El enigma de la Quimera [libro 1]

CAPÍTULO 63

Seis años antes:

Para cuando Adem visitó la Casa Amantis en las vacaciones de su primer año de entrenamiento como Soñador Oficial, podía recitar de memoria el libro sobre la Dimensión Oscura.

La Suma Eminencia Zimmer era idéntica a como la recordaba, lo cual le constató a Adem que todos los recuerdos que su inconsciente le arrojaba eran ciertos. El rompecabezas se iba armando de a poco y el jovencito empezaba a comprender la situación que lo rodeaba.

Para sorpresa del muchacho, no había sido el único que viajó en vacaciones a visitar a las Amantis, también fue una jovencita llamada Diana (era la misma joven que ella había torturado meses atrás) y Hans, un Vigilante Oscuro que le intimidaba de sobremanera. Y para su sorpresa, Jara también estaba presente.

Se enteró en una reunión que se hizo ese mismo día que él llegó que se iba a crear un nuevo escuadrón que pudiese manipular la energía oscura. Y fue cuando Adem logró comprender la razón para que Jara le permitiera leer el libro prohibido: era parte de su plan, así Adem estudiaba por su cuenta.

En la Casa Amantis comenzaron a pasar cosas muy extrañas. Aquella primera noche Adem sintió una energía pesada, monstruosa, la misma que reconocía en Jara. Cuando se asomó por la ventana de su habitación, pudo ver a Jara con Hans, ella le introducía un humo negro por la boca, tal cual como había hecho con Diana y con él.

Adem volvió a su cama, entendiendo que lo que fuera que estuviera planeando Jara, era mejor andarse con cuidado y mantenerse apartado.

Al día siguiente llegó Lily Ong a la Casa Amantis, le dijeron que ella también iba a entrenar para controlar la energía oscura. Y a los dos días se aparecieron dos muchachos que Adem no había visto nunca en su vida, pero parecían ser cercanos a Diana y por lo que pudo averiguar después, eran aprendices de Marcow.

Al parecer serían los únicos aprendices hasta el momento, pero parecía que iban a reclutar más, pues las Amantis hablaban de entrenar a cien estudiantes. Sin embargo, con ellos se experimentaría y perfeccionaría el entrenamiento de la energía oscura, en pocas palabras, serían los ratones de laboratorio.

Jara era la maestra principal, explicaba la teoría por las mañanas y en las tardes pasaban a los entrenamientos. Allí Adem entendió que varias cosas que leyó del libro eran erradas y en varias ocasiones debatió con Jara sobre los procedimientos y así logró entender que muchas teorías del libro fueron corregidas a futuro por los primeros soñadores.

Las Amantis les colocaban muchos ejercicios de fuerza física y dieron instrucciones específicas de entrenamientos para cuando estuvieran en el CCI. Por lo mismo Adem debía entrenar aparte y el instructor Milton le daba clases personalizadas.

Cuando permanecía el grupo en la Casa Amantis, Adem eran entrenados en resistencia mental. Comenzaron con actividades como el sumergirse en agua helada y debían soportar el estar sumergidos todo un día. Estuvieron un año habituando sus cuerpos a las bajas temperaturas, llegaron a dejarlos desnudos toda una noche en el patio de la escuela mientras caía una tormenta de nieve; ni siquiera podían sentarse, para pasar la prueba necesitaban estar de pie y sin temblar.

Lily Ong fue la única que no pudo pasar esa prueba y como castigo la hicieron pasar dos días en las mismas condiciones. Sorprendentemente esa vez logró pasar la prueba sin impedimento alguno.

En su segundo año comenzaron los entrenamientos de dolor. Inició con pruebas sencillas como el soportar altas temperaturas (las cuales ya tenían experiencia previa) hasta llegar a la tortura física, donde los golpeaban con barras de acero, les clavaban objetos en sus brazos y piernas, para posteriormente pasar a quemaduras y amputaciones. Claramente no les quedaron cicatrices de estas actividades, pues después de los entrenamientos los curaban, colocando sus dedos amputados en su lugar, así como también si llegaron a sacarles algún órgano como un riñón, los acomodaban en sus puestos y les cocían la piel.

Curiosamente Adem soportaba todo en silencio, mostraba una gran resiliencia y fortaleza mental, además de mostrarse admirado por las torturas, pues eran actividades prohibidas que le generaban morbo. Todo lo contrario a sus compañeros, algunos solían quejarse o tener que llevar terapia psicológica para sobrellevar las prácticas, aunque ninguno pensaba en desertar, pues no era una opción.

A Adem le generaba curiosidad Diana, ella era demasiado silenciosa y no solía relacionarse mucho con el grupo. Tendía a tener largas conversaciones con Jara y con el pasar del tiempo se dio cuenta que Diana era una marioneta de Jara, la tenía completamente dominada.

Las Amantis no lograban hallar la mayor debilidad de Adem, por lo cual debieron acudir a Yakov para saber cuáles eran sus mayores miedos, pues a ese punto avanzarían lentamente con el joven y la idea era desarrollar nuevas capacidades que le permitieran manejar la Energía Oscura.

Yakov recomendó que saltaran al nivel donde Adem enfrentaba a su inconsciente, pues allí radicaban los monstruos creados por los traumas vividos en su pasado. En un principio Jara dudó en si dar tal avance, pero al final confió en Yakov, ante todo era el que más lo conocía.

Sumergieron a Adem a su inconsciente y lo hicieron enfrentarse a lo más profundo, donde los controladores de sueños no llegaban y estaba prohibido acceder.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.