El enigma de la Quimera [libro 1]

Dimensión Oscura

Era la oportunidad perfecta para el decano Marcow, sin Jara en su camino, tenía la libertad para apoderarse de la academia, y, a su paso, atacarla desde la lejanía. Únicamente necesitaba mover sus influencias un poco y eliminarla definitivamente. Pero, antes de colocar en su radar a Jara Adelina Darmy, primero se encargaría de otra mujer, una que por meses sospechaba de ella.

Le parecía muy extraño que alguien tan cercana a la decana Jara y le fue tan leal por años, en estos momentos la estuviera traicionando, cuando era bien sabido que Jara se destacaba por su alto nivel de análisis y habría descubierto la traición en cuestión de días, además, siendo alguien tan correcta, hubiera acusado a su asistente con la Élite Internacional.

Lily Ong probablemente era una infiltrada de Jara. Si esto era cierto, estaba en grandes problemas, pues ya conocía la organización Sombras. No podía dejarla con vida.

Paseó con lentitud por la biblioteca y observó el paisaje del bosque. Detrás de él se encontraba Joshua, esperando en silencio a que el anciano pronunciara alguna palabra.

—Dentro de poco será la reunión de iniciación —dijo Marcow.

—Así es, mi señor —contestó el joven—. Me estoy encargando personalmente de los preparativos para que la reunión sea perfecta.

—Luie Buterfleck y Lily Ong no han sido seleccionados para el ritual —comentó el hombre y volteó a ver a su pupilo—. Me parece que ya están preparados para ser parte del ritual, quiero que te encargues personalmente de ellos, sobre todo de Lily.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de Joshua, presentía que algo malo iba a ocurrir, pues a veces su mentor tomaba de excusa los rituales para asesinar a las personas que habían dejado de ser de su agrado.

Y en este caso se trataba de Lily Ong. Una parte de él desde que insistió para que la jovencita fuera reclutada temió el que Marcow no la viera con buenos ojos y la asesinara, como ya había hecho antes con las mujeres de las cuales Joshua se enamoraba.

No quería que Lily Ong muriera, al menos, no por ahora, pues era muy repentino y hasta peligroso, porque no se trataba de una soñadora común, era una del rango élite y más de un soñador importante, como el capitán Yakov, podría sospechar de su repentina muerte o desaparición.

Debía intervenir, persuadir a su mentor para que no asesinara a Lily, aunque todo indicaba que en este caso sería bastante difícil.

—Señor, ¿no cree que sería algo arriesgado? —cuestionó Joshua.

—No, ella ha tenido un trato especial dentro de las Sombras —alegó Marcow y caminó hasta sentarse en su sillón—. Es… uno que no se le ha dado a nadie y me parece… demasiado injusto. Además… —Sus gruesos lentes comenzaron a temblar—. No me agrada, nunca me ha agradado… ella… Esa mujer oculta algo.

—Mi señor, Lily Ong es una buena pieza de espionaje —insistió Joshua—, se desenvuelve dentro de la Élite Internacional. Hasta es muy cercana al niño Adem, nos ha revelado información muy importante y podrá llevar a cabo cualquier misión que le encarguemos.

—¿De verdad eres tan ingenuo, Joshua?

—Oh… señor…

—Lily no es de confiar, es una mujer que nunca ha pasado por ningún tipo de trauma. —El anciano soltó una carcajada—. Ha llevado una vida perfecta, es superdotada y desde su primer año dentro del CCI logró obtener un puesto de prestigio, recibiendo la protección de la Élite. Ella es nuestro enemigo, pertenece a la clase social que yo quiero derrumbar. Es demasiado extraño que quiera pertenecer a las Sombras… demasiado extraño…

Joshua hizo un gran esfuerzo por calmar sus emociones. Su mentor estaba a punto de cometer una gran imprudencia y pondría en riesgo a toda la organización. No podía permitirlo, no iba a morir gracias a sus impulsos llenos de desconfianza.

—Muy bien, ¿y por qué no la coloca a prueba? —sugirió el joven con sutileza.

Esto hizo eco en el anciano.

—¿Qué prueba me sugieres?

—Usted, mi señor, es tan sabio que ha dicho algo sumamente importante —comenzó a decir Joshua—. Ha mencionado que Lily Ong jamás ha pasado por el sufrimiento, no lo conoce y es justamente lo que a usted le genera desconfianza, pues es de esperarse que alguien que no sabe lo que es el dolor quiera pertenecer a una organización que genera dolor en sus integrantes. En este caso, le sugiero que la adoctrine en el arte del sufrimiento, usted es el más indicado para hacerlo. Podrá hacer de ella toda una mujer con temple de acero, imposible de doblegar.

Marcow dibujó una sonrisa ladeada y su mirada se oscureció.

—Oh… Joshua, esa es una gran idea, justo lo que necesitaba oír —soltó una sonrisa socarrona.

—Me alegra que este humilde servidor pueda serle de ayuda —dijo el jovencito y llevó una mano a su pecho—. Entonces, ¿qué prueba le entregará a la soñadora Lily?

—Como dije antes, haré que participe en el ritual —explicó el anciano—. Quiero que todos la observen y tú… —Lo señaló con el dedo índice derecho— vas a someterla, hasta que no quede rastro de su pulcra inocencia.

Joshua intentó tragar saliva, pero del miedo y estupor su garganta quedó obstruida, creando un nudo de fuego que empezó a torturarlo.

Ahora no era solamente Lily la que corría peligro, sino también él.




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