El engaño de la rosa

Capitulo 29

El día de la visita al palacio llego, Elena se encontraba en el carruaje. Su atuendo era elegante y recatado, resaltando toda su belleza sin necesidad de exagerar. El coche se detuvo varias veces hasta llegar a la entrada del palacio oeste donde vivía la emperatriz.

Fue guiada por una de las doncellas principales que tenia la orden de recibirla y llevarla hasta el salón de visitas.

Al llegar vio a una majestuosa mujer acomodada en un altar cubierto de cojines bordados en oro.

—Su majestad, gracias por invitarme al palacio.

Elena se inclina levemente mostrando respeto a la emperatriz, la mujer de mediana edad sonríe con elegancia. En su atuendo y gestos la nobleza era notoria. La emperatriz Monic tiene el título de la emperatriz mas hermosa en toda la historia de Luxian, y al verla a través de los años su belleza se acentuaba mas en la madurez de los años.

Una elegante pero astuta sonrisa vino de la emperatriz, como madre solo espera lo mejor para sus hijos, y como mujer lo mejor para ella, y en ambos casos todo era el poder. Solo los fuertes pueden tener lo que desean y los débiles serán olvidados o destruidos.

—Para nada hay que agradecer, la compañía de la princesa Elena siempre es agradable.

Con un gesto de ternura invito a Elena a que se acercara y la acompañara a comer unos bocadillos cerca del altar, siguiendo la invitación se sienta en uno de los cojines debajo del altar y decide probar las delicias de la mesa.

Todos los dulces y demás pasabocas eran de su gusto, pensando en eso la emperatriz es bastante astuta para leer los gustos y ganarse el corazón de las personas que la rodean.

De niña se dejaba engañar por el encanto de esta mujer que solo busca beneficios, la falta de una madre amorosa la hizo ver a la emperatriz como la imagen materna que le faltaba, pero ahora ya no era el caso. Solo la había mantenido cerca para allanar el camino de su hijo favorito.

—Es un honor para mi acompañar a la emperatriz.

Trato de que sus palabras fueran dulces y complacientes como cuando era pequeña.

La mujer se inclino y le tomo las manos con mucho cariño.

—Recuerdo cuando perdiste a tu madre… fue tan triste, ella era una de mis grades amigas, es una pena que se halla ido tan temprano.

Elena se sintió irritada al ver como la mujer fingía, hasta los ojos estaban un poco rojos como si quisiera llorar.

La Emperatriz continuo.

—Eras pequeña pero muy madura a tu edad, has ayudado a la crianza de un hermano menor y ahora has ayudado a uno de los condados de tu ducado. Una niña delicada y hermosa a tenido que realizar grandes tareas. Siento mucha pena por ti y tu madre.

—Su alteza, me avergüenza que diga todo eso. Todo lo dicho son cosas que una persona, hija y hermana debe de hacer por las personas que quiere.

Respondió con sinceridad esperando a que la emperatriz vaya directo al grano.

—Se que todos estos años has tenido una gran amistad con Dominic, y por eso te he imaginado como su futura compañera. Ambos se conocen desde niños, la confianza y el cariño que tienen se ha forjado con el tiempo. Y si me preguntas por el amor, eso es lo de menos… lo importante es que serás la mujer que estará a su lado.

Incomoda Elena aparto sus manos.

—Su alteza, eso no podrá ser. El príncipe tiene a otra persona en su corazón y yo también.

Monic miro a Elena con incredulidad, no esperaba que rechazara sus palabras de inmediato y menos que mintiera sobre tener a alguien.

—Creo que es mejor que su alteza la emperatriz considere los sentimientos de nosotros los jóvenes. Si me disculpa me siento un poco mal, espero y me entienda.

Con la actitud de Elena, la emperatriz no se pudo negar.

Al ver que se retiro tuvo un arranque de ira y las personas a su alrededor sufrieron.

—¿Esa niña que se cree? Yo soy la emperatriz, nadie se me puede negar.

Las doncellas intentaron calmar a la emperatriz, y después de un buen tiempo lograron calmarla con halagos hacia ella y desprecios hacia Elena.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.