La perfección tenía nombre, se llamaba Jara Adelina Darmy.
El día que Jara Adelina Darmy fue coronada como Protegida del Justiciero, el planeta se detuvo, lo llamaron “La hora cero”. Sobre su cabeza se colocó la corona de la justicia. A ninguna persona le sorprendió que una mujer tan joven como Jara Adelina Darmy fuera ascendida al puesto más elevado que existía entre los Soñadores Oficiales.
Jara era perfecta, fue engendrada como un ser sin defectos. Era la representación de la perfección humana.
Caminaba por el largo pasillo tapizado en rojo fuego, vestida con el pomposo vestido blanco hecho a la medida; en sus hombros, la gruesa capa morada caía hasta tocar el piso tapizado. Al fondo se encontraba Adem, vestido de gris y con una capa blanca que le llegaba hasta los tobillos, sosteniendo en sus manos la espada que representaba la ley.
Al llegar Jara hasta el hombre, éste se inclinó, doblando su rodilla derecha; bajó su rostro hasta tocar su frente el mango de la espada. Jara colocó una mano en su hombro derecho y Adem se reincorporó.
Entonces, la Suma Eminencia Zimmer apareció completamente vestida de negro, con el delgado velo cubriendo su rostro; delante de ella cuatro guardaespaldas, también vestidos de negro protegían y hacían camino a la entrada de la corona. Zimmer traía entre sus manos arrugadas la corona que era resguardada en una esfera flotante de color azul brillante.
Los más de tres mil espectadores que se encontraban en la gran catedral se arrodillaron, inclinando sus cabezas, demostrando su respeto y lealtad hacia la Corona de la Justicia.
Zimmer subió los cinco escalones que la llevaban hasta la plataforma del altar de la catedral, para después observar fijamente a la pareja, la cual comenzó a subir hasta ella, se arrodillaron y la anciana colocó la corona sobre la cabeza de Jara. Después, colocó sus manos sobre la espada de Adem y se arrodilló ante él.
La pareja se reincorporó y dio media vuelta para observar a la multitud, la cual levantó su cabeza, aún de rodillas.
Adem alzó un poco su espada, para después clavarla en el suelo, produciendo un golpe que resonó como el eco por el inmenso templo. Todos se reincorporaron y después inclinaron sus cabezas, haciendo una reverencia formal ante la nueva pareja que era ascendida a lo más alto de la jerarquía de Soñadores Oficiales.
Ahora la justicia tenía rostro: Jara Adelina Darmy.
Entonces, en declaración de rendición ante la justicia, Jara extendió su mano derecha y Adem la besó.
La humanidad entera veía en vivo y en directo la transmisión del acto de coronación de los Soñadores Oficiales. Así como también en todas las dimensiones era transmitida la ascensión de Jara Adelina Darmy como la nueva Protegida del Justiciero.
La Protegida era una persona (no importa el género) que es coronada como la justicia encarnada, el título más importante creado en la vida misma, el cuál jamás había sido entregado a una persona. Este cargo se tiene que dar de la mano de un Justiciero, el cual cumplirá el papel de proteger a la justicia; al no haber nunca una coronación de Protegida, tampoco hubo un ascenso a Justiciero.
Sin embargo, el papel de Justiciero seguía siendo un papel menos importante que el de Protegida, pues siempre se inclinaría ante la Justicia: debía postrarse ante ella, siempre.
Pero para ser un Justiciero, la persona debía pasar por un duro entrenamiento, donde recibiría el ascenso a Verdugo: asesinar a personas que cometieron pecados capitales. Por esta misma razón hasta ese momento no se entregó este ascenso, al menos, no públicamente.
Por otro lado, no era coincidencia o perseverancia la que llevó a Jara a ser quien ocupara el puesto más importante del planeta Tierra y todas las dimensiones existentes: la Protegida del Justiciero. Ella había sido creada para ser quien ocupara dicho cargo. Su nacimiento fue planeado muchos años antes de nacer.
Se creó un grupo con la Élite de los mejores Soñadores Oficiales Internacionales, los que dominaban la vida misma, a todas las dimensiones.
A este grupo lo llamaron Experimento Jara.
Deseaban engendrar al primer humano perfecto, que tuviera lo mejor de todas las razas y la sangre más pura entre los Soñadores Oficiales. Por esta misma razón debía tener un cuerpo esbelto, ser mujer, de piel oscura, cabello liso, pero con nariz fileña, ojos color esmeralda; poseer la inteligencia, personalidad y actitud de una Gran Amantis: las que eran la cuna de los Soñadores Oficiales.
Entonces, el Experimento Jara buscó a Monik, la última descendiente de la dinastía Darmy, la familia donde había nacido Jensen Riau Darmy, la primera Soñadora Oficial.
Si bien Monik era una mujer blanca y rubia, de cuerpo esbelto y delicado, con unos ojos verdes que resaltaban su gran belleza, estaba casada con un hombre de piel oscura, con un cuerpo robusto y poseía gran altura. Para los integrantes del Experimento Jara les pareció la mezcla perfecta, pues Frank, el esposo de Monik procedía de la dinastía Adelina, los precursores de la nueva tecnología interdimensional.
Era la pareja perfecta, con el poder y los genes para engendrar a Jara.
Tomaron de ellos el óvulo y el esperma, llevándolo al laboratorio para engendrar el embrión, el cual fue alterado genéticamente para eliminar cualquier defecto genético e incrementar sus años de vida a unos quinientos años. Así mismo como también fue intervenido su físico, para que pudiera desarrollar a futuro la imagen que buscaban de la mujer que representaría el cruce de razas de la humanidad.