El Engaño

Capricho

—¡Alice mi amor, que te paso! —  Elizabeth corrió hacia ella al ver como estaba. Su vestido estaba sucio y su cabello desarreglado —¿Estás bien? ¿Qué te sucedió? —  comenzó a revisarla

—No te preocupes, estoy bien—  la alejo para que la dejara ir a sentar, su madre se sentó a su lado —Unos hombres me robaron

—¡¿Qué?!—  Elizabeth volvió a revisarla para ver que estuviera bien

—Estoy bien, no me paso nada—  Alice repitió para tranquilizar a su madre —Alguien me ayudo

—¿Quién?

—Uno de los chicos que están ayudando a Claire con las remodelaciones del salón, se llama Francis—  no pudo ocultar su sonrisa al recordar como lucho contra ellos y como la ayudo —Peleo contra ellos, eran tres y él se enfrentó solo contra todos y luego me acompaño hasta aquí

—¿Y cómo supo que te estaban robando?

—Pasaba por ahí y no dudo en ayudarme—  tomo las manos de su madre —¿Mama será que podemos invitarlo a cenar para agradecerle por haberme ayudado?

—No sé querida, no creo que sea conveniente, no se vería bien que una familia respetable invite a alguien como él a cenar con nosotros, no quiero imaginar que diría Elliot, ya ha sido muy amable el permitirnos quedarnos aquí

—Por favor mama—  no aceptaría un no como respuesta —Si él no me hubiera ayudado, quien sabe que me hubieran hecho esos hombres— agacho su rostro fingiendo llorar, sabía que así podía convencerla —Primero me rechaza Nate y no hacen nada por evitarlo y ahora que conozco a alguien que se preocupa por mí lo quieren alejar—  cubrió su rostro con sus manos y comenzó a llorar más fuerte

—Pero mi amor, es un hombre que no es de nuestra clase, tú te mereces alguien mejor

—Es el hombre que me salvo la vida, ¿Acaso no te parece suficiente?

—Mi vida no llores—  la abrazo para consolarla —Está bien, hablaré con tu padre—   dijo para que se calmara, pero no tenía ninguna intención de decirle a Robert

—Muchas gracias mama—  dijo aún con su rostro cubierto mientras seguía fingiendo que lloraba

No le importaba como, pero convencería a su padre también, quería volver a verlo, también quería mostrarle a Nathan de que ella también podía conseguir a alguien que de verdad se interesara por ella.

—¿A dónde te fuiste? —  le pregunto Andrew

—A asegurarme de ganar la apuesta

—No me digas que estabas con Alice—  dijo en voz baja y Francis asintió —Eso no significa que ya hayas ganado

—Ella quiere que conozca a sus padres—  sonrió triunfante

—Hasta no verlo no te creo

—No tendrás que esperar mucho

Francis no dijo nada más, solo continuo con su trabajo, Alice había quedado tan impresionada por lo que había hecho por ella, que sabía que la volvería a ver muy pronto, mientras tanto tendría que ir preparándose para ganarse la simpatía de sus padres. Tom volvió a escuchar lo que hablaban y en un momento en el que Andrew y Francis estaban distraídos, se acercó a Amelia.

—¿Podemos vernos esta tarde? —  preguntó en voz baja

—¿Sucedió algo? —  Amelia miro hacia donde estaban ellos, quería asegurarse de que nos los vieran hablando

—Necesitamos hablar—  dijo alejándose, Amelia quedó preocupada, pero en un momento en que sus miradas se encontraron, asintió para confirmarle a Tom que se verían, solo esperaba que no fuera nada grave lo que le tenía que decir.

Albert y Nathan llegaron a la empresa después de haber despedido a Kate, ese día finalmente habían quedado de conocer a los amigos de Charles que se estaban encargando de vigilar la casa para ver si podían descubrir quien estaba enviando las cartas, ya que no habían podido reunirse con ellos cuando habían quedado de hacerlo, su padre había estado muy ocupado y no había podido sacar tiempo, pero Nathan le había insistido en que debían saber quiénes eran.

—¿Aún no han llegado? —  Nathan le pregunto a su padre cuando entraron a su oficina y lo vieron solo

—Todavía no

—Esperemos que cumpla—  Nathan y Albert se sentaron —Me interesa saber si han descubierto algo

Mientras llegaban, Albert y Nathan ayudaron a Richard en el trabajo, solo fue hasta una hora más tarde que Charles llego

—Perdón por la tardanza—  dijo Charles al entrar, estaba acompañado de sus amigos, solo había llevado a los que les tenía más confianza, no quería que Ray se enterara de que habían ido a hablar con Richard

—¿Ellos son los que han estado vigilando la casa? —  pregunto Nathan sin dejar de verlos

—Sí, son de confianza

—¿Han logrado ver a alguien extraño acercarse? —  pregunto Richard

—Por el momento no—  Charles era el que hablaba por ellos

—¿En qué trabajan? —  Nathan quería saber a qué se dedicaban, ya que su apariencia no le dio mucha confianza, Charles se dio cuenta de que Nathan los estaba viendo con sospecha  

—Por el momento están buscando trabajo, la situación ha estado un poco difícil, por eso les ofrecí este trabajo de vigilancia

—¿A qué se dedicaban antes? —  Nathan continuo con las preguntas

Cada uno de ellos respondió un trabajo diferente, trabajos que eran bien vistos, como carniceros, trabajadores en construcción o panaderos, pero Nathan seguía sin convencerse, ya que, de nuevo, su apariencia decía lo contrario

—Puede que no lo parezcan—  dijo Charles al ver que no lograron convencerlo —Pero son hombres honrados— Nathan no dijo nada, solo ignoro el comentario de Charles

—¿Hay alguien que esté vigilando en estos momentos? —  pregunto Albert

—Sí, dos hombres se quedaron cerca

—Hay algo más que quisiera pedirles—  dijo Richard —Cuando sepan quién es, quiero que lo sigan, después de que sepan donde viven, quiero que me informen de inmediato

—Sí señor, como ordene

—Pueden retirarse— Charles salió junto con sus amigos —¿Qué piensan? —  pregunto Richard cuando se quedaron solo los tres

—Aunque Charles haya dicho que son de confianza, no me dieron esa impresión, hubo algo en ellos que no me gusto




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