El Engaño

Un nuevo plan

Una semana paso y Nathan finalmente había logrado conseguir una cita con Francis, pero solo la tendría hasta el siguiente jueves. Durante esos días, había comenzado a investigar al jefe de la policía, quería ver cómo podría comprarlo. Era un hombre que le gustaba mucho la bebida y las mujeres, Francis le había abierto una cuenta en uno de los mejores bares de Londres, donde podía tomar todo lo que quisiera, además de que le conseguía todas las mujeres que quisiera, por suerte sería fácil ponerlo de su lado.

—Te esperaré mañana—  le dijo Albert, lo había invitado a comer, los dos estaban solos otra vez, Catherine y Claire habían vuelto a salir junto con los niños

—¿Amelia lo dejo quedarse el fin de semana?

—No, dijo que tenían algo que hacer el domingo, pero el próximo fin de semana si lo dejara

—¿Dijo que harán?

—No, Ralph dijo que tenían un compromiso

—Está bien, tengo tantos deseos de verlo que no importa que solo sea un día

—Ahora tendré que llevar a Philip a donde él quiera, para que no se moleste por no dejarlo jugar con Jonathan—  acompaño a Nathan hasta la puerta

—Después te compensaré por todo

—Ya sabes cómo puedes hacerlo, déjame ayudarte a librar a mi hermana de ese bastardo de Francis

—Después de que hable con él, necesitaré tu ayuda

—Aquí te esperaré—  se dieron la mano —Es una suerte que Claire, ahora se la pase con Catherine, tendremos mucho tiempo para planear todo

No podía esperar para reunirse con Francis, finalmente todo daría inicio, poco a poco se iba acercando a cumplir su venganza. Pero en lo único que podía pensar ahora era en ver a Jonathan, su hijo era el motor que lo hacía seguir adelante. El sábado se levantó temprano, quería pasar todo el día con Jonathan.

—¿Cuándo vas a traerlo? —  pregunto Catherine —Tengo muchas ganas de conocerlo

—Yo también quiero traerlo, pero no quiero arriesgarme, la última vez que lo vi, me dijo que casi le dice a Amelia sobre mí, así que creo que lo mejor es esperar un poco más

—Está bien—  lo abrazo —Espero que te diviertas mucho con él

—Gracias— beso su frente y salió hacia la casa de Albert

Nathan le había pedido que fuera por él temprano, como solo era un día que podían estar juntos, quería aprovecharlo al máximo. Ese día Claire se volvería a encontrar con Catherine, pero solo se llevaría a las niñas, Albert saldría con sus hijos. Nathan ya había planeado todo el día, había muchos lugares a los que quería llevar a su hijo, lugares que solía frecuentar con su familia, sitios a los que sus padres los llevaron cuando eran niños.

—Veo que hablabas en serio cuando dijiste que ibas a madrugar—  dijo Albert saludándolo

—Quiero pasar todo el día con mi hijo

—Lo sé, por eso Ralph no demora en llegar con Jonathan— siguieron a la sala —Puedes quedarte a esperarlo, ya le dije a Julie que pueden quedarse aquí

—¿Te vas a ir?

—Sí, ya le prometí a Philip y a Steven que los llevaría a la playa, regresaremos en la noche, también le dije a Ralph que lleve a Jonathan cuando tú le digas

—Muchas gracias

—Ya te dije que no tienes que agradecerme—  puso su mano sobre su hombro —Es lo mínimo que puedo hacer

Albert se fue con los niños y Nathan se quedó en sala esperando a Jonathan. No tuvo que esperar mucho, al poco tiempo que Albert salió, Ralph llego junto con Jonathan.

—Hola—  Jonathan lo saludo, mientras miraba a todos lados —¿Dónde están los demás?

—Salieron, pero Albert me pidió que te acompañara hoy, si te parece bien

—Si—  asintió contento —Quiero que me sigas hablando de mi papá 

—Por supuesto—  se agachó para quedar a su altura —Que te parece si vamos a los lugares que tu padre solía visitar cuando era niño

Jonathan comenzó a saltar de alegría, lo ponía muy feliz todo lo que tuviera que ver con su padre y Nathan también se alegró de ver como se emocionaba por saber más cosas de él. Nathan le dijo a Julie que saldrían y que regresarían más tarde. El primer lugar al que llevo a Jonathan, fue a la tienda de juguetes donde su padre siempre los había llevado. Una de las cosas que más le gustaba a Richard hacer con sus hijos, era comprar unos barcos de madera y armarlos junto con él y con Joseph y después se iban al lago del parque y allí jugaban con los barcos.

—Puedes escoger el que más te guste

—¿Cualquiera? —  pregunto Jonathan mirando el más grande que había

—Si

—Quiero este—  dijo señalándolo

—Denos este por favor—  le dijo al encargado. Después de pagarlo, fueron al parque —Esta era una de las cosas que más le gustaba hacer a tu padre con tu abuelo y tu tío Joseph—  se sentaron sobre el césped— Solían venir aquí para armar los barcos y luego jugaban con ellos en el lago—  miro con nostalgia el parque, recordó lo bien que la pasaban y lo mucho que se divertían

—¿Tú también venías con ellos? —  pregunto mientras sacaba todas las partes para empezar a armarlo

—Si— dijo sonriendo —Déjame ayudarte

Los dos empezaron a armarlo, una vez estuvo terminado, lo pusieron sobre el agua. Amarraron una cuerda delgada para después recuperarlo. Estaba haciendo mucho viento, así que lo llevo lejos. Jonathan corría detrás de él y Nathan iba a su lado indicándole como debía jalar la cuerda para guiarlo. Le gusto verlo tan feliz y escuchar su risa, fue el sonido más hermoso que había escuchado. Después que Jonathan recupero el barco, fueron al zoológico, su padre también los había llevado muchas veces cuando eran pequeños y ahora él también haría lo mismo con su hijo.  

—A tu abuelo le gustaba mucho traer a tu padre y a tus tíos al zoológico—  comenzó a decir mientras caminaban por el zoológico, Nathan lo llevaba tomado de la mano




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