—Nathan— dijo Penny al abrir la puerta —¿Qué paso con Albert? ¿Cómo está, Jonathan? — quiso preguntarle por Amelia, pero no fue capaz de hacerlo
—Albert está bien, se recuperará— Jonathan seguía durmiendo, tenía su cabeza apoyada en su hombro —Vine a dejar a Jonathan, no ha comido nada desde ayer— comenzaron a caminar hacia su habitación —Déjalo descansar— lo acostó en su cama —Cuídalo mientras tanto
—Por supuesto, iré a prepararle algo de comer para cuando despierte— salió de la habitación
—¿Dónde estamos? — se despertó al sentir el frío de la cama
—Estás en mi habitación— lo arropo
—¿Dónde está mi mamá? — se frotó sus ojos, aún tenía sueño, se sentía muy cansado. Nathan no sabía qué decirle, odiaba volver a estar en la misma situación que antes, pero no podría ocultarle la verdad por mucho tiempo.
—Primero tienes que descansar y después comer algo, ahora tengo que salir, pero cuando regrese, iremos a ver a tu mamá
—Está bien— Nathan beso su frente y Jonathan siguió durmiendo
No podía imaginar lo cansado que debería estar, todo lo que tuvo que presenciar esa noche, aún era muy pequeño para entender todo lo que había pasado, hubiera deseado que Jonathan no hubiera tenido que pasar por todo eso. Nathan sacó una muda de ropa limpia, luego fue a darse un baño y a cambiar el vendaje de su brazo. Él también se sentía muy cansado, esa noche había sido muy larga, pero aún tenía muchas cosas por hacer. Una vez estuvo listo, salió para ir a la estación, pero al bajar se dio cuenta de que Penny le había preparado algo de comer.
—Gracias, pero no tengo hambre— dijo al ver la comida —Regresaré más tarde, ten listo a Jonathan, dile que lo llevaré a ver a Amelia
—¿Dónde está Amelia? — pregunto finalmente
—Donde debe estar, en la cárcel
Salió rápidamente, no quería que Penny le siguiera preguntado por ella. Ahora que ya era una realidad que estaba en la cárcel, le estaba empezando a costar aceptarlo. No sabía cuántos años tendría que pasar encerrada, pero algo, muy en el fondo de él, no quería que eso sucediera. Max ya estaba listo esperándolo afuera. Nathan se subió al automóvil y regresaron a la estación. Antes de hablar con Amelia, tenía que ver cómo iban las cosas con los hombres que habían arrestado. Max le dijo que James era uno de ellos, también quería saber cómo iba el caso contra Charles, Francis y Andrew, en ese momento recordó que Stanley lo iba a llevar a hablar con Andrew, pero no pudo hacerlo, pero apenas tuviera la oportunidad, hablaría con él, quería ver que tendría para decirle.
—Soy Nathan Foster— dijo cuando entro a la estación, hablo con uno de los oficiales que estaban en la recepción —Quisiera hablar con el comandante
—Él también quiere hablar con usted— dijo el oficial llevándolo a su oficina, Max se quedó afuera esperándolo
—El señor Nathan Foster está aquí— dijo el oficial después de tocar dos veces a la puerta, estaba abierta, así llamo su atención
—Siga— le indico que se sentara mientras terminaba de revisar unos documentos que tenía sobre su escritorio —Estamos terminando de reunir las pruebas en contra de los señores Charles y Andrew Wells. También necesito que me diga otra vez como sucedieron las cosas hace ocho años, su abogado me comento que su hermana está con usted— Nathan asintió —Necesito que ella también venga a declarar
—Está bien, la traeré, pero antes necesito ir a ver a Amelia y Andrew
—Lo siento, pero no se puede, en estos momentos están siendo investigados, solo sus abogados pueden hablar con ellos
—Mi hijo quiere verla
—Puede hacerlo después del juicio
—Ella está embarazada, tengo que saber si está bien
—¿Y es suyo?
—Sí, no puedo dejar que le pase nada a mi hijo
—¿Entonces ella sabía que estaba vivo?
—Solo lo supo hace poco
—Veo que no perdieron el tiempo— lo dijo en un tono que molesto a Nathan —No se preocupe, aquí estará bien. Aunque no puedo decir lo mismo si la llegan a declarar culpable y la envían a la prisión, así que deberíamos dejar de perder el tiempo, entre más rápido reunamos toda la evidencia, más rápido se hará el juicio y podrá verla.
Nathan no siguió insistiendo, era mejor hacer lo que le decía. No sabía qué decirle a Jonathan, esperaba ver a Amelia, pero ahora no podría. No sabía cuánto tiempo tomaría el juicio. Después de terminar su declaración, fue al hospital para que Catherine también declarara en contra de ellos, pero cuando iba saliendo de la estación, vio a Stanley.
—Espere— le grito llamando su atención, Stanley se giró
—Señor Foster
—¿Cómo está, Amelia? — hizo una pausa —¿Ya sabe lo de Tom?
—Sí, ya lo sabe— él también hizo una pausa —Y ya debe imaginarse como esta
—Necesito verla, tengo que saber si está bien, que mi hijo está bien
—No puedo, el comandante dio órdenes estrictas de que nadie hable con ellos, no he podido volver a verla
—Tiene que dejarme verla, Jonathan quiere verla— insistió
—Quisiera poder ayudarlo, pero de verdad no puedo
—¿Ni siquiera con Andrew? — le recordó —Me dijo que me dejaría hablar con él
—Sí, pero eso fue antes, ahora es imposible— Stanley se dio cuenta de que estaba preocupado por ella, no solo por su hijo. Se notaba que aún sentía algo por ella, pero le estaba costando aceptarlo —No se preocupe, yo me encargaré de que esté bien
Nathan se fue sin decirle nada, solo asintió como agradecimiento. Se volvió a reunir con Benedict para ver si él podría ayudarlo a ver a Amelia, pero también le dijo que no podía, que solo podría hacerlo en el juicio o después de este. Al igual que el comandante, le dijo que entre más rápido reunieran todas las pruebas y los llevaran a juicio, más rápido podría verla. Benedict se quedó en la estación para ayudar a James y a sus otros hombres para que los liberaran. Él también se encargaría de que Amelia estuviera bien. Nathan regresó al hospital para llevar a Catherine a la estación, sus declaraciones eran vitales para mandarlos a la cárcel de una vez por todas.