El Engaño

Solo amigos

Varios de los que estaban jugando ya habían quedado fuera. Elliot, Matthew, Albert, Nathan y Amelia eran de los que quedaban, junto a otros dos hombres. Mientras jugaban, Amelia se dio cuenta de que Nathan había mejorado bastante, ahora entendía por qué Elliot y los demás tenían deseos de ganarle, él era el que más había ganado, aunque Albert no se quedaba atrás.

—Me retiro—  dijo uno de los hombres, había perdido todo lo que tenía

—Gracias por el dinero—  dijo Nathan mientras recogía las fichas

—Aprovecha mientras puedas—  dijo Elliot, habían comenzado a repartir las cartas para la siguiente partida —No creo que esta vez nos vayas a ganar a todos—  tomo sus cartas

—Ya lo veremos

Nathan también tomo sus cartas, Amelia no pudo evitar mirarlo, ese comentario llamo su atención, pero Nathan seguía sin verla, estaba concentrado en su juego. Al parecer esta vez sí jugaría en serio, no como cuando jugaron en la biblioteca. El juego continuo y el otro hombre que estaba en la mesa también termino retirándose, ahora solo quedaban ella, Nathan, Albert, Elliot y Matthew, los demás ahora eran espectadores. Por sus comentarios, todos querían que Nathan perdiera. Estaban impresionados de ver lo buena que era Amelia, ella también había logrado ganar bastante, todos estaban ansiosos de verlos jugar a los dos, de ver como Amelia le ganaba a Nathan.

—¡Maldición! —  dijo Matthew tirando las cartas sobre la mesa —No te digo lo que te mereces por respeto a Amelia, pero eres un infeliz

—Solo dilo, sabes que me gustan los halagos—  respondió Nathan riendo —Y más cuando vienen de perdedores

—Depende de ti que le cierres la boca

Le dijo a Amelia, quien no respondió, solo tomo sus cartas después de que las repartieron. El siguiente en salir fue Albert, el único que no se molestó con Nathan. Finalmente, Elliot también salió del juego.

—Ahora si vamos a ver si sigues tan confiado

Dijo Elliot cuando solo quedaron ellos dos. Repartieron las cartas e hicieron sus apuestas. Nathan había apostado todo lo que tenía para sorpresa de todos.

—¿Estás seguro? —  le pregunto Albert en voz baja —Recuerda que estás jugando contra Amelia

Nathan no le respondió, lo había hecho a propósito, sabía que Amelia necesitaría el dinero si pensaba irse a trabajar con Claire. Como ella no aceptaba su ayuda, lo haría sin que ella se diera cuenta, esa era una buena oportunidad para hacer que ganara todo, no quería que tuviera que depender de su familia. Ese día cuando se encontraron en la entrada de la casa, Nathan se dio cuenta de lo que paso con Charles, aunque no pudo escuchar de lo que hablaban, vio cuando Charles la abofeteo. Tuvo que contenerse para no salir y devolverle el golpe que le había dado a Amelia, pero sabía que eso solo le traería más problemas a Ella. Haría cualquier cosa por verla feliz y si alejarse de ella la hacía feliz, lo haría sin dudarlo, así se estuviera muriendo por dentro al verla con Elliot.

—¿Tan seguro estas de que vas a ganar? —  pregunto Elliot al ver que lo había apostado todo

—No, es solo que no quería sacarlos tan rápido del juego, además ninguno de ustedes valía la pena como para apostarlo todo

—Como me voy a reír cuando pierdas—  dijo Matthew, los demás también dejaron ver sus deseos de verlo perder por primera vez

—No deberían respirar por la herida—  respondió Nathan con una sonrisa —Eso solo hará que mi victoria sea mucho mejor

—Entonces yo también voy a apostarlo todo

Dijo Amelia al ver lo confiado que estaba. En verdad esperaba que le ganara, ya que saco el anillo para apostarlo junto con todo el dinero que había ganado. Nathan vio el anillo, no esperaba que lo fuera a apostar en ese momento. Albert también se sorprendió de ver que Amelia lo tenía, penso que ya se lo habia devuelto a Nathanl.

—¿Por qué apuestas ese anillo? —  pregunto Elliot cuando lo vio

—Ahora si podemos empezar—  dijo Amelia ignorando la pregunta de Elliot

Ahora si Nathan tenía más razón para perder contra ella, no era así como quería que se lo devolviera, quería tener un último juego con ella, pero los dos solos. Empezaron a jugar y Nathan no utilizo ninguno de los trucos que Amelia le había enseñado, pero igual hizo como si tuviera una buena mano, no quería que Amelia se diera cuenta de que había perdido a propósito. Todos los miraban atentamente, hasta que llegó el momento en el que tenían que mostrar sus cartas para ver quien tenía la mano más alta.

—Primero las damas—  dijo Nathan indicándole para que ella las mostrara primero. Amelia las puso sobre la mesa y todos se alegraron al ver que tenía una buena mano —Me ganaste

Tiro las cartas sobre la mesa sin mostrarlas, todos empezaron a felicitar a Amelia mientras se burlaban de Nathan porque finalmente había perdido, pero Amelia no dejaría que hiciera lo mismo que la vez que jugaron en la biblioteca, ese día también tiro las cartas sobre la mesa y no la dejo ver si de verdad había perdido.

—Quiero ver las cartas, quiero ver si de verdad perdió

Nathan volvió a tomar las cartas y las volteo para que todos se dieran cuenta de que de verdad había perdido, pero aun así, Amelia no quedo satisfecha con esa victoria. Durante el juego, Nathan había demostrado lo mucho que había mejorado, había dominado los trucos que le había enseñado, otra vez había perdido a propósito.

—Tenemos que celebrar la victoria de Amelia—  dijo Matthew mientras servía whisky para repartirlo —Y por la cara de perdedor de Nathan—  levanto su copa para brindar, los demás hicieron lo mismo

—No debiste haber apostado todo—  dijo Albert —Esta nunca te la van a dejar pasar

—Por supuesto que no—  dijo Matthew —Nunca vamos a olvidar la vez que te pusiste de confiado y perdiste todo

—Celebren todo lo que quieran—  dijo Nathan tomando un sorbo de su copa —Tuvieron que traer a Amelia porque ninguno de ustedes es capaz de ganarme—  levanto la copa haciendo un brindis por la victoria de Amelia




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