El engaño de la rosa

Capitulo 14

Al día siguiente Elena se estaba preparando para la inesperada visita de Dominic, no ha tenido contacto con el desde que regreso de su secuestro, suspiro pensando en su supuesto amigo y amor de infancia.

Ni siquiera se intereso por saber como llego, ni los detalles de su secuestro en el libro, solo se sintió aliviado de que su amada no terminara muerta.

Lamento el hecho de que a pesar de ser obvio su enamoramiento por él, Dominic nunca le miro o agradeció de que ella sirviera de celestina cubriendo su relación con la dulce protagonista.

Selecciono un vestido sencillo sin perder el decoro debido al estatus de la visita, pero si fuera por ella ni siquiera lo recibiría y se dedicaría solamente en sus propios negocios

En el transcurso de la mañana se anuncio la llegada del príncipe a la mansión, algunos caballeros y sirvientes salieron a recibirlo al igual que Elena y su hermano.

Dominic se bajó con un aura imponente del carruaje, todo su atuendo y gestos destilaban la superioridad de la familia real.

Elena dio unos pasos al frente y se inclino para saludar al príncipe.

—Bienvenido a la mansión Harlikc tercer príncipe.

Levanto su rostro y sonrió educadamente invitándolo a pasar.

Caminaron hasta un pequeño jardín interior, había una mesa con dos sillas cerca a la fuente. Lo invito a sentarse.

—¿Te apetece una taza te o algo distinto?

Se sienta en la silla pidiéndole a su hermano que se retire dejándole sola con el príncipe y Nikolay el mayordomo.

—El te esta bien.

Nikolay sirve dos tazas de te y se retira dejándolos solos.

Tomando una cucharada de azúcar Elena la incorpora en su te agitándola hasta poder endulzarlo.

—Es bueno ver su alteza. Desde el baile no he podido visitar el palacio.

La atmosfera se tornó incómoda para Dominic, era cierto que no había hecho nada para ayudar a su amiga de infancia.

—Tienes razón, pasaste por dificultades, pero ahora ya estas bien.

—Su alteza tiene razón, ahora estoy bien. Pero supongo que no has venido por eso ¿verdad? — hizo una pausa y bebió un sorbo de la bebida caliente — Después de todo ya han pasado muchos días desde que llegue a casa.

El príncipe bajo la mirada un poco avergonzado, al ver que no respondía Elena se burlo en su corazón mientras sonreía como si hablara de alguna trivialidad.

—Tienes razón, no vine por eso. Vine porque estoy preocupado por Dayana.

Elena quiso poner los ojos en blanco en ese momento, muy en el fondo sabía que su único motivo para venir era ella.

—¿Le pasa algo a Dayana?

Fingió no saber nada. —Pensé que estaba ocupada después de la fiesta de te y por eso no venía.

—¿En serio no sabes nada?

Elena negó con la cabeza y miro a Dominic expectante para saber que pasaba.

—No se muy bien lo que paso en la casa del duque Aston pero desde ese día Dayana no come y no sale. Ella quiere terminar la relación.

Esto último tomo a Elena por sorpresa, y se pregunto a que estaba jugando Dayana. En la novela ella nunca propuso romper su relación, siempre estuvo allí para el como una flor aguantando cualquier tempestad. 

—Su alteza, no creo que ella quiera romper. Después de todo lo de ustedes es amor verdadero.

Dominic observo cada acción de Elena, no sabía porque, pero sentía quera diferente, aunque hablaba como siempre lo había hecho.

—¿Segura? Dayana también dijo que debería de alejarme de ella, así como tú lo has hecho. También supe que ese día no fuiste con ella, y tampoco le ayudaste.

—Vaya el príncipe esta informado de los asuntos de mujeres.

Su voz fue un poco sarcástica.

—Su alteza me disculpara, pero he sido amiga de Dayana por años al igual que con usted, pero si sabe bien ese día en la fiesta ambas vestimos iguales por idea suya y sabe como termino todo. Después de llegar a casa solo la vi dos veces, si es me considera su amiga estaría preocupada por mí, lo mismo puedo decir de su alteza. Además, no es mi culpa que Dayana ese día se avergonzara así misma, ella es de la nobleza también pero no actúa según su posición, no soy su madre para educarla nuevamente.

La incredulidad se notaba en el rostro del príncipe.

—Pero ella es tu amiga, y sabes lo frágil que es Dayana, su madre falleció desde que era muy joven.

—Su alteza mi madre también falleció siendo yo joven y eso no justifica nada. No es mi deber estar pendiente de ella.

Dominic estaba tan enojado que de repente recordó el pensamiento que se le ocurrió ayer.  

—Elena, ¿Te gusto? Por eso te estas desquitando con Dayana.

Cuando termino de hablar Elena casi se ahogo con el te que estaba bebiendo.

¿Cómo llego a esa estúpida conclusión?




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