Se encontraban solos en el salón de clases, así que Adem se sentía tranquilo para tener la conversación.
—Sabes a lo que me refiero, Lily —agregó el joven.
Lily tomó una actitud sumamente seria.
—Por favor, no le digas a nadie que ella se descompensa, debe quedarse como descansos obligatorios —pidió.
—Claro que no le diré a nadie, ¿por quién me tomas? —gruñó él.
—La señorita Jara ya está en tratamiento —informó ella—. No es nada grave, lo que necesita es descansar.
—Si está llegando al punto que no logra levantarse de la cama, es algo serio —comentó Adem.
—Lo que sea —reconvino Lily, tomando los documentos digitales del escritorio—, no es tu problema.
La única salida a la situación que encontró la jovencita fue irse a paso ligero del salón, dejando a Adem atrás con las muchas preguntas que le rondaban la mente.
Con esto Adem supo que Lily Ong no tenía nada de conocimiento de que Jara estaba siendo envenenada a propósito y era alguien tan cerrada de mente e impulsiva que sería la candidata menos idónea para contarle lo que había visto, sobre todo porque no le creería nada. Por lo que comenzaba a analizar, nadie parecía notar que algo extraño sucedía con Jara, ninguno a su alrededor notaba las anomalías en su salud, a ese paso enfermaría tanto que no tendría cura. Y lo más terrible es que moriría y nadie sabría quién era el responsable.
Al salir del salón y caminar por los pasillos, observaba a los grupos de decanos conversar, preguntándose quién sería capaz de hacerle daño a Jara.
—Adem, Adem, ¿a dónde vas? —escuchó detrás de él.
Dio media vuelta y encontró a Luie con su típica sonrisa amigable.
—Iré a la biblioteca —informó.
—Te acompaño, también quiero estudiar. —Mostró un libro de Introducción a Sueños Oscuros.
—Ah, vaya, ya comenzaste a estudiar para ser reconocedor de DéJá Vu —soltó Adem.
—Claro que sí —aceptó Luie respingando las cejas con satisfacción—. Y ustedes tenían razón, esto es lo mío, estoy entendiendo todo, como si fuese pez en el agua. —Observó a su amigo con curiosidad—. ¿Qué te sucede? ¿Pasa algo?
—No, ¿por qué? —Adem comenzó a caminar junto a Luie para dirigirse a la biblioteca.
—Actúas extraño, como si guardaras un secreto que se quiere escapar de tu garganta —comentó Luie.
A Adem no le sorprendió, pues Luie era bueno analizando a las personas, por lo mismo se hizo tan famoso y se llevaba bien con casi toda la academia.
—Te contaré, pero necesito que guardes el secreto —pidió Adem cuando llegaron al lago y no tenían personas a su alrededor.
—Amigo, por favor… —soltó Luie ensanchando más su sonrisa—. Estás hablando con una caja de secretos, sabes que yo no tengo la lengua larga… Me sorprende que desconfíes de mí.
Las mejillas de Adem se ruborizaron.
—Lo sé, perdón, pero… lo que tengo que decir es demasiado peligroso y difícil de asimilar —confesó, sintiendo los músculos de sus hombros entumecerse.
La sonrisa de Luie se fue borrando de a poco y los rizos en su cabeza se pusieron cada vez más de puntas.
—¿Qué es? —preguntó.
Adem pasó saliva y humedeció sus labios.
—Es la señorita Jara —informó Adem—, una vez fui con ella a una misión y me quedé con un controlador suyo, lo guardé para devolvérselo, pero al estar en mi habitación, noté que era un controlador defectuoso. Ya antes vi un controlador igual de defectuoso, un mentor nocturno estuvo a punto de instalarme uno igual, por eso estoy creyendo que alguien está detrás de todo esto.
El rostro de Luie se tornó pálido y al soplar una leve brisa su piel se erizó.
—¿Cómo estás tan seguro de que el controlador defectuoso no fue un accidente? —preguntó Luie.
—Mi padre es científico y médico interdimensional —recordó Adem—, literalmente puedo armar un controlador de sueños yo solo.
—Vale, vale, pero… lo que dices es muy serio, si alguien colocó a propósito un controlador defectuoso en la señorita en cuestión es porque quieren asesinarla y hacerlo pasar por una enfermedad por sueños lúcidos, así que nadie sospechará que fue asesinada.
Los ojos de Adem brillaron al darse cuenta de que Luie era capaz de razonar como él lo estaba haciendo.
—Es la misma conclusión a la que yo llegué —soltó Adem y volteó a sus lados para revisar el no tener nadie cerca—. No sé qué debo hacer, mucho menos a quién informar.
—Lo primero que debes hacer es calmarte —habló Luie con seriedad y casi a susurro—. Sospecharán si te ven actuando como lo haces ahora mismo. Lo que necesitamos ahora es reunir pruebas, acusar de un intento de asesinato es demasiado grave, sobre todo si no tenemos con qué demostrarlo. Y también debemos investigar quién está detrás de esto, la señorita… Bueno, ya sabes quién, proviene de una familia demasiado importante y prestigiosa, si se comienza a rumorar que alguien está intentando asesinarla, se creará un gran revuelo y es lo menos que necesitamos. Además, por lo general, este tipo de casos no son orquestados por una sola persona, en la historia se ha reportado que siempre son creados por organizaciones. Ella pronto será ascendida a un mejor puesto dentro del CCI, ya que terminó su ciclo como estudiante y puede que a algunas personas no les convengan.