—¿Me dijeron que me estabas buscando? — se sentó en la mesa donde estaba Francis
—Sí, necesito un favor, pero no quiero que ni Charles ni Andrew se enteren— ordeno dos cervezas
—¿De qué se trata?
—Necesito que se deshagan de alguien
—¿Quién es? — dejaron las cervezas sobre la mesa
—Es una mujer y su hija
—¿Dónde las encuentro? — bebió de su cerveza
—Quede de verme con ella pasado mañana
—¿Y cómo piensas pagarme?
—No sé si Charles ya te contó, pero muy pronto tendremos dinero suficiente, así que eso no será un problema
—Está bien, nos veremos cuando te vayas a encontrar con ella
Francis se sintió más tranquilo. Se dio cuenta de que mientras tuviera dinero, podría hacer lo que quisiera. Esperaba que Adam no le fuera a decir nada a Charles y a Andrew, pero no tenía a quien más acudir, no conocía a nadie en Londres que pudiera ayudarlo. La primera persona en la que pensó para deshacerse de Penny, fue en él, ya que había demostrado lo bueno que era cuando desapareció al investigador que había contratado Richard y a los hombres que trabajaban para Ray, no había dejado ningún rastro de ellos, así supo que él era el indicado. Adam era un hombre grande y fornido, calvo y con una espesa barba, tenía una gran cicatriz que recorría su rostro desde la frente hasta su mejilla izquierda, no supo cómo lo conoció Charles, pero era muy ventajoso tener a alguien como el de su lado.
—Ya puede regresar a casa— dijo el doctor —Tendrá que empezar a alimentarse bien y descansar lo suficiente
—Gracias doctor— dijo Charles
La enfermera ayudó a Amelia a levantarse y arreglarse. Había pasado todo el día en el hospital, solo la dejaron salir después de haber comido y descansado, así pudo recuperar las fuerzas y aunque no quería, tuvo que regresar con Charles y Andrew a la posada donde ellos se estaban quedando.
—¿Se supone que me voy a tener que quedar aquí con ustedes? — esa era la primera vez que entraba allí. Era un cuarto con cuatro camas, una mesa, la cocina estaba a un lado y el baño era de uso compartido con los demás inquilinos
—Solo será por esta noche— dijo Andrew —Mañana buscaremos otro lugar para quedarnos
—Andrew y yo pasaremos la noche en otro lado, así que podrás dormir tranquila— aclaro Charles al ver la mala cara que estaba haciendo Amelia —A partir de ahora tendrás que cuidarte, ese bebe es muy importante para nosotros, es el único heredero, no podemos permitir que nada le pase
Amelia no dijo nada, no iba a permitir que las palabras de Charles la alteraran, no podía darse el lujo de molestarse, a partir de ahora no haría nada que pudiera poner en peligro a su hijo. No le gustaba para nada tener que depender de sus hermanos, pero de las opciones que tenía, esta era la que era más conveniente y Charles se lo confirmo, mientras estuviera con ellos, nada le faltaría a ella ni a su hijo. Se sentó en una de las camas después de que Charles y Andrew se fueron, no podía imaginar lo que dirían Albert, Claire y Elliot cuando se enteraran de que estaba embarazada de Nathan, no sabía si Kate seguía con ellos, pero se sintió mal por ella, sabía que sería muy duro saber de su embarazo, pero no había nada que pudiera hacer. Al otro día, Charles iría a hablar con el abogado de Richard para contarle que estaba esperando un hijo de Nathan.
Esa noche no pudo dormir casi nada, se sentía muy emocionada de saber que sería mama, ya no se sentía sola, sentía que Nathan estaba con ella. Solo deseaba de todo corazón que su hijo, fuera niño o niña, se pareciera a Nathan, quería que tuviera sus ojos verdes y su cabello negro, su hermosa sonrisa y su mirada soñadora, quería poder verlo en el rostro de su hijo, pero a pesar de toda la emoción y la ilusión que sentía por esa maravillosa noticia, una sombra de incertidumbre la angustiaba, aunque por el momento había logrado conseguir un poco de estabilidad, no sabía cuánto tiempo duraría. La amenaza de Albert estaría siempre presente, amenazando con acabar con esa estabilidad, por eso no podía quedarse sin hacer nada, desde ahora tendría que empezar a buscar una forma de asegurar el futuro de su hijo. Lo más probable era que Albert no aceptara a su hijo como heredero, si tan solo tuviera a alguien que cuidara de él en caso de que todo se descubriera y ella terminara en la cárcel, pero en ese momento recordó que, si había alguien, Penny. Tenía que buscar la manera de ir a la casa de campo para verla, tenía que saber cómo estaba y como estaba su hijo, se había olvidado de ella, pero ahora era la oportunidad de ir a buscarla. A la mañana siguiente, Amelia salió hacia el hospital, quería ir a ver a Tom, no espero a encontrarse con sus hermanos.
—Buenos días— saludo Amelia cuando entro al cuarto de Tom
—¿Cómo estás? — pregunto una de las enfermeras cuando la vio entrar —Nos contaron que te desmayaste ayer
—Sí, estoy bien, no fue nada— no quiso contarles de su embarazo, ya que no quería dar más explicaciones, sabía que era inevitable que preguntaran quien era el padre y también sabía la reacción que tendrían cuando dijera que era Nathan —Es solo que no he estado descansando lo suficiente
—Ahora si me vas a hacer caso de ir a descansar a tu casa— dijo otra
—Sí, esas fueron las órdenes del doctor— respondió sonriendo, se había hecho muy buena amiga de ellas —Solo vine a pasar un rato con Tom, después me iré
—Ya cambiamos sus vendas, así que puedes sentarte tranquila
—Muchas gracias— las enfermeras salieron dejándolos solos —Te tengo una gran noticia— se sentó a su lado y tomo su mano —Estoy embarazada— le susurró al oído —Ahora el hijo de Penny ya tendrá con quien jugar— sonrió ante esa idea —Voy a ir a buscarla a la casa de campo, quiero saber cómo está— suspiro con preocupación —A partir de ahora las cosas van a cambiar, Charles logro hacer que le dieran todos los bienes del señor Richard, lo nombraron tutor legal de Joseph y ahora que estoy esperando un hijo de Nathan, tendrá aún más control sobre todo, pero también sé que esto no durara para siempre, por eso tengo que empezar a buscar una manera para que todos ustedes estén bien y no se vean involucrados, por eso es que tienes que despertar, tú eres el único que puede proteger a Penny y a los niños— se levantó y beso su frente —Ya no podré estar contigo todos los días, pero me aseguraré de que sigas recibiendo los mismos cuidados