El Engaño

Sorpresa

—Buenos días— saludo Nathan sentándose en la mesa

—Buenos días—  dijo Richard —Te ves muy animado hoy

—Es solo que pase una buena noche

—Entonces puedes decirle a Kate que la esperamos este domingo para que nos acompañe a cenar—  dijo Emma

—Le preguntaré a ver que dice

—Tienes que convencerla—  dijo Catherine —Tengo muchas ganas de conocer a mi cuñada

—Por cierto—  continuo Nathan cambiando de tema —Necesito que me prestes el auto hoy, Albert y Claire me pidieron un favor

—En estos momentos Charles lo tiene, está con Ray, creo que regresaran a las once, si quieres cuando llegue le dices a Charles que te lleve

—No es necesario

—Mientras lo esperas puedes ayudarme a revisar los diseños de los nuevos motores, me los enviaron ayer

—Está bien, me interesa ver si son tan buenos como dicen

Después de que terminaron de desayunar, Nathan fue con su padre al estudio para ver los diseños, estaba muy interesado en ver cómo eran.

—¿Qué te parece? —  pregunto Richard

—En papel se ven bien—  dijo mientras los seguía viendo —Demasiado bien, ¿Cuándo dijeron que nos mostrarían el prototipo?

—En eso precisamente esta Ray en estos momentos, está con los ingenieros que lo construirán

—¿Cuánto se demorarán en tenerlo listo? —  dejo los planos sobre el escritorio

—Disculpe señor Richard—  dijo Liz entrando al estudio —Su correspondencia

—Gracias Liz—  recibió las cartas —No dijeron cuando lo tendrían listo—  dijo mientras miraba las cartas —Pero les deje claro que no haríamos ningún negocio hasta no ver cómo funciona…—  se detuvo al ver una carta que no tenía remitente

—¿De quién es esa carta? —  pregunto Nathan al ver que su padre la abrió de inmediato

—No tiene nombre, pero mira lo que dice—  le entrego la carta

—Tengan cuidado con los nuevos socios…—  Nathan comenzó a leerla en voz alta —… no son lo que dicen ser

—¿Qué opinas? —  pregunto Richard

—¿Quién crees que la haya enviado? —  se la regreso a su padre

—No tengo idea

—¿Ya te habían enviado otra antes?

—No, esta es la primera

—¿Qué piensas hacer?

—Me preocupa un poco, pero por el momento no haré nada, voy a esperar a ver si envían otra

—Si te digo la verdad, hay algo en ellos que no me agrada

—¿A qué te refieres?

—No sé, todas sus ideas parecen demasiado buenas, pero son solo eso, ideas, ¿Por qué esperar hasta ahora para construir el prototipo? ¿No hubiera sido más convincente si lo hubieran tenido listo cuando te contactaron?

—Por esa misma razón es que he llevado las cosas con calma, esta es una inversión muy grande, es mucho dinero el que está en juego—  saco un cigarro de la caja que tenía sobre su escritorio y lo encendió —Al igual que tú, yo también tengo mis dudas

—¿Y si envían otra?

—Eso significará que nuestras dudas serán ciertas—  soltó una bocanada de humo —Y tendré que reconsiderar esta inversión, además de que tendremos que encontrar a quien las envió  

Nathan estuvo de acuerdo con su padre, no debían tomar a la ligera esa carta. Como su padre ya había dicho, es mucho dinero el que tendría que invertir en ese negocio, y sea quien fuere el que envió esa carta, debía de conocer la compañía de Douglas, deberían encontrarlo para ver qué era lo que sabía.

—Buenos días Claire—  saludo Amelia al entrar al salón de té

—Hola Amelia—  se acercó para saludarla —¿Por qué no nos acompañaste ayer?

—Lo siento, pero tenía que irme

—Tenía muchas ganas de que conocieras a Kate, pero por eso le pedí que viniera hoy para que nos acompañe, estoy segura de que no demora en llegar

Amelia no supo que decir, Claire se veía contenta, y esta vez no tenía como escaparse. Treinta minutos después Kate llego, Claire fue quien la recibió y de inmediato la llamo para que la saludara.

—Bienvenida—  dijo Amelia sin saber que más decir

—Como estas—  respondió Kate

—Como te termino de ir anoche con Nathan—  pregunto Claire cuando estuvieron sentadas en la mesa

—Muy bien, pudimos conversar y arreglamos nuestras diferencias, estamos mejor que antes

—No sabes cuánto me alegro, así la vamos a poder pasar bien en la boda

—¿Tú también nos vas a acompañar a la boda Amelia? —  le pregunto Kate

—Sí, voy a ir con Elliot—  dijo forzando una sonrisa, sus palabras la habían confundido, Nathan le había dicho algo totalmente diferente

—Definitivamente tenemos que salir un día todos juntos—  continuo Claire —Podríamos arreglar un día para ir a la playa

—Me parece buena idea—  dijo Kate —A Nathan y a mí nos gusta mucho pasear en la playa, ¿te conté la vez que fuimos de vacaciones a Italia?

—Si recuerdo que me contaste

—Estamos pensando ir otra vez después de la boda

—No sabía que Nathan fuera tan romántico—  dijo Claire con una sonrisa pícara —Pero en verdad me alegro de que las cosas entre ustedes estén bien otra vez, espero que después tengamos noticias de que finalmente decidieron casarse  

—Creo que esa es la razón por la que me pidió que fuéramos a Italia—  Kate se dio cuenta de lo seria que estaba Amelia —Estoy segura de que me pedirá matrimonio

—Tendrás que hacérmelo saber de inmediato

—Tú serás la primera en saberlo

Amelia no quería seguir ahí, quería irse, no quería seguir escuchando a Kate. Ahora no sabía quién estaba diciendo la verdad, las palabras de Kate la hicieron dudar y mas al recordar cuando los vio abrazados, besándose, ya no sabía qué pensar.

—¿Qué les parece si vamos todas juntas de compras? —  pregunto Claire —Tú y Amelia necesitan comprar el vestido para la boda

—A mí me encantaría—  dijo Kate

—¿Qué dices Amelia? — las dos se quedaron mirándola

—No puedo ¿Quién se quedará atendiendo el salón?

—Se te olvida que soy la dueña, te daré permiso ese día para que nos acompañes




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