El engaño de la rosa

Capitulo 26

Cada año en las distintas fronteras el archiduque y los duques se encargaban de controlar las fronteras de sus respectivos territorios y así ejercer control y fuerza a los enemigos circundantes.

Caín que termino de organizar la estrategia, la compartió con los generales para asediar el campamento enemigo en los próximos dos días.

Al terminar todos se retiraron quedando solo en la carpa, de repente la voz de un hombre se escucha en la habitación.

—El plan del Archiduque parece efectivo.

El hombre recién aparecido usaba una capucha y mascara ocultando su rostro.

—Sabes que no necesitas disfrazarte para venir a mí.

El hombre soltó una carcajada mientras retiraba la máscara.

—No se supone que deba de estar aquí, pero mírame. Te extraño tanto…

El joven sonrió juguetonamente acercándose a Caín, este al ver su actitud le lanza una mirada profunda y molesta.

—Cálmate, soy tu sangre y no hay necesidad de matarme.

Viendo al segundo príncipe del imperio bromear, Caín lo observa con impaciencia.

—¿Entonces porque estas aquí?

Dejando su lado bromista, el segundo príncipe Glisius Rowen de Carmiliam se sienta cómodamente en un sillón.

—Supe que hace unos días ayudaste a la princesa Harlikc con la enfermedad de uno de sus condados, además de eso bailante con ella en la fiesta de invierno — Miro seriamente al hombre que no soltaba ninguna expresión, pero aun así se atrevió a preguntar — ¿Estas interesado en la princesa?

—No es de tu incumbencia, pero…— hizo una pausa algo pensativo en ese pequeño rostro y la suavidad de su cuerpo en sus brazos al sostenerla — estoy interesado, eso no afectara tu lucha por la corona.

—Tienes razón, mientras ella no decida casarse con Dominic. La emperatriz lo está presionando para que elija una esposa que le ayude a consolidar el poder, y sabes que mi primer hermano no dejara que la emperatriz triunfe en sus planes.

—No tienes que hablarme de eso, sabes que no me interesa nada de la lucha sobre la corona.

Soltando una pequeña sonrisa Glisius se puso en pie.

—Entonces si te invito a unirte a mi aun sería una negativa. Ya que es así, es mejor que retire, hay espías por todos lados, ten cuidado.

El segundo príncipe se puso la máscara y salió silenciosamente del lugar.

Inmediatamente Caín salió de la carpa y mando a llamar a Zyro, cuando este llego parecido ver a su joven amo de mal humor.

—Su alteza, ¿Algo paso?

Pregunto con nerviosismo debido al temperamento del Archiduque.

—Hay que redoblar nuevamente la vigilancia y estar atento a los hombres infiltrados en nuestro ejército.

Cuando escucho lo entendió, a pesar de que la familia Edevane ha renuncia al trono hace generaciones atrás, los príncipes han temido al gran poder que tiene ahora el archiduque en sus manos y es normal que infiltren hombres al ejercito para informar o en algunos casos dañarle.

—Entendido.

De inmediato salió a cumplir las órdenes.

Al día siguiente de su llegada las invitaciones acumuladas sobre la mesa de su estudio parecía ser una montaña, Elena observo los papeles con dolor de cabeza, y suspirando empezó a revisar invitación por invitación, contestando las que rechazaba y aceptaba.

Ayer como estaba cansada después del viaje, las doncellas que la servían no le habían informado sobre los chismes que se habían regado en su ausencia, pero esta mañana mientras se vestía se entero de todo.

Su estado de animo no era muy agradable, desde que la echo sabía que Dayana trataría de vengarse, lo esperaba, pero aun era molesto que siguiera usando su nombre junto al tercer príncipe, no le gustaba, ya no le agradaba y deseaba que todo quedara claro.

Pero por alguna razón o destino no era posible.

Dentro de las invitaciones que seguía revisando, a sus ojos llego una a nombre de la emperatriz.

Abrió la carta, vio que era una invitación a tomar te exclusivamente con ella. Suspiro pensando que era una pena no poderse negar. Así que sin más preámbulos escribió una carta de confirmación.

Ahora que le tocaba asistir al palacio era mejor aprovechar la oportunidad para dejar claro su decisión a la emperatriz, puesto que si es referente aun matrimonio político, por ser la primera elección podía negarse sin ser enemigos del palacio, y no era conveniente para su familia seguir la línea de apoyo del tercer príncipe

A los pocos días de confirmar la invitación, su próxima visita al palacio era sabido por todas las damas de la nobleza. Los celos, la envidia, e incluso el miedo lleno los corazones de algunas, en especial Dayana y Camelia.

Camelia se había encontrado en silencio en estas últimas semanas, para distraerse de su dolor se concentró en la organización de la casa de invierno, un evento tradicional que las familias Ducales hacían rotándose a través de los años, y este año su casa Ducal era el anfitrión. Al enterarse de que la princesa Harlikc se reuniría con la reina se sentía molesta, pero pensó que también seria humillada por el debido a que ama a Dayana, aun así, se preocupó de la posibilidad de que a ella no le importe y se confabule con la emperatriz. Lo que mas le molestaba es que su familia era muy cercana a la emperatriz y aun así no la tuvo en cuenta.




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