¿Él era el indicado?

Pedida de Matrimonio

Lia:

El viento venía a mi cara mientras recibía ese olor al mar salado, esa necesidad de salir y correr para remojar mis pies, sentirme libre por primera vez, sentir que puedo hacer lo que me apetezca sin reglas o alguna restricción.

Sentí unos brazos rodearme la cintura. De alguna manera esos brazos me reconfortaba, sabía quién era, el saberlo me hacía querer que este abrazo nunca acabará. Todo era mucho mejor...

—Te encanta ver el mar ¿no es así? —El solo escuchar su voz, hacía que el momento se sienta más íntimo, más suave o más sutil.

—Así es...me hace acordar mucho a ti, el mar está lleno de misterios y nuevas cosas igual que tú, pero la diferencia es que al mar ya lo investigan profesionales los cuales descubren nuevas cosas, en cambio yo puedo encontrar nuevas cosas contigo, nuevos caminos, nuevos gustos, descubrir un poco quién soy al igual que descubrir nuevos sueños. —Di media vuelta para luego enfocarme en esos ojos de otoño, cálidos y dorados, en ese pequeño brillo el cual podía verlo solo yo. Como esos labios tan finos, suaves, que tenían una sonrisa sutil. Oh y como olvidar ese hoyuelo que se le forma al lado izquierdo de su mejilla. Con él podía ser tan sumisa, enamorada, embelesada,entregada...hechizada.

Aún sus manos se mantuvieron en mi cintura. De un abrir y cerrar de junto a los míos. —Te quedarás en departamento hoy, ¿verdad?.

—tengo que salir un momento, sin embargo tengo una sorpresa para ti guapa, así que vístete con lo mejor que tengas...Aunque tú siempre te ves bien con lo que sea.

Aquellas palabras hacían que las mariposas en mi estómago volarán cada vez más alto, ¿cómo no amarlo?, ¿como no seguir enamorándome de él?

Se despidió con un beso en la frente y salió de casa.

Me dispuse a preparar mi desayuno, incluso era temprano. Me daba tiempo de tomar un desayuno razonable.

Partí un pequeño pedazo de queque que compró Andrés anoche, tiene un olor a limón riquísimo y de tan solo verlo la baba ya se me escurría. Junto a un olor que no pude resistirme, el café. Degusté un pequeño bocado del delicioso queque para darme cuenta de inmediato que era lo mejor que había probado. Y que puedo decir del café, es una delicia, como puede hay gente que le disgusta el té como Andrés, yo no podría vivir sin mi dichoso café y creo que el tampoco conmigo.

Al acabar me aliste cómo me lo había pedido Andrés, Rébusque algo entre mis prendas algo viejas hasta dar con un vestido negro que me llegaba un poco por encima de las rodillas, decidí combinarlo con mis tacones dorados. me decidí por un maquillaje sutil, ya que en estas épocas del año hacía muchísimo calor como para llevar un maquillaje cargado y que al cabo del tiempo terminará con el maquillaje todo escurrido por mi cara. Me ondule un tantito el pelo para luego acabar viéndome en el espejo. Bastante bien. Sin darme cuenta, me había tratado dos horas y media entre el desayuno y vestimenta, pero como...

Escuché la puerta del departamento abrirse, vi aquel hombre alto de un metro ochenta acercándose a mí mientras me chuleaba y sonreía.

—Y esa chica guapa, de dónde salió —como era posible que un hombre con solo siete palabras haría sonrojarse y abalanzarme para darle un beso manchando esos labios con tonos rojos por mi labial —Siempre has sido así de coqueto ¿verdad señor Benetti? —Se hizo el sorprendido como si no supiera de qué hablo. —No me engañas chico pelinegro, conozco tus trucos.

—Vale, si. Me encanta coquetear contigo...—Miraba atentamente mis ojos mientras fruncía los labios para formar una leve sonrisa <<<como amo ese hoyuelo>>>, juega con un pedazo de mi cabello. —Vamos —tomo mi mano y juntos salimos del departamento, el iba con una camisa blanca teniendo en cuenta que los primeros tres botones los tenía desabotonados junto a un short holgado, unos zapatos negros y su pelo algo desordenado por el viento que venía. Me estaba llevando al mar ¿que?. Si íbamos a nadar o algo me hubiera dicho para venir de una mejor forma, no así y más con tacones, que horror, se me iba a meter arena a los tacones esto era bastante raro, que tramaba...

Llegamos al centro de la arena, se veía nervioso —-Andrés, qué pasa, sabes que puedes contar conmigo —puse mi mano sobre su mejilla acariciando su suave piel. Le di una sonrisa. Quiero que el vea en mí no solo como su novia, sino como una acompañante de día a día y una consejera.

—Vale...— suspiró visiblemente nervioso— Gracias por todos estos años, por estar ahí tanto como amiga y novia. Te amo con todas mis fuerzas, para mí no sirve de nada decirte un "te amo", no tiene sentido si no va acompañado de acciones, y por eso estamos aquí. Una mirada tuya me ha hechizado para toda mi vida. Supe entonces que eres la persona correcta en mi vida.Tus ojos color avellana, tu cabello castaño, tu piel pálida... Todo en ti es perfecto. Cuando estoy contigo, absolutamente todo se está desvaneciendo, lo cúal solo nos deja existiendo solo a nosotros dos. Siento que he logrado atraer tu corazón, y cada latido tuyo me da una razón más para vivir... puede que no sea el novio perfecto que has deseado o en ocasiones me he equivocado como persona, pero ahora quiero que esto crezca, que no solo seas una novia de paso o de años, sino algo más serio. Quiero algo real. —Entonces, se arrodilló con el corazón en la mano y sacó de su bolsillo una pequeña caja blanca—. Lia... ¿me concederías el honor de convertirme en tu esposo?.

No encontraba palabras para lo que acaba de suceder; apenas y pude asentir con la cabeza mientras veía ese brillo en sus ojos <<<el brillo que solo podía ver yo>>>. Parecía que él también estaba un poco nervioso, por como oprimía sus labios, miraba a muchos lados, con mia mirada perdida. Reí un poco al verlo tan así, solo pude sentir con la cabeza para luego soltar un pequeño "Sí" de felicidad. Mis manos temblaban al colocarme el anillo, cuando sentí las lágrimas correr por mis mejillas. Se puso de pie, apenas lo hizo no dude en abrazarlo lo más fuerte que pueda. Él es el amor de mi vida, lo sabía. —Pero Andrés, porque aquí en la playa, no entiendo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.