El enigma de la Quimera [libro 1]

CAPÍTULO 47

—¿Cómo pudiste soportar todo este tiempo sin controlador? —preguntó Luie mientras acompañaba a Adem a las oficinas administrativas.

—Me acostumbré, no lo necesitaba —explicó Adem.

—Yo me habría vuelto loco.

Al estar cerca de la oficina de Jara, Luie se detuvo y la observó con sigilo.

—Hasta aquí llego, no creo poder acompañarte al interior de esa oficina —informó Luie—. Dijiste que seguramente estará allí Lily. Ella es igual que la señorita Jara, así que sería como tener a dos Jaras en la misma oficina. Yo no soportaría tanto. Te doy mi más sentido pésame.

—Vale, vale, gracias por acompañarme —aceptó Adem y dio dos palmadas en el hombro derecho de su amigo—. ¿Nos reuniremos en la noche para estudiar con Issis y Alejandro?

—Sí, reunámonos detrás del lago, ¿te parece?

—Sí, ¿a las siete? A esa hora termina de trabajar la señorita Jara.

—Pobre de ti, no descansas nada —expresó Luie con pesar—. Bien, nos vemos a las siete detrás del lago.

Adem esperó a que su amigo se alejara por el largo pasillo para después entrar en la oficina, la cual era medianamente grande, con un estilo clásico y victoriano; a su izquierda, estaba toda una pared con una estantería empotrada y llena de libros; al fondo a la derecha, se encontraba el escritorio de Jara, cerca de un balcón que daba una hermosa vista al campus de la academia. Encontró a Jara sentada frente a su escritorio, revisando información relacionada con sus clases y así poder observar el desempeño cualitativo de sus estudiantes. Y frente a ella, al otro lado del escritorio, se encontraba una joven alta, delgada, con el cabello corto y liso; usaba el uniforme tradicional de la academia (camisa blanca, con el lazo en el cuello de la misma y falda azul oscura) y, al voltear hacia la entrada, dejó a relucir su semblante asiático, con una mirada que penetró en las entrañas de Adem.

El joven tragó en seco. Por fin estaba frente a Lily Ong, la responsable de haberle quitado su cargo con el soñador Yakov. Y lo estaba observando como si quisiera asesinarlo. Con aquella mirada ya le avisaba que jamás serían amigos.

—Adem, no te quedes allí, entra y cierra la puerta con seguro —pidió Jara sin despegar su mirada de los documentos digitales que revisaba.

El joven así lo hizo y tomó asiento al lado de Lily, quien no dejaba de observarlo con mirada asesina. ¿Qué tenía ella contra él? Se suponía que debía ser al contrario, era Lily quien le amenazaba su futuro, no él a ella. Llegó a la conclusión de que probablemente Jara ya había hablado con Yakov sobre la ascensión que logró ganar al haber ayudado a la decana en su misión y Lily fue informaba de que no sería la nueva asistente del capitán, así que era natural que lo odiara en ese momento.

Hubo un silencio demasiado incómodo para Adem. Jara se veía muy concentrada en procesar la información que leía, y él, suplicaba seguir vivo para cuando Jara acabara su trabajo.

Diez minutos después, Jara alzó la mirada de los documentos digitales acumulados en su escritorio y observó detenidamente a los dos estudiantes.

—Lily, deja de hacer eso —pidió Jara.

—¿Hacer qué, señorita Jara? —preguntó la joven. Para sorpresa de Adem, su voz sonaba bastante dulce, a comparación con la mirada asesina que le enviaba cada vez que lo observaba.

—Intimidar a Adem con tu mirada —dijo Jara con su típica voz neutral—. Lo estás incomodando.

Oh, vaya, así que no era el único que lo había notado. Jara era muy aguda con sus sentidos.

—Disculpe, señorita Jara —soltó la joven con tono triste—. Aún no proceso la información de saber que fui removida de mi cargo de asistente. El haber terminado con mi descanso y encontrarme con dicha noticia me ha dejado conmocionada. —Le dio una mirada a Adem por el rabillo del ojo—. Entenderá usted que no es de agrado para nadie el saber sorpresivamente que alguien le ha quitado el puesto que con tanto esfuerzo ha logrado obtener.

—No estás siendo removida, te han ascendido a asistente oficial del soñador Yakov —explicó Jara—. Es un puesto muy importante, es un gran honor.

Adem, quien al inicio de la conversación creyó que sus sospechas eran correctas, entró en estupor al escuchar que no sería ascendido a asistente del capitán Yakov, por más punto que él hubiese ganado con la Élite Internacional gracias a la misión. Estaba más que claro, Yakov no lo quería como su aprendiz y su puesto en el CCI seguía corriendo peligro.

—Pero Adem es el aprendiz oficial del soñador Yakov, es quien debería ocupar ese puesto, no yo —soltó Lily disgustada—. Yo la he asistido a usted no oficialmente desde que comencé mi primer año, esperaba que este año pudiera… —Se detuvo al ver que Jara comenzaba a observarla severamente y la obligó a inclinar la mirada.

Adem no estaba comprendiendo la situación, ¿acaso Lily no quería asistir al soñador Yakov?

—Lily, el capitán Yakov te pidió personalmente, no puedo negarle la petición —explicó Jara.

Lily comenzó a llorar y apretaba los puños sobre sus muslos con fuerza.

—Pero yo me quiero especializar en reconocimiento de DéJá Vu, usted lo sabe perfectamente —alegó Lily—, desde primer año he trabajado arduamente para poder hacerlo realidad algún día. La especialidad del soñador Yakov es la Tortura Mental y Pesadillas de Alto Impacto, son especialidades muy diferentes. Si llego a especializarme en Torturas de Alto Impacto deberé relevarlo cuando deje su cargo en el Escuadrón de Tortura Mental. ¿Cómo podría soportar el pertenecer a una especialidad que no va conmigo? —Escurrió sus lágrimas con la mano derecha—. Por favor, comprenda que yo quiero ser su asistente porque es lo que va con mi fuerte al ser lo que quiero desempeñarme para toda mi vida.




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