El Engaño

Momento de pagar

—Muchas gracias por traerlo—  dijo Amelia recibiendo a Jonathan

—Que pasen buena noche— Ralph se despidió

—¿Y ese carrito? —  pregunto Amelia cuando vio el carrito de madera

—Me lo dio un amigo de mi papá—  se sentó en el comedor, Amelia siempre lo recibía con unas onces

—¿Un amigo de tu papá? —  se sentó a su lado —¿Qué amigo? —  Jonathan no supo qué decir, se le había olvidado la promesa que había hecho de no decirle nada a su madre

—No sé, no lo había visto antes—  respondió con la boca llena

—¿Te dijo como se llamaba? —  Amelia tenía mucha curiosidad de saber quién era

—No me dijo su nombre—  no le gustaba mentirle a su madre, pero no quería romper su promesa —Después me fui a jugar con Phil y Steven

Amelia se quedó pensando quien pudo haber sido, aparte de Albert y Elliot, no conoció otro amigo de Nathan, aunque después recordó la fiesta a la que la llevo Elliot, cuando jugo a las cartas con Nathan, había varias personas reunidas allí que lo conocían, tal vez se tratara de alguno de ellos. Se alegraba cada vez que alguien era amable con su hijo y estaba segura de que Nathan también agradecería que lo trataran bien. Amelia solo pudo imaginar cómo sería si Nathan estuviera con ellos, ella estaría encantada de recibir a sus amigos, de haber tenido la oportunidad de conocerlos, pero eso nunca sucedería.

 

Después de salir de la casa de Albert, Nathan no regreso a su casa, quedo de encontrarse con alguien, fue a uno de los bares que solía frecuentar su padre cuando estaba vivo, necesitaba pensar en su próximo movimiento y ese era el mejor lugar para hacerlo. Mientras había ido por Catherine, había enviado algunos hombres para que investigaran a Francis, Tom, Andrew y Charles, pero ahora que sabía que Tom no estaba, decidió dejar a Francis de primeras. Había decidido ir por Tom primero, ya que sabía lo mucho que Amelia lo quería, pero no esperaba que se hubiera ido, tenía que investigar a donde había ido y a quien había ido a buscar. 

—¿Qué información me tienes? —  el hombre con el que se iba a ver ya lo estaba esperando

—Aquí tengo todo lo que encontré—  le entrego unos papeles —Ya pudimos descubrir donde vivían antes de ir a trabajar con su familia, es un pueblo muy pequeño llamado Tolva, es un nido de rufianes de todo tipo, eran muy conocidos por ser estafadores, ahí está todo lo que hacían cuando vivían allí

—¿Eran todos?

—Sí señor, solían utilizar a los dos menores, en especial a la mujer, Amelia, para ganarse la confianza de sus víctimas y así poder robarles todo—  esa fue la misma táctica que usaron con su familia, Amelia solo era la distracción mientras ellos planeaban todo — En cuanto a lo que están haciendo ahora, Charles y Andrew son los que se encargan de manejar la empresa de su padre, por el momento no he encontrado nada raro, parece que todo lo manejan de manera legal, incluso han logrado hacerla crecer más— Nathan revisaba los papeles mientras hablaban —En cuanto a Francis, su empresa de importaciones es una de las más importantes, pero así mismo le sirve como tapadera para su negocio de contrabando

—Necesito que me solicites una cita con Francis, quiero reunirme con él lo antes posible

—Si señor

—Dile que estoy interesado en importar desde Francia, déjale claro que estamos hablando de mucho dinero

—Iré mañana mismo a solicitar la cita, ¿algo más?

—Sigue investigando a Andrew y a Charles, también quiero que alguien me averigüe a donde se fue Tom

—Si señor—  el hombre se puso de pie

—¿Han logrado encontrar algo sobre Joseph? —  pregunto antes de que se fuera

—Todavía no, le hemos preguntado a todos los del puerto y nadie sabe nada, pero estamos siguiendo el rastro de un grupo de niños que solía frecuentar el puerto por esa época, tal vez ellos sepan algo

—Está bien, avísame de cualquier cosa que encuentren— el hombre se fue dejándolo solo

Nathan aún no perdía la esperanza de encontrar a Joseph, nunca dejaría de buscarlo, no descansaría hasta saber qué sucedió con él. Continúo leyendo los papeles, quería saber cómo era que Francis manejaba su negocio y a quienes tenía a cargo del contrabando. Vio que había comprado al jefe de la policía. Eso no se lo esperaba, podría complicar las cosas, pero si Francis pudo comprarlo, solo tendría que ofrecerle una cantidad superior de lo que Francis le estaba dando. Ya eran las once de la noche, decidió regresar, mañana le esperaba un día muy largo, aún tenía muchas cosas que terminar de organizar.

—Buenos días—  lo saludo Catherine, cuando bajo para desayunar —¿A qué hora llegaste anoche, no te escuche?

—Llegué tarde, no quise despertarlos— se sentó a la mesa y Penny le sirvió el desayuno

—¿Cómo te fue con Jonathan?, te estuve esperando para que me contaras

—Me fue muy bien—  dijo sonriendo, sentía una enorme felicidad cada vez que lo recordaba —Es un niño muy inteligente, ¿Sabías que le gusta la medicina?, Me dijo que quería ser doctor cuando fuera grande— Catherine no decía nada, le gusto verlo hablar de su hijo, verlo tan feliz. Le siguió contando todo lo que hablo con Jonathan y todo lo que él le contó sobre él, aunque sin decirle que era su padre—  Este sábado iré a verlo, hay un festival y los niños de la escuela harán una presentación

—¿Y si ella te ve? —  los niños ya habían terminado de comer y se habían ido a jugar al jardín —¿No dijiste que todavía no querías que supiera que estabas vivo?

—No te preocupes, habrá mucha gente, me haré en un lugar donde no pueda verme, no pienso perderme su presentación por nada del mundo

—Quisiera poder acompañarte, pero ya quedé de verme con Claire

—No te preocupes, más bien dime como te fue con ella

—Fue muy amable conmigo, en verdad me hizo sentir otra vez en casa, estoy tan feliz de haberla vuelto a ver

—Me alegro, le diré que puede venir todas las veces que quiera




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