El engaño de la rosa

Capitulo 21

La preparación para el viaje al condado Wliston estaba casi listo, era la primera vez que viajaba a los condados del ducado, como única hija fue amada por su padre y madre, vivió protegida en la mansión principal del ducado sus primeros años y después de la muerte de la duquesa se fue a vivir en la mansión actual, desde entonces viajar lejos esta casi prohibido, pero ahora es diferente, ya creció y tenia el permiso de su padre para ayuda.

Para su viaje organizo a los caballeros que la acompañarían, empaco alimentos, medicamentos y demás cosas para ayudar a su gente. El pequeño Estefan estaba nervioso debido a la partida, desde el secuestro siempre estaba preocupado de que nuevamente alguien se llevara a su hermana, así que el día en que partieron hacia el condado le dijo que tuviera cuidado en el camino, que nunca se alejara de los caballeros, y que no se olvidara de escribirle.

Elena al ver a su pequeño hermano preocupado se sintió conmovida, la calidez lleno su corazón así que asintió a todo lo que el dijo con una sonrisa y se despidió de todos los que vieron su partida.

Dejando atrás su hogar en los últimos años sintió emoción, estaba viva y podría realizar más cosas, nunca se había imaginado salir más allá de la capital, aunque recordaba su infancia, los recuerdos eran pocos, pero atesoraba cada uno solo porque su madre estaba en ellos.

Ahora su vida llego a un punto de inflexión desde que conoció la verdad, y estaba agradecida de no morir. Mientras dejaba sus pensamientos sobre la muerte se dedico a apreciar el paisaje a su alrededor; en invierno las calles al igual que los techos de las casas estaban cubiertos de nieve, era magnifico a la vista, el cielo azul y lo demás cubierto de capas blancas dando la sensación de tranquilidad y pureza, porque toda la suciedad estaba escondida. Los carruajes pronto dejaron la capital atrás.

Mientras Elena viajaba en la capital las bocas de las damas de la nobleza decían su nombre, como ya estaba previsto los chimes sobre la princesa Harlikc comenzaron nuevamente, por supuesto la persona que lo inicio era Dayana, ella nunca lo dejaría pasar, se sentía agraviada y traicionada, en su psicología todo lo que hacia era bueno, y era Elena la que la traicionaba y despreciaba porque le robo el amor del príncipe, ella no creyó ninguna de las palabras que negaban ese sentimiento de amor, ella la conoció desde pequeña y siempre supo que le gustaba.

“¿Cómo puede decir ahora que no le gusta?” una mentirosa, solo una mentirosa que ya no le quería dar más cosas por venganza.

Por tal motivo el odio y el resentimiento hacia ella seguía creciendo, lo ha tenido todo y ella nada, había conseguido algo, pero ella se lo quería arrebatar, sentía que la vida no era justa, y que esta misma le debía todo.

La personas escucharon de la prohibición de Dayana a la casa Harlikc, y que con lagrimas la pobre hija del vizconde lloraba por su ingrata amiga que la dejaba aun lado, por su parte Dominic estaba enojado cuando se enteró de esto, él nunca pensó que la niña que siempre había sido buena fuera esa clase de persona despiadada, estaba decepcionado y quería calmar el corazón de su amada pero estaba atado de manos, la emperatriz su madre le había regañado debido a esto, los chismes eran una clara respuesta de que por parte de la casa Harlikc no habría apoyo “¿Qué padre permitiría que su hija fuera agraviada? Ninguno” así que estaba molesta y lo obligo a buscar formas de aplacar la ira del duque, aunque eran de la realeza no estaban en el poder, y necesitaban de los nobles para ocupar el puesto del emperador.

Pronto Elena llego al condado, el viaje duro cuatro días, muy agotador para ella, afortunadamente se alojaron en varias posadas para descansar por la noche lo que hizo que no fuera tan pesado y también le dio energía para disfrutar de los paisajes recorridos en el camino.

El carruaje se detuvo en la mansión del Conde Raggel, quien era el dirigente a cargo de la zona, al recibir la visita de la princesa el hombre de mediana edad se sentía halagado, aunque sabia que su visita era por la pandemia, no podía evitar sentirse superior y cercano a la gran familia.

Tan pronto como bajo del carruaje fue recibida por el hombre de mediana edad y el general de las águilas plateadas Connor.

—Princesa es bienvenida a mi humilde mansión.

El conde sonrió halagadoramente mostrando su emoción.

—Muchas gracias por acogernos.

Elena fue educada. Miro al hombre que estaba emocionado y negó en su mente.

—Ya que he venido espero ver pronto al Barón Roen.

El primero en confirmar fue Connor y luego el conde, ambos la guiaron primero dentro de la mansión para que descansara. Aunque acaba debía de hacer muchas cosas en el condado, como hablar con el Baron, visitar a los enfermos y ayudar a las personas perjudicadas para minimizar el daño causado.

Como la hija del duque su deber es proteger a su familia y a las personas que están por debajo de ella, también es la función de todo noble que administra un territorio, ha escuchado de casos de corrupción en otros territorios donde el trato hacia las personas también es inhumano, pero su familia ha sido diferente y por eso la gente los quiere y apoya. Pero, así como la gente los quiere también los pueden odiar, siempre tenia en mente que cuando una persona buena se equivoca es condenado por todos y siempre serán recordados por eso, pero cuando una persona que es mala se redime las personas hablaran de lo bueno que es ahora.




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