El Engaño

Solo una broma

Como pudo, llevo el barril hasta su casa, por suerte no le dijeron nada, todos estaban entretenidos hablando, así que se pudo ir a su cuarto, pero no pudo dormir, no podía dejar de pensar en su pequeño paseo con Nathan. Cada vez que recordaba como la abrazo para sostenerla, no podía evitar sonreír. En ese momento se sintió tan segura y protegida, que nunca lo olvidaría. Ahora tenía más deseos de irse de allí. Nathan y Albert fueron muy amables con ella, no quería que fueran otras víctimas de su familia. Sabía que cuando llevaran a cabo su plan para estafarlos o lo que sea que tuvieran pensado hacer, ese bonito recuerdo quedaría manchado por el rencor y el odio que siempre se ganaban de sus víctimas. Esa sería su forma de pagarles por ese pequeño gesto de amabilidad que tuvieron con ella.

—Perdón por demorarme—  le dijo a Tom al ver que casi había terminado de preparar el desayuno

—No te preocupes, esta noche también te traeré postre—  sonrió al ver la alegría en el rostro de su hermano

—¿Cómo te ha ido en la casa? —  pregunto su padre cuando todos estuvieron en la mesa —¿Has podido entrar en la habitación del señor Foster?

—No, la señora Gleeson no me ha dejado—  ese día si pudo desayunar con su familia, su castigo ya había terminado —Me ha dejado el trabajo de la cocina y el aseo, no me ha dejado atender a nadie

—¿Por qué?, ¿Qué hiciste ahora? —  se molesto

—Nada, me dijo que no me dejaría atenderlos mientras tuviera mi rostro así—  señalo el moretón en su rostro, su padre no dijo nada, solo soltó un gruñido y siguió comiendo

—No te preocupes por ella—  dijo Charles —Yo me encargaré de que no te vuelva a molestar

Amelia no supo que quiso decir con eso, pero sabía que no sería nada bueno. Al terminar de desayunar salió junto a Tom, iban los dos solos, así que aprovecho esa oportunidad para contarle lo que tenía pensado hacer.

—¿Cómo te has sentido desde que llegamos aquí?

—Supongo que bien, el trabajo es un poco pesado, pero es mejor a lo que hacíamos antes

—Te entiendo, pero este trabajo no nos va a durar por mucho tiempo, ya sabes que todos piensan estafar a esta familia—  Amelia pudo notar el cambio en el rostro de su hermano, se notaba que también le gustaba vivir allí, pero también tenía muy clara la razón por la que su padre había aceptado ese trabajo —Por eso he estado pensando en que deberíamos irnos de aquí

—¿Irnos?, ¿A dónde?

—A cualquier lado, con lo que hemos aprendido aquí podremos conseguir trabajo en otra casa—  se detuvo y miro a su hermano a los ojos —¿No te gustaría dejar de hacer lo que hacemos? ¿Vivir honradamente y tener un trabajo honesto?

—Papa no nos dejará irnos

—Por eso no le vamos a decir

—¿Quieres que nos escapemos? — Amelia asintió —Pero si nos descubre nos dará una paliza

—Tendremos cuidado, tengo pensado hacer que nos despidan, ese día será el día que escapemos

—¿Y cómo vas a hacer que nos despidan?

—Aún no lo sé, pero ya se me ocurrirá algo, cuando ya sepa que voy a hacer te lo diré para que tengas lista tu maleta—  se quedó mirando a Tom, estaba pensativo, se veía asustado —Estoy haciendo esto por nosotros, no quiero que sigas los pasos de nuestros hermanos, y yo tampoco quiero seguir ayudándolos— hizo una pausa —¿Puedo contar contigo?

—Si—  dijo Tom después de un momento

—Gracias Tom—  abrazo con fuerza a su hermano, quien también la abrazo

Los dos sabían que solo se tenían el uno al otro, y que a donde uno fuera, el otro lo seguiría. Se despidieron y cada uno se fue a su trabajo. Al entrar a la cocina empezó a preparar el desayuno, un momento después la señora Gleeson entro.

—Hoy todos tienen pensado irse de pícnic, cuando terminen de preparar el desayuno, tienen que preparar canastas con comida para las tres familias—  después salió de la cocina

—Si señora—  dijeron todas al tiempo

—Un día de descanso para nosotras también—  dijo Penny —Me ha tocado encargarme de los niños—  dijo haciendo un gesto de cansancio —Los gemelos son terribles y la señorita Annie es muy consentida

—¿Annie es la hermana menor de joven Albert? —  pregunto Amelia

—Sí, es igual de fastidiosa que su hermana, el joven Albert no se parece a ninguna de ellas, la verdad pareciera que él es adoptado—  las dos rieron

—¿Y cómo es el joven Joseph? — solo lo había visto unas pocas veces, quería saber cómo era el hermanito menor de Nathan, ya que le recordaba un poco a Tom

—El joven Joseph es un amor, pero si se sigue relacionando que con esos niños va a terminar igual que ellos

—Dejen de hablar—  las regaño Lucy —Van a salir después del desayuno, así que tenemos que darnos prisa para tenerles la comida lista

Amelia y Penny no volvieron a hablar, tenían que darse prisa en dejar todo listo. Cuando terminaron de preparar el desayuno, la señora Gleeson le dijo a Beth y a Amelia que se quedaran preparando las canastas con comida, después vendrían Penny y Lucy para ayudarles a terminar.

—¿Por qué no ha venido Nathan? —  pregunto Richard al no ver a su hijo

—Les juro que esta vez no sé dónde está—  aclaro Albert cuando todos se quedaron mirándolo

—¿Habrá salido otra vez a montar a caballo? — Pregunto Emma —¿Alguna de ustedes lo vio salir esta mañana?

—No señora—  dijo Lucy, Penny dijo lo mismo

—Iré a ver si sigue en su habitación—  dijo la señora Gleeson. Al llegar a la habitación, golpeo para ver si estaba

—¿Qué quieren? —  pregunto Nathan

—El desayuno está listo—  dijo después de haber entrado, todavía seguía acostado, así que fue a abrir las cortinas —Dese prisa, todos lo están esperando

—Dile a mi padre que no me siento bien—  se cubrió la cabeza cuando corrió las cortinas y entro la luz —Me duele el estómago

—¿Está enfermo? — pregunto acercándose a la cama

—Creo que fue algo que comí ayer—  seguía escondiéndose debajo de las cobijas




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.