mientras tomaba su mano.
-Claro. Pero antes te debo que decir algo-
-Te pasó algo- Empezándose a asustarse.
-Te ves hermosa- Acercándose a ella y tocando su rostro con su mano.
-Tú también te ves guapo- Mientras se sonrojaba.
Tomando la mano de Silvia se dirigió al elevador. Llegando al primer piso se dispusieron a caminar hasta el auto de ella. Entrando y arrancando el auto se dirigieron a la casa de sus papás.
Estacionaron el auto enfrente de la casa. Tomando la mano de Silvia se dirigieron a la casa.
-Estas temblando-le pregunto David.
-Estoy nerviosa. Si te dice algo ofensivo mi papá. Te pido que lo disculpe solo esta preocupada por mí. Y si no te sientes bien. Solo dime y nos vamos.- tocando su rostro con sus dos manos.-Mirándolo a sus ojos.
-No te preocupes todo va salir bien.-sonriéndole.
-Vamos-Caminaron hacia la puerta. Y tocaron el timbre. Asomándose su papá y su mamá.
Les invitaron a pasar a la casa mientras que su papá Don Mario miraba fijamente a David.
-Puedes sentarte David-Le dijo Doña gloria mientras le mostraba una sonrisa.
Se sentaron todos alrededor de la mesa mientras se quedaba un silencio. Don Mario miraba a David, él miraba a Silvia y ella miraba a Doña Gloria.
-¿El es tu novio?-le pregunto su papá. Mientras miraba a Silvia.
-Si- Le respondió mientras tomaba la mano de David.
-Es muy guapo- Comento su mamá.
-Si, lo se- Mirando a David sonrojarse.
-Me llamo tu ex prometido y me dijo que estabas saliendo con alguien, y veo que es verdad- mirando a David- Suspiro- Cuida bien a mi hija, algunas veces hace locuras, pero es una buena hija.- Mirando a Silvia.
-Claro señor. Se que aunque algunas veces se hace fuerte, por dentro es una niña pequeña.-Sonriendo y mirando sus Ojos Azules.
-Lo has descubierto, eso indica que de verdad la amas. Desde que estaba en la secundaria siempre se hacia la fuerte. Pero realmente se veía en sus ojos que quería llorar.-Le dijo mientras estiraba su mano para tomar la de ella.
-Mamá, me haces avergonzar.-Sonriéndole y tomando su mano de Doña gloria.
Riéndose todos en la mesa.
-Bueno. Vamos a preparar la comida. Pueden pasear por la casa. Silvia muéstrale la casa- le dijo Don Mario.
-Claro. Papá- Sonriéndole.
Tomando la mano de David se dirigió a fuera de la casa.
El viento era cálido. La noche hacia ver las estrellas en el cielo. Los arboles se movían como si estuvieran bailando. La luz de la luna hacia resplandecer las flores.
-David no puedo hacer esto. No puedo engañar a mis papás. Lo siento-Sentándose en los escalones de la entrada de la casa- conteniendo las lágrimas.
-Esta muy hermosa la luna.-Sentándose junto a ella.
-No puedo engañar a mis Papás-Mirando a David, mientras él miraba la luna.
-Porque estamos engañando a tus papás- Le dijo. Sin dejar de mirar la luna.
-Porque es mentira de que somos novios. Y de que nos ama……mos- bajando su mirada.
-Cuando murió Sofía no tenía intención de vivir. Todo me era rutinario. No tenia deseos de hacer nada y luego aparecesistes tú, y me distes una razón de vivir, todas las noches en que deseaba ya no abrir mis ojos, tu hiciste que ya no quisieran cerrarse por pensar en ti; cada vez que no te veo, siento que me han quitado una parte de mi corazón, al estar separado de ti, tengo el deseo de ir corriendo a buscarte. Me has enamorado por tu inteligencia, por tus sentimientos, por tu sonrisa, por tu manera de actuar. No pensé enamorarme otra vez de nadie, pero apareces tú, y me haces desear no sepárame de ti.-Tomando sus mano de Silvia mirándola a los ojos, bajo la luz de la luna.
-Pero……- Tomando la mano de Davis sin dejar de verlo a los ojos.
-Te amo, si, me das una oportunidad, desearía ser tu Novio, si es que sientes algo por mi- Le dijo David mientras ponía una mano sobre la mejía de Silvia.
-Si, te amo, si desearía ser tu novia, no puedo vivir sin ti, pero pensaba que no sentías nada por mí, pero ahora que me dices esto, me siento alegre, porque te amo y no deseo apartarme de ti.- Mientras se asomaba unas lagrimas en sus ojos. Acercándose a los labios de David y dándole un beso; bajo la luz de la luna, mientras el viento los acariciaba.
FIN