CAPÍTULO 78

La jovencita iba vestida con unos baqueros oscuros y una chaqueta negra, llevando su cabello corto perfectamente peinado hacia atrás. Jara supo que su asistente intentaba dar una imagen de chica ruda, sobre todo por su maquillaje oscuro, pero le parecía excesivo, la veía más como una oveja que se disfraza de lobo.

—No podía escapar de Marcow, decidió hacer una de sus muchas reuniones de adoctrinamiento —respondió Lily—. Es horrible, creí que me iba a elegir esta vez para que me desnudara y azotarme mientras todos esos psicópatas se deleitaban con mi dolor.

Lily pidió que le sirvieran una jarra de cerveza y cuando se la colocaron en la barra, le dio un largo trago.

—¿Para qué me llamó con tanta urgencia? —preguntó la joven.

Jara observó disimuladamente a su alrededor.

—No se preocupe, este lugar es seguro, aquí nadie viene a vigilar a los demás, todos quieren ser invisibles.

—Ya sé lo que está buscando Marcow con su secta —informó Jara—. Quiere replicar entre los suyos el poder de las Sombras.

—Pues así se llama la secta.

—No estás entendiendo, las Sombras es un poder derivado de la energía oscura, la que ustedes están aprendiendo a usar. Lo que quiere es por medio de las Sombras encontrar el portal que lo conecte con la raza Mystical para poder adquirir su poder.

A Lily Ong le costaba comprender lo que decía su superior y, por ende, creerle. Jara pudo leer el escepticismo en su asistente. Sacó de su abrigo una hoja de papel doblada y se la pasó por debajo de la barra.

—Esa es la clave de la caja fuerte que está guardada en mi apartamento, en ella vas a encontrar un libro que he guardado con toda la información sobre las Sombras y cómo entrenar para lograr entrar al portal para llegar a los Mystical. Escribí los nombres de los documentos que deben conseguir, estúdienlos todos, también está la dirección y los nombres de las personas que tienen que buscar para que les ayuden en caso de emergencia. —Acercó un poco su rostro a la joven—. Es muy peligroso, Lily, podrían morir en los entrenamientos. Las Sombras es el poder más oscuro y siniestro que posee el ser humano. Yo no podré enseñarles, pero he escrito todo lo que hasta ahora pude recordar sobre él. La Suma Eminencia Zimmer, yo le informaré sobre ustedes, así que, en caso de que yo llegue a morir, deben buscarla en el Distrito Noreste y quedarse a su lado en la escuela Amantis, ella los protegerá.

—Señorita Jara…

—Luie y tú deben aprender, estar por encima de Marcow, de lo contrario él los va a dominar y los derrumbará, tiene mucho poder mental, no infravaloren sus capacidades —advirtió—. No podré estar con ustedes estos tres años. Probablemente serán los tres peores años de sus vidas, por eso necesitan prepararse. —La observó con pesar—. Perdón por haberlos incluido en esto. Comprenderé si llegan a odiarme en algún momento de sus vidas.

Los ojos de Lily se inundaron de lágrimas y apretó con fuerza el papel en su mano.

—No la defraudaré, señorita Jara, voy a entrenar muy duro estos años y aprenderé a dominar las Sombras —esbozó—. Por favor, prométame que va a volver viva de su descanso.

—No puedo prometerlo, Lily, no puedo hacerlo. —Tomó la mano empuñada de su asistente por debajo de la barra—. Ese libro que les he escrito será mi regalo, por favor, no lo vayan a perder. Y si necesitan buscar ayuda, acudan con las Amantis, son las únicas capaces de enfrentar a Marcow y serán sus únicas aliadas. La decana Emma es una Amantis, si están en un grave peligro primero acudan con ella, podrá ayudarlos a escapar. Y el capitán Yakov, también él podrá ayudarlos, da un poco de miedo, pero es una buena persona.

Jara sabía que Lily Ong aún no dimensionaba la magnitud del peligro que le esperaba a futuro. Pero confiaba en las capacidades de su asistente y aprendiz, ellos iban a sobrevivir. En quien no confiaba era en ella misma, su inconsciente le advertía que iba a dirigirse rumbo a su muerte, pues en el momento que saliera de la protección que le brindaba el CCI, Marcow tendría vía libre para asesinarla, justo como sucedía en el DéJá Vu que por años presenció.

Diana dejó la carpeta gorda de papeles sobre la mesa de madera de cedro.

—Aquí está toda la información que solicitó —informó ella.

Las manos rugosas del anciano abrieron la carpeta y comenzó a pasar las hojas, encontrando registros con estadísticas.

—Según esta información recopilada por la raza demoniaca —explicó Diana—, las almas logran desconectarse naturalmente si la pareja pasa alrededor de tres años sin contacto. Se debilitará aún más si alguna de las partes se encuentra mal de salud y su energía vital no logra mantener el vínculo energético.

Marcow se concentró en una de las páginas donde se veía el dibujo de dos personas conectadas por un cordón.

—¿Y qué pasa con la extracción de energía una vez el vínculo es disuelto? ¿Es posible?

—Claro que sí, señor, pero es necesario hacerlo pronto, después de la desconexión de almas, de lo contrario la persona morirá lentamente y no será posible hacer la extracción de energía.

Marcow sonrió ampliamente y alzó la mirada para ver a la mujer.

—Muy bien, no esperaba menos de ti —soltó.