Amargo despertar

Catherine no sabía cuánto habían corrido, pero ya no podía más, su pecho le ardía de lo rápido que estaba respirando. No sabía en qué momento había perdido uno de sus zapatos, pero su pie le dolía por correr descalzo sobre el asfalto.

—¡Ya no puedo más! — dijo casi sin aliento —No puedo correr más— se soltó de Tom tratando de recuperar un poco el aire

—No podemos detenernos— la volvió a tomar de la mano para continuar corriendo, tenían que llegar a la estación de policía, pero Catherine ya no podía seguir corriendo tan rápido como antes. Tom miró hacia atrás y los hombres estaban muy cerca, habían logrado alcanzarlos.

—Hasta aquí llegaron— dijo uno de ellos mientras los otros dos los rodearon, Tom se dio cuenta de que eran hombres de Ray

—Ya tienen lo que querían— se paró frente a Catherine para protegerla —Déjenla ir

—Entrégala

—No— Tom trato de retroceder, pero lo único que consiguió fue arrinconarse contra la pared de una casa, no tenía a donde ir, los tres hombres se iban acercando más y más, por la derecha, la izquierda y el frente. Catherine se ocultó tras él. Tom sintió como se agarró con fuerza de él.

—¿Crees que podrás con nosotros tres? —  pregunto el hombre en burla

Tom sabía que no podría con ellos, nunca se había enfrentado a nadie, no habida manera de que pudiera proteger a Catherine. Si tan solo hubiera tomado un atajo o se hubieran ido por algún callejón oscuro por donde no pudieran verlos, pero ya era muy tarde para escapar. En ese momento se escuchó un automóvil que se acercaba hacia ellos. Tom giró su cabeza hacia la derecha para ver si podía pedir ayuda, pero cuando se giró, el hombre que estaba a su izquierda lo golpeo en el rostro tumbándolo, de inmediato los otros dos comenzaron a golpearlo. El automóvil se detuvo frente a ellos, de lo que Tom alcanzo a ver, era el hombre que le había estado apuntando a Catherine en el estudio.

—No lo dejen levantarse— les ordeno a los tres hombres que seguían golpeando a Tom

—¡No me toques! — le grito Catherine cuando el hombre la tomo del brazo —¡Ayuda! ¡Ayúdenme! —  comenzó a gritar, pero el hombre le tapó la boca con la mano y tomándola de la cintura, la llevo hasta el automóvil, subiéndose con ella

—Mátenlo—  les dijo y después cerró la puerta del automóvil llevándose a Catherine

Los tres hombres continuaron golpeando a Tom, quien no pudo hacer nada para defenderse. Solamente pudo ver impotente como se llevaban a Catherine. Tenía todo su cuerpo golpeado, habían desfigurado su rostro, recibió varios golpes en la cabeza y aunque había perdido la conciencia, los hombres no dejaron de golpearlo. Solo se detuvieron cuando escucharon las sirenas de la policía.

—Larguémonos de aquí—   los tres salieron a correr dejando el cuerpo de Tom en el piso

Nathan había logrado mantener la velocidad sin estrellarse, el dolor de su brazo no le permitía controlar el volante, pero no podía desacelerar, todavía no había perdido al automóvil que los estaba siguiendo, y tenía que hacerlo si quería proteger a Joseph. Miro a su hermano y este estaba serio, su mirada estaba perdida, trato de hablarle, pero no le respondía, sabía que había quedado muy mal después de haber presenciado la muerte de sus padres. Apretó con fuerza el volante, les haría pagar por lo que hicieron, así fuera lo último que hiciera en su vida, pagarían por lo que le hicieron a su familia. Pero primero tenía que dejar a Joseph en un lugar seguro y regresar por Catherine. Aunque estaba oscuro, pudo reconocer la calle por la que iba, sabía que más adelante había un camino que era angosto, si se metía por allí, cabía la posibilidad de que pudiera perderlos, tenía que arriesgarse.

—Sujétate bien—  le dijo a Joseph

Tenía que hacer un giro cerrado a gran velocidad, nunca lo había hecho, pero no tenía otra opción. Miro hacia atrás y aún seguían cerca de ellos. Cuando llego el momento de girar hacia la izquierda, giro el volante todo lo que pudo, pero como solo lo sostenía con una mano, la fuerza del giro le hizo perder el control del volante y el automóvil se giró violentamente, estrellándose contra la pared de la casa de la esquina. Nathan quedó aturdido, como el automóvil había caído de lado, Joseph estaba encima de él, su cuerpo había servido para proteger a su hermano. El automóvil que los perseguía se detuvo en seco, así que no tuvo tiempo de ver que Joseph estuviera bien.

—Vete—  le ordeno a Joseph, mientras terminaba de romper el vidrio del frente —Corre hasta el puerto, nos veremos allí—  estaban cerca de una parada del ferri que recorría el río, así que fue lo único que se le ocurrió, sabía que, a esa hora, aún habría personas allí —¡Vete! —  le grito al ver que no hacía nada —Yo los distraeré, corre y no te detengas hasta que llegues

Al ver que no se movía, lo empujo tirándolo contra el piso, luego salió él, pero ahora no solamente su brazo le dolía, sintió un terrible dolor cuando apoyo su mano izquierda contra el piso para ponerse de pie, se había fracturado su muñeca en la caída, pero no tenía tiempo para preocuparse de eso.  Tomo a Joseph del brazo y lo jalo para que se levantara, lo empujó hacia la calle oscura, repitiéndole que se verían en el puerto. Cuando Joseph finalmente comenzó a correr, Nathan se fue en la dirección contraria. Paso por un pequeño espacio que había quedado entre la casa y el automóvil, lo que le dio ventaja para correr hacia el puente que estaba en el lado contrario, pero no pudo correr muy lejos, los hombres lo alcanzaron, lo tomaron del brazo que tenía herido y lo llevaron hasta la baranda del puente.

—Bastardo—  dijo golpeándolo en el estómago

—¿Qué hacemos con él? —  pregunto uno de los hombres —¿Lo llevamos de vuelta?

—No, si queremos quedarnos con su dinero, no podemos dejarlo con vida

—¿Entonces qué hacemos?

—¿Piensan que les van a dar algo? —  dijo Nathan recuperando su aliento —Solo los están utilizando, se desharán de ustedes, así como hicieron con mi familia—  esperaba poder ganar algo de tiempo para que Joseph se escondiera —Charles no es el tipo de persona que compartiría todo su dinero con basura como ustedes