El paso del tiempo

—¿Acaso están locos? —  dijo Albert molesto por lo que había escuchado

—Cálmate por favor—  le dijo Claire

—Albert, compórtate—  lo regaño su madre —Alice ya había hablado con nosotros sobre eso, estuvimos hablando con tu padre y decidimos aceptar a Francis en nuestra familia— Albert le iba a reclamar, pero Claire lo detuvo 

—Así es—  dijo Alice poniendo su otra mano sobre la de Francis —Les dije a mis padres que Francis podría estar a nuestro nivel y como puedes ver, se ha convertido en un hombre de negocios

—Hasta ahora está empezando—  aclaro Albert

—Albert— dijo su padre —Tu madre y yo lo pensamos mucho, esto no fue una decisión de un momento, Alice nos prometió que Francis alcanzaría una posición social en la que pudiera mantener una familia y lo cumplió, si nosotros lo aceptamos tú también tendrás que aceptarlo

Albert tuvo que morderse la lengua para no decir nada, pero ganas no le faltaron. La sola idea de su hermana casada con ese asesino le hizo hervir la sangre de la rabia. Si tan solo hubiera conseguido alguna prueba, algo, por más mínimo que fuera para probar su culpabilidad, pero no había encontrado absolutamente nada, el investigador no había encontrado nada, pero aún tenía tiempo, hasta ahora empezarían a salir, tenía que evitar que siguieran juntos como fuera. El resto de la cena Albert permaneció en silencio, era mejor no decir nada al escuchar todas las ridiculeces que decía Francis sobre su futuro negocio, pero de nuevo, ganas no le faltaron.  Finalmente, la cena termino, Albert se levantó de la mesa, se despidió de todos y se fue, no aguantaba un minuto más.

—Muchas gracias por la invitación—  dijo Claire poniéndose de pie —Disculpen a Albert, pero se estaba sintiendo un poco cansado, que pasen buena noche—  salió rápidamente para alcanzarlo, se había quedado en la entrada esperándola   

—Perdón por salir así—  dijo cuando la vio —Pero ya no podía seguir fingiendo

—No te preocupes—  lo abrazo —Entiendo muy bien cómo te sientes—  Albert la rodeo con sus brazos —Hablaré con Alice, trataré de convencerla para que no siga con el

—Te lo agradecería, no podría ver como mi hermana se casa con ese imbécil

—Eso no pasará, tú sabes cómo es Alice, solo está encaprichada con él, la llevaré conmigo para que conozca a otras personas 

De verdad, Albert esperaba que Claire pudiera convencerla para que se alejara de Francis. Se sentía tan impotente, sabia la verdad, pero no podía demostrarla. Ya faltaba un mes para que Amelia diera a luz, confiaba en que podría comprobar que Nathan no era el padre. Había hablado con Benedict y no había forma de evitar que ese niño recibiera la herencia si Joseph o Catherine no aparecían. Desde que charles se había hecho cargo de la empresa, esta se había mantenido, sus ventas no habían disminuido, había empezado a ganarse la confianza de los clientes y amigos de Robert, eso también lo enfurecía, ya que su padre también había empezado a confiar en él y ahora que había aceptado la relación de Alice con Francis, sabía que no pasaría mucho para que volviera a retomar sus negocios con Charles. Después de la muerte de Richard, su padre había separado su empresa de la de Richard, puesto que no sabían qué sucedería con ella, pero ahora que las cosas estaban estables, había pensado continuar con su sociedad.

Amelia ya había acomodado a Tom en su cuarto, ya no tenía que ir hasta el hospital, lo que fue de gran alivio para ella, ya que, por su avanzado estado de embarazo, se agotaba mucho cada vez que iba. Desde entonces no había vuelto a salir, esperaba que en algún momento las murmuraciones sobre ella terminaran, si nadie la veía no tendrían de qué hablar. Aún le preocupaba Penny, pero en esos meses no supo nada de ella, seguía esperando que en algún momento tocara a su puerta, no era un secreto donde vivían, así que no sabía por qué no había ido a verla. En un momento llego a pensar que se habría encontrado con Francis y este le habría dicho algo, pero le pregunto y él negó que la hubiera visto. Solo le quedaba esperar.

—Hoy está haciendo un día hermoso—  dijo mientras abría las cortinas del cuarto del Tom —Estoy segura de que aquí te podrás recuperar más rápido

Comenzó a preparar todo para asearlo, hacía una semana que había empezado a hacerlo ella sola, le tomaba mucho tiempo hacerlo, pero ya estaba tomándole la práctica, aunque en esa mañana sería diferente. Cuando lo iba a girar para cambiar sus sabanas, sintió un fuerte dolor en su vientre. Se detuvo un momento para recuperarse, pero los dolores no se detuvieron, comenzó a sentir unas fuertes contracciones. Se sentó un momento esperando a que le pasaran, pero no pudo aguantar más. Se levantó y salió del cuarto para buscar a sus hermanos, pero en el camino, se sintió mojada, eso la asusto aún más, ya que todavía no era el momento para que su bebe naciera.

—¡Andrew! —  lo llamo antes de que saliera de la casa, Francis estaba con él

—¿Qué te pasa? —  pregunto al ver que se estaba sosteniendo de la pared

—Creo que ya va a nacer— Andrew corrió hacia ella para ayudarla a sostenerse

—Ve a llamar a la partera— le ordeno a Francis

—Ya voy tarde, llámala tu—  abrió la puerta para salir

—¡Si te llegas a ir, te juro que te moleré a golpes!, ¡ve a llamarla de una vez!

—Está bien—  giro los ojos fastidiado

Andrew la alzo y la llevo hasta su habitación. Media hora después, llego la partera con su ayudante, mientras tanto Andrew le volvió a ordenar a Francis para que fuera a avisarle a Charles.

—¿Qué sucedió? — pregunto la mujer más mayor —Todavía no es momento para que nazca, ¿Qué estabas haciendo?

—Estaba en el cuarto de Tom, lo estaba girando para cambiar sus sabanas, cuando sentí un fuerte dolor

—¿Y lo estabas haciendo sola? —  Amelia asintió —Esa fue la razón por la que se te adelanto el parto, no debiste hacer esa fuerza, será mejor que vayamos alistando todo—  le ordeno a su joven ayudante —Este bebe nacerá hoy mismo—  dijo después de revisarla