En un pequeño campamento ubicado en el bosque Turk, un hombre de cabello oscuro y ojos de color obsidiana se encontraba frunciendo el ceño mientras sostenía algunos documentos en sus manos. Cada vez que leía sobre problemas eran como dolores de cabeza; este tipo de trabajo era completamente desagradable, para él era más fácil ir al campo de batalla y derramar la sangre enemiga que lidiar con los decretos emitidos por el emperador.
Los guardias en la habitación observaban con temor al hombre ubicado en el escritorio, cuando hacia ese tipo de expresión era mejor no respirar, aunque era una persona respetable, era muy temido. Aun así, cada uno de ellos daría su vida y lealtad a ese hombre.
—Archiduque, el comandante Zyro ha llegado y pide verle— dijo un joven soldado que custodiaba la entrada de la carpa.
—Que entre— ordeno.
Al instante Zyro entra, y hace una reverencia.
—Su alteza, la princesa Harlikc ya se encuentra en el ducado. También averigüe que las personas que la perseguían esa noche eran contratadas por la familia Aston — mira al hombre que no decía nada, ni siquiera una mirada hacia él, solo concentrado en los documentos — Su alteza ¿piensa hacer algo al respecto?
Aunque sabia como era el Archiduque Caín Edevane, tenía curiosidad por su respuesta, después de todo no es conocido por ayudar a personas, y esa noche ayudo a la princesa Harlikc.
Al escuchar lo último coloco los documentos sobre el escritorio, alzando su rostro sin expresión alguna su mirada cayó sobre Zyro. Este ultimo siente que dijo algo mal.
—Su alteza, solo pensé…
—Piensas demasiado— respondió volviendo su atención a los documentos, luego hablo — Volveremos a la capital para el banquete de invierno. Diles a todos.
Escuchando las ordenes de Archiduque, Zyro y los otros hombres salen de la carpa. En su mente Zyro se maldijo así mismo por sus propios pensamientos. En algún momento sintió que quizás el Archiduque tendría interés en la princesa, pero al parecer estaba equivocado, la mente de ese hombre solo estaba puesta en matar al enemigo.
El Archiduque Caín Edevane es conocido como un diablo lleno de sed de sangre en todo el imperio, aunque su nombre es famoso, su rostro es desconocido debido a que heredo su puesto desde los doces años y a partir de entonces ha pasado su vida en los campos de batalla, cubierto de arena y sangre. Aunque ha tenido mujeres, estas no duran mucho debido a la misma forma de ser de Caín, se aburre demasiado rápido, y cuando estas llegan a cruzar su línea de fondo las puede llevar a la muerte, por eso ningún noble se atreve a presentar a sus hijas como material de esposa a la casa Edevane.
Mientras Zyro seguía pensando, en la carpa por unos segundos los ojos color obsidiana miraban al vacío pensando en lo escuchado hace un momento, pero luego continuo su labor.
Pronto en toda la capital las invitaciones a la fiesta de té de la princesa Aston llenaron de furor a todas las damas de alta sociedad, el cupo en este tipo de fiestas era limitado, y solo las principales casas de la facción cercana a la familia Aston era invitada, pero esta vez hubo varias excepciones y por tal razón la capital estaba alborotada, no solo la princesa de la casa Harlikc había confirmado, sino que también algunas casas por debajo de nivel de conde recibieron invitación.
Esto ultimo dio mucho para hablar, ya que era conocido que la familia Aston no se relacionaba con la nobleza de bajo estatus, a menos que tengan negocios en común, o los que vivan en el ducado de Aston.
Camelia estaba satisfecha al recibir la respuesta de Elena Harlikc y de Dayana, esta ultima era su invitada más especial, después de todo esperaba humillarla en toda la capital. Y aunque Elena era un problema ya que siempre la defendía, al menos no estaba Dominic presente. También tenia curiosidad si la familia Harlikc conocía quienes fueron los secuestradores, ese era otro motivo. Aunque no gustaba de estas invitadas siguió las sugerencias de su hermano, después de todo era conocido por su buen juicio.
Ya faltaban dos días para la fiesta de té, y Dayana empezaba a sentirse incomoda. Era extraño que Elena no se hubiera comunicado con ella para la fiesta en la casa Aston, normalmente cuando ambas asistían a eventos juntas o invitaban a la casa Harlikc, siempre recibía una carta de Elena para asistir con ella a las fiestas, también joyas y vestidos adecuados para el evento. Para Dayana era lo justo, debido a que sentía que lo merecía, a sus ojos Elena era alguien fácil de manipular; por eso tal motivo se hizo su amiga y dio la impresión de ser buena para recibir muchas cosas de su parte, ella seria lo principal y Elena solo era una proveedora necesaria para ella escalar en la alta sociedad hasta convertirse en princesa heredera y mas adelante emperatriz.
—Esto es muy extraño, pero cuando estuve por ultima vez todo fue normal.
Se sentó en el tocador para retocar su maquillaje, hoy saldría a encontrarse con Dominic. Al menos eso le tranquilizaba, cuando conoció al príncipe pensó que no tendría oportunidad debido a la presencia de Elena, así que decidió actuar como una chica gentil, inocente y débil, ya que los hombres por instinto les gusta ser protectores y sentirse útiles para el sexo opuesto, así lentamente atrajo al príncipe, lo cual hizo que su sentido de superioridad sobre Elena creciera.