El Enigma del Espejo Roto

Capítulo 4

El sol se alzó temprano y el grupo se reunió en el apartamento de Álex para planificar su excursión. Jake, el hacker, estaba trabajando en su computadora, tratando de descifrar cualquier dato adicional que pudiera ayudarles en su investigación.

—He estado buscando en archivos digitales y he encontrado algunas menciones a Edgar Hawthorne en foros antiguos y archivos históricos —dijo el chico sin levantar los ojos de la pantalla de su ordenador—. Hay rumores sobre un grupo secreto que este señor pudo haber dirigido. Parece que sus seguidores creían en rituales y en la comunicación con otras dimensiones.

Emma estaba tomando notas y revisando los documentos que su amiga había encontrado.

—Voy a contactar a algunos historiadores locales y expertos en lo paranormal para obtener más información sobre Hawthorne y sus actividades. Quizás ellos puedan darnos más contexto sobre lo que estaba ocurriendo en esa época —informó la chica.

El grupo estaba preparado para la investigación. Subieron a un viejo Jeep que Jake había conseguido y se dirigieron hacia la ubicación marcada en el mapa.

El viaje al asentimiento abandonado tomó poco tiempo y pronto llegaron a las afueras de la ciudad. El viejo edificio, cubierto de maleza y desgastado por el tiempo, se erguía como una sombra del pasado.

Mientras se acercaban al edificio, Álex y sus amigos podían sentir la atmósfera cargada de misterio. El lugar estaba desierto y en ruinas, con paredes agrietadas y ventanas rotas. Los sonidos del bosque circundante parecían amplificados, creando un ambiente inquietante.

—Este lugar es perfecto para encontrar secretos —dijo Jake con una sonrisa nerviosa—. Solo espero que no encontremos nada demasiado aterrador.

Luna, con una linterna en la mano, lideró el grupo mientras se adentraban en el edificio. La oscuridad interior era profunda, y las sombras se movían de manera inquietante en las paredes. La sensación de ser observados aumentaba con cada paso que daban.

—¡Mirad esto! —exclamó Emma al señalar un viejo escritorio en una habitación cubierta de polvo. El escritorio estaba lleno de papeles dispersos y objetos antiguos.

Álex y sus amigos se acercaron y comenzaron a revisar los documentos. Encontraron una serie de escritos y dibujos que parecían estar relacionados con rituales y prácticas esotéricas. Entre ellos había un libro antiguo con una cubierta de cuero desgastada. El joven lo abrió con cuidado y reveló páginas llenas de símbolos extraños y descripciones de rituales.

—Esto debe ser uno de los libros de Hawthorne —dijo Luna al examinar el contenido—. Parece que estaba muy involucrado en la magia y el ocultismo.

Emma comenzó a tomar notas mientras leía los fragmentos más relevantes. Jake, por su parte, estaba usando su tableta digital para escanear algunos de los documentos y buscar coincidencias en la base de datos.

De repente, un ruido proveniente del piso superior interrumpió el ambiente tenso. El grupo se quedó en silencio, escuchando el sonido de pasos que parecían provenir de arriba.

—¿Habéis escuchado eso? —quiso saber Álex con la voz cargada de preocupación.

—Sí, parece que no estamos solos —respondió Jake—. Quizás haya alguien más aquí.

Decidieron investigar el sonido. Subieron las escaleras crujientes y llegaron a un pasillo oscuro en el piso superior. La linterna de Luna iluminaba el camino mientras avanzaban con cautela. Los pasos se detuvieron y el silencio se hizo aún más profundo.

En una de las habitaciones al final del pasillo, encontraron una puerta entreabierta. Álex empujó la puerta lentamente y entró en la habitación. Allí, encontraron una mesa con una serie de objetos que parecían estar relacionados con prácticas ocultas. Había velas apagadas, cráneos de animales y un antiguo diario abierto.

Álex se acercó al diario y le echó un ojo. Las páginas estaban llenas de escritos en una caligrafía elegante, pero difícil de leer. Sin embargo, algunas frases eran legibles y hablaban de rituales para contactar con otras dimensiones y obtener poder.

—Este diario debe ser de Hawthorne —dijo el chico—. Parece que estaba realizando rituales para obtener algún tipo de conocimiento o poder de otras dimensiones.

Emma se acercó y comenzó a tomar fotos del contenido del diario mientras el hacker seguía investigando los otros objetos. Luna examinó las velas y los cráneos, tratando de descifrar su significado.

—Creo que estamos desenterrando algo muy grande aquí —apuntó la artista—. Este lugar está lleno de pistas sobre lo que Hawthorne estaba haciendo.

De repente, el grupo escuchó un estruendoso ruido proveniente del primer piso. El edificio parecía estar temblando. Los amigos se miraron con preocupación y decidieron que era mejor salir de allí y revisar los documentos y objetos en un lugar más seguro.

Salieron apresuradamente del edificio y regresaron al apartamento de Álex, llevando consigo todo el material que habían encontrado. La sensación de ser observados y el estruendoso ruido resonaban en sus mentes. La noche había revelado fragmentos oscuros del pasado y la búsqueda de la verdad apenas comenzaba.



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En el texto hay: amistad, suspense, rituales

Editado: 11.02.2025

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