El enigma de la Quimera [libro 1]

CAPÍTULO 31

La soñadora llevó una mano a su pecho. Su respiración se volvió pesada. Aunque parpadeó múltiples veces, la sensación de extrañeza no la abandonaba.

—Lo que vio —siguió informando el doctor—, lo más probable es que haya sido un espectro de usted misma. En el pasado tuvo una situación similar, cuando tenía aproximadamente diez años. Me contó que había viajado a las dunas de Gamborra y habló consigo misma, pero usted era un espectro oscuro.

Jara tragó saliva. Sentía que estaba completamente aterrizada en la realidad y la gravedad era muy pesada.

—Tengo una hipótesis —comentó Roben mientras se paseaba por la vieja sala, su sombra se alargaba y lamía las paredes desgastadas—. Yo creo que usted proviene de una raza superior a la demoniaca, de la cual aún no tenemos conocimiento. Tiene más del cincuenta por ciento de su capacidad bloqueada porque no recuerda muchos momentos de su vida y aun así logra derrotar de un solo movimiento a más de cien Oscuros. Esto no es característico de un humano y mucho menos de un demonio.

—Pero creía que la esfera fue creada por Adem, por su energía —replicó ella.

—Oh, no, señorita. —Roben sumergió las manos en los bolsillos delanteros de su pantalón de tela lisa y le mostró una sonrisa—. Eso lo hizo usted misma. Verá, gran parte de su energía vital pasa por la unión que tiene con Adem y se encapsula en su cuerpo. Ella está en constante movimiento, como en forma de infinito. Va y viene. Pero cuando usted la necesita, como en un caso de emergencia como el que vivió, la reclama.

—¿Eso le hace daño a Adem?

—Hace que sufra desmayos y le salgan temporalmente hematomas, sin embargo, no he podido investigar más a fondo.

Jara recordó el rostro de incomodidad de Adem cuando estaba cerca de ella.

—¿Por qué Adem rechaza mi energía? —preguntó.

Roben meditó la pregunta por unos segundos.

—Él es un Alma Blanca —contestó—, su alma es pura y usted es todo lo opuesto. —Caminó hasta sentarse en un sillón frente a la jovencita—. Probablemente como toda la energía que él guardaba de usted ya no está porque usted la usó cuando estuvo a punto de morir, necesita reconocerla otra vez.

—Doctor, ¿no podría ser que la energía que Jara tiene en su cuerpo tiene algo más que antes no estaba? —preguntó Joshua—. Siéntala, hay algo diferente. Es… como si fuera genuinamente energía oscura.

Roben barrió con la mirada a la soñadora de pies a cabeza.

—No podemos sacar conclusiones apresuradas, como he dicho, los estudios son recientes —explicó—. Aún no sabemos exactamente de dónde proviene la energía de Jara, mucho menos a qué raza pertenece.

La joven llevó una mano a su boca, pensativa y al mismo tiempo impotente por encontrarse con un enigma indescifrable.

Rara vez Madeline había viajado a la academia de soñadores Centro de Comando de Investigación Exploratoria, más reconocida con sus siglas CCIE. Era la quinta academia más importante en el mundo y a la que todo el planeta le temía, pues aquí se preparaban a los Vigilantes Oscuros. Tenían en su interior centros de torturas, cuartos de pánico y una especialidad donde se le enseñaban a sus estudiantes a cómo asesinar: Verdugo.

El CCIE quedaba en la Región Este, en lo que Antes del Gran Despertar se llamó África. Ahora la academia estaba rodeada de grandes metrópolis que eran famosas por su exportación de joyas preciosas y donde vivían los soñadores de más renombre en islas flotantes que contenían mansiones extravagantes.

La academia era un enorme castillo antiguo de arte gótico que estaba rodeado de bosque húmedo, pues, después que se vivió un fuerte cambio climático Antes del Gran Despertar, se tuvo que estabilizar el clima en el planeta artificialmente y la Región Este pasó de ser un área mayormente desértica a ser unas de las más espesas en cuanto a vegetación.

Emma antes de que la joven partiera, la mandó a llamar a su oficina para recordarle lo importante que era esa misión. Madeline hizo una reverencia cerca de la entrada. Encontró a la mujer observando por la ventana el espeso bosque que lindaba con la academia.

—Acércate, querida —pidió Emma y volteó a verle.

Cuando la jovencita rubia estuvo cerca, la tomó de las mejillas.

—¿No has estado durmiendo bien? ¿Por qué estás tan pálida?

—Es… es que he tenido mucho trabajo últimamente —contestó Madeline.

Emma alejó sus manos del rostro de la muchacha y volvió la mirada al paisaje de los enormes árboles, donde la neblina cada vez se volvía más espesa.

—En este momento los directivos están reunidos —comentó—, debaten si informar sobre la muerte de los estudiantes. Si la sociedad común se entera que más de veinte estudiantes han muerto este año, podrían hacer una intervención. —Dejó salir un suspiro—. El Centro de Investigación Cualitativo estaría encantado de hacer una investigación al CCI, sabes que por años han competido por quién es la mejor academia del mundo.

Madeline permanecía en silencio, también con la mirada perdida en el paisaje húmedo y frío del bosque.

Emma volvió a observarla y la jovencita sintió que aquellos ojos gateados la hipnotizaban.

—Necesito que salga bien —dijo la mentora con suma seriedad—, no hay opción de fallar. La Oposición se ha esparcido por muchas academias. La CCIE sería una gran aliada para nosotros, necesitamos su respaldo y desde que murieron estudiantes suyos en el planeta Cerebro estamos a un paso de romper diálogos con ellos. Debes dejar en alto la imagen del CCI. —La tomó de los hombros y la observó con intensidad—. Confío en ti. Sé que estás lista para ser la líder de los Cazadores de Sueños y en esta misión lo vas a demostrar.




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