La muerte danzaba en la sala de juntas, alegre y saltarina, acariciando las mejillas de los allí presentes.
El frío de muerto colaba en los huesos de Jara, aunque llevaba puesto un abrigo de lana puro. Su rostro mostraba un gesto impenetrable, aunque por dentro la zozobra y la ansiedad empujaban para poder salir. Por fin, sus labios se apretaron diminutamente, mostrando así un atisbo de preocupación genuina. Intentó tragar saliva, pues su garganta ardía como si tuviera un tizón de carbón encendido atorado en la tráquea, pero fue imposible, todo su paladar era un desierto.
—Necesitamos un rostro —informó Zimmer, era increíble que se encontrara en la reunión, pues las Amantis nunca se involucraban en temas polémicos de los Soñadores Oficiales. Sin embargo, esta vez fueron ellas las que pidieron reunirse, la situación con Marcow escaló tanto que la reunión de emergencia se creó y obligatoriamente todas las Grandes Amantis y la Élite Internacional se reunieron en cuestión de tres días. Y sorpresivamente invitaron a Jara, algo que le hizo presentir lo peor.
La gran mesa ovalada de madera de cedro original se extendía a lo largo de la inmensa sala de juntas de la Casa Amantis, con los cincuenta y cinco participantes que representaban a la Élite de las mejores escuelas de Soñadores Oficiales del planeta, incluyendo a las Amantis.
Los enormes ventanales que daban a los jardines exóticos dejaban entrar una luz grisácea y lúgubre; esa mañana curiosamente caía una llovizna fría y sutilmente pesada, pues era delicada y constante.
Todos los ojos se posaban en Jara, expectantes, ansiosos por su respuesta positiva. Porque sí, la Élite no viajó de todos los rincones del mundo hasta el Distrito Noreste para recibir una respuesta negativa de la mujer. La estaban acorralando, presionándola para que se volviera uno más de su selecto grupo.
—Jara, debes ser el rostro de esta misión —prosiguió Zimmer, era quien llevaba el curso de la reunión, pues tenía más cercanía con la joven.
Jara volvió a intentar tragar saliva y nuevamente fue imposible.
—Lo que me piden es cometer alta traición —replicó, hablando por fin.
Alexander, director de la Élite Internacional, se acomodó incómodo en su sillón en el extremo derecho de la mesa; el crujido metálico que hizo la silla suspensora resonó con eco en la sala de juntas. Después tamborileó la superficie de la madera oscura con sus dedos índice y corazón derecho.
Zimmer, con suma paciencia volvió a hablar con la jovencita.
—Jara, desde antes de nacer te entrenamos para el cargo de Suma Eminencia. —Hizo una pausa para que procesara sus palabras—. Estás preparada para recibir el cargo, tus acciones dentro del CCI y las últimas misiones a tu cargo lo comprobaron. El Centro de Investigación Diferencial necesita una directora, y esa persona debe tener un puesto mucho más alto que la misma Élite Internacional. Todos esperan que seas quien ocupe ese cargo.
—Y después que sea ascendida a Suma Eminencia y me convierta en directora, tendré que intervenir al CCI —agregó Jara.
—Así es —confirmó Alexander, hablando por primera vez en la reunión—. El CID será la primera academia de soñadores en poseer el poder necesario para intervenir a gran escala dentro de una escuela de soñadores como lo es el CCI. El Centro de Investigación Cualitativo también intervendrá, pero con la supervisión del CID.
Jara respiró hondo y controló el temor que subía desde sus piernas.
El Centro de Investigación Cualitativo, la mejor academia de soñadores a nivel mundial también estaba incluida en la misión. Aunque era de esperarse, Alexander, además de ser el director de la Élite Internacional, también era el director del Centro de Investigación Cualitativo.
En la reunión se habló de crear una academia con la máxima autoridad para intervenir a una de las principales como lo era el CCI y así lograr apresar a todos los traidores y llevar a cabo una gran ejecución, acabando de raíz con la secta de Marko. En pocas palabras, se hablaba de una academia de élite en su totalidad, con el poder supremo para intervenir en todas las demás que estuvieran debajo de ella.
Por lo analizado por Jara, este plan lo llevaban discutiéndo por mucho tiempo y sus máximos opositores eran los directivos de las principales academias, aunque ellos no asistieron a la reunión, pues Zimmer no les extendió la invitación al ya saber que eran aliados de la Oposición, así que ya se consideraban enemigos de la Élite.
En la discusión se había planteado reformar el Centro de Investigación Diferencial (CID), una academia de bajo rango donde se venía sospechando que se estaba profanando la vida humana y con las declaraciones recientes de Diana se comprobó que así era. Necesitaban destituir a Ramín, el actual director y colocar un reemplazo, quien claramente sería Jara al ser ascendida como Suma Eminencia. Pero para hacer todo esto se necesitaba tener pruebas de una alta traición y declararle públicamente la guerra a la Oposición.
Le establan planteando a Jara el enviarla como encubierta al CID, hacerlo pasar por un largo descanso de al menos tres años y que así ella pudiera reunir todas las pruebas necesarias para intervenir el CID y apresar a los aliados de Marcow. Se necesitarían testigos que aceptaran grabar sus testimonios y presentar pruebas sólidas en contra de la Oposición. Y mientras ella estuviera en el CID, la Élite Internacional y las Amantis reunirían todas las pruebas necesarias en el CCI para también intervenirla.