El enigma de la Quimera [libro 1]

Soñadores Oficiales

El ser Soñador Oficial implica aceptar que se será totalmente diferente a las demás personas. Muchos con la habilidad de soñar lúcidamente, aunque fueron a escuelas para moldear sus habilidades mentales, deciden no ser Soñadores Oficiales para poder tener una vida normal en la sociedad. Y la misma sociedad los entiende, ya que es un esfuerzo grande ser alguien que siempre deberá trabajar de forma tan compleja, donde nunca podrá descansar.

A los Soñadores Oficiales se los ha llamado los guardianes del sueño, ya que vigilan que todo esté bajo control mientras las personas descansan y viajan a través de las dimensiones. Desarrollan tanto su capacidad mental que llegan a desdoblarse, sacrificando sus vidas para poder custodiar los portales de la Quimera y ayudar cuando algún alma está en problemas en sus sueños.

Han quedado casos reportados de Soñadores Oficiales que sacrificaron sus vidas salvando a personas en sueños, rescatándolos de un coma o parálisis cerebral.

Se tiene en cuenta que, cuando la humanidad abre los ojos, algunos soñadores los cierran para siempre, por esta misma razón desde que se crearon las academias en esta rama, se los empezó a considerar la élite del mundo al ser increíblemente difícil convertirse en un verdadero Soñador Oficial y llegar a tener un rango alto dentro de esta sociedad, que brinda un gran estatus dentro de la misma humanidad, es casi como tener el mundo entre las manos.

Para poder pertenecer a una de estas academias se hace un examen de admisión que es completamente diferente a lo acostumbrado en las universidades y demás escuelas, ya que lo que se evalúa son las diferentes capacidades de resistencia mental en los aspirantes y muchas veces estos exámenes llegan a tal nivel que las personas quedan con secuelas psicológicas. Además, apenas escogen una mínima cantidad de seleccionados, alrededor de un cinco a tres por ciento, generando así que haya una gran demanda a medida que transcurre el tiempo.

Se dice que el planeta se detiene cuando llega el día en que se realizan los exámenes de admisión para los nuevos Soñadores Oficiales: los nuevos miembros de la élite del mundo.

El Centro Capital Interdimensional, comúnmente llamado con sus siglas CCI, era una de las mejores academias para soñadores a nivel internacional, ocupando el segundo lugar entre las más prestigiosas del planeta, por tanto, sólo eran admitidos el cinco por ciento de los aspirantes y tenía uno de los procesos de admisión más rigurosos en cuanto a sedes. Esto era porque la cantidad de aspirantes año tras año aumentaba muchísimo, siendo la mayoría aspirantes de antiguos procesos de admisión.

Los Soñadores Oficiales lograban encontrar a muchos de los aspirantes personas que no cumplían con el perfil de soñadores, pero que les beneficiaba poner en sus hojas de vida que eran aspirantes a soñadores, lo cual hacía un gran peso en sus hojas de vida, ya que podían acceder a ciertos privilegios por estar en un proceso de admisión, como el no ir obligatoriamente a sus trabajos y recibir comida gratis en ciertos restaurantes, un sueldo estándar si deseaba no trabajar para que pudiera enfocarse en su proceso de admisión de soñador.

El CCI había quitado el reconocimiento a ciertos aspirantes que llevaran más de diez años y dejó a tres años el crédito para quienes estuvieran especializados en ramas alejadas al combate y la medicina, lo cual creó mucho disgusto en grupos sociales. Ahora la cosa estaba empeorando porque se pensaba dejar a un año los beneficios a los aspirantes que hubieran sido rechazados diez veces y estuvieran en un rango de edad de treinta años en adelante.

Había dos cosas que se decían entre las personas. La primera era que les parecía justo, muchos tomaban el tema de ser aspirantes a soñadores como la vía más fácil para vivir sin estar haciendo algo útil, los cuales los denominaban como VILS (Vagos Inútiles que no Logran aceptar que no son Soñadores). Y el otro grupo decía que el CCI pretendía bajar la demanda de aspirantes a soñadores para poder privatizar el proceso de admisión y que fuera mucho más imposible el ingresar.

El miedo profundo de los primeros aspirantes era terminar como un VILS, sobre todo a los aspirantes primerizos que reprobaban su primer examen. Era normal que reprobaran el primero, ya que apenas estaban conociendo cómo era el proceso y culturalmente se decía que ese primer intento no contaba. Socialmente se creaba una gran presión hacia los jóvenes que decidían tomar el examen para ser Soñador Oficial, ya que el tener entre la familia a alguien perteneciente a estas prestigiosas academias daba estatus y ciertos beneficios como el poder ingresar a los lugares creados únicamente para Soñadores Oficiales, así indirectamente pertenecían a la Élite del mundo.

Era una gran responsabilidad el decidir ser Soñador Oficial, el acceder a tanta presión y empezar a prepararse para los exámenes y enfrentarse al riesgo de quedar como un VILS, muchos adolescentes pasaban por el proceso de aceptación hacia su vocación, donde llegaban a deprimirse o aislarse del mundo antes de tomar dicha decisión.

Se elegían a los mejores decanos de las academias para que se encargaran de las pruebas de admisión. Jara Adelina Darmy pertenecía al CCI, considerada una eminencia en la rama de Tortura Mental y Reconocimiento de Sueños Oscuros en la cuales se desarrollaba desde que se graduó como Soñadora Oficial y también se la catalogaba como el miedo profundo de muchos de los novatos de la academia.




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