Hay demasiada luz, me despiertan muchos ruidos y voces al abrir los ojos veo a dos enfermeras y un doctor.
—hola señorita Gutiérrez soy William seré su doctor—.
El hombre me brinda una sonrisa, parece un señor de unos cuarenta años.
—hola—Le digo, pero no sabía que más decir.
—Se que tiene muchas preguntas señorita y todas serán contestadas a su debido tiempo por ahora descanse la enfermera la revisara para saber cómo se encuentra esta mañana—.
El doctor se fue y la enfermera comenzó a hacer su trabajo.
—¿Mi mamá donde está? —.pregunto por que no la veo en el cuarto.
—La señora Gutiérrez ha estado toda la noche a su lado tuvo que ir a firmar unos papeles —.Me regala una sonrisa.
—Bueno, ¿es normal que me sienta tan cansada?—.
—Si señorita no se preocupe. A la tarde tendrá la charla informativa mientras tanto descanse—.
La única compañía que tenía se fue. Me siento muy cansada como para ponerme a realizar preguntas se que cualquier cosa que tenga no debe ser algo grave.
A los minutos entra mi madre a la habitación veo que tiene los ojos hinchados al parecer a estado llorando mucho.
Esto de estar así no me gusta nada, asique no espero mas tiempo y decido preguntarle. Aunque el señor doctor que ya ni el nombre me acuerdo me allá dicho que esperará hasta la tardé yo no aguanto ni un minuto más está duda cada vez crece más y más en mi pecho ya se siente como una carga pesada y quiero hacerla desaparecer cuanto antes.
—Mamá que tengo?—.
Ella sólo me mira al parecer no sabe que contestarme, pero al fin algo me dice.
—hija mía, yo nose como explicarlo me gustaría decírtelo, pero no puedo—. rompe en llanto ya ni siquiera me mira sólo se sienta en la silla y llora, nose como reaccionar, entonces me siento en la cama, con este esfuerzo pareciera que estuviera levantando toneladas de peso, aún no lo entiendo ¿por qué a mí? ¿que me está pasando?, pero además de todas estas preguntas internas tengo que ser fuerte ,para ella ,como ella lo ha sido para mi todos estos años, decido estirar el brazo y logró tocarle el hombro.
Entonces me mira al parecer ve mi preocupación. No lo duda un segundo y me abraza tan fuerte así nos quedamos por unos minutos llorando juntas.
Me siento tan perdida, por qué ella no puede ni siquiera decirme que me está pasando.
El abrazo se acaba se sienta a mi lado me mira a los ojos las lágrimas caen lentamente por su mejilla , me toma de la mano y al fin decide contestarme.
—Te hicieron estudios , te sacaron sangre ayer apenas ingresaste. Con exactitud no se sabe aún que tienes ,pero estas enferma soy una mala madre como no me he dado cuenta hace meses que me decías que no podías hacer ejercicio y yo no le di importancia esto es culpa mía—. Apenas se le entendía por qué su voz estaba entrecortada de tanto llanto.
— ¿Enferma?—.No pudo salir otra palabra de mi boca como era posible?.
Si ahora que lo recuerdo hace meses que en educación física me estaba costando seguir el ritmo, pero no era grave para mi yo no le di importancia.
—Si mi bebé, tu tranquila a la tarde se resolverán nuestras preguntas. Lo que sea vamos a salir adelante juntas—.
Lo único que pude hacer fue darle otro abrazó.
Después de unos minutos ya estábamos más tranquilas me siento agotada,pero me doy cuenta que ni la hora se.
—¿Que hora es mamá?—.
— Las doce, debo irme a cambiarme de ropa, pero enseguida vuelvo, mi pequeña no pienso despegarme de tu lado—.
—Bueno mamá—me da un besó en la frente y veo cómo toma su bolso del sillón y sale de la habitación.
Me quedó pensando un rato hasta que entra la enfermera con una bandeja.
—Aquí tienes el almuerzo—. su tono es muy animado. Lo pone en una mesa que acomoda a continuación junto a mi, luego de eso se retira.
Terminó de almorzar, no cómo mucho no tengo hambre, ahora me puedo sentar en la cama y moverme un poco más, al parecer la fatiga que tenía va pasando me regresa un poco de fuerza, luego me quedo dormida.
—Esperanza despierta—.
Escuchó que me hablan y al abrir los ojos los veo a mis dos amigos no puedo estar mas feliz verlos aquí me devuelve el ánimo les regalo una sonrisa.
—María , Esteban los extrañe —.
Ellos sólo me miran , deprontro se me tiran encina por poco y me abrazan fuerte los dos.
—y nosotros a ti —. dice María
—Te traje chocolates sé cuanto te gustan —.Es una cajita decorada de forma muy bonita Esteban me la entrega y yo la pongo a mi lado.
—Gracias chicos los quiero—.
—Vas a ver que dentro de un mes ya vas a estar con nosotros comiendo helado y criticando a toda la escuela—. María se ríe, no puedo evitar ver que en sus ojos se refleja la preocupación sé lo que piensan seguro mi mamá ya les contó que estoy enferma sé que tienen miedo, nos conocemos hace siete años un poco antes de iniciar el secundario ellos son como mis hermanos los quiero tanto.
Así nos quedamos hablando hasta que al parecer se acaba la hora de visita y se tienen que ir.Me siento triste cuando cierran la puerta y ya no los veo más.
El cuarto queda vacío sólo estoy yo miro el televisor está apagado y ni siquiera se si tiene control remoto aquí me quedaré aburrida hasta que alguien se apiade en venir a prenderlo. Entonces escucho voces parecen que están por entrar al cuarto y en unos segundos ya se encuentran dos doctores uno es el señor que vi hoy a la mañana y el otro no lo conozco atrás de ellos entra mi mamá ella toma asiento a mi lado le hago un poco de espacio en la cama para que esté más cómoda, me toma de la mano y esperamos juntas lo que tengan que decir los doctores.
—Señorita Gutiérrez yo soy el doctor Montoya y el es el doctor a cargo de usted creo que lo conoció hoy a la mañana—.
Yo solo asiento con la cabeza , pero mi madre habla.
—Si claro doctor viene a dar el informe?—.
—Si así es señora Gutiérrez el doctor William les informará por ahora yo me tengo que retirar—. El doctor salé de la habitación, ahora nuestras miradas se dirigen al doctor William.