El Error del Millonario.

Capítulo 5: Derrota.

Aquello que siembras, es lo que vas a cosechar, por cruel que parezca. 

KARIN MEIER

Mis tacones producen un eco en todo el suelo del juzgado; el olor a victoria está en mi interior. No puedo esperar a dejar a ese hombre en la miseria. Tras haber presentado la demanda hace unas semanas, me reuní con los oficiales por Neil, quien estuvo en prisión durante unas veinticuatro horas, simplemente para darle una pequeña advertencia. 

No tardó mucho en tener pruebas irrefutables, en cinco días me aprobaron los documentos en su contra y aquí me encuentro, dos semanas después, en este hermoso juzgado que grita Karin por todas partes. 

Hoy estableceremos si va a permanecer en prisión, desearía fervientemente que fuera así o, puedo manipular las circunstancias a mi favor, como todo lo que poseo en este momento.

 

«Parece que era una tonta desde su visión y vaya que si estaba erróneo».

 

Sí, soy una mujer dulce, tierna y me encanta el carisma, la buena vibra y todo lo que concierne a esto, pero, ¿qué me quieran ver la cara con mi esfuerzo?, eso no lo permitiré, creo que al Kessler le ha quedado claro. 

Voy acompañado de mi abogado y mis padres para que sirvan de testigos, no le tengo miedo, mis hermanos están presentes también aunque prefieren no intervenir y solo disfrutar del espectáculo. 

En la sala hay muchas personas, susurrando, lo cual es sumamente irritante. De entre todos ellos, el primero en ser irritante es Neil Kessler

Lo observo fijamente y no parece estar asustado hasta que conecta conmigo. Al percatarse de mi mirada, le sonrío y extiendo mi mano en un gesto para que vea lo feliz que me siento y las cartas que tengo debajo de la manga. 

Siento una aguda sensación en mi estómago, son mis hijos que aparentemente están muy afectados o emocionados por lo que su madre va a enfrentar. 

 

«Por favor, mis pequeños, no se vuelvan dinámicos ahora, mamá necesita toda la concentración necesaria para este asunto».

 

El silencio se impone en cuanto el señor juez golpea la mesa con su mazo para que en la sala haya un debido orden y comenzar con la derrota de “Necio Kessler”. 

—Buenos días a todos los presentes, quiero que comencemos con el juicio de lugar de la señora Karin Meier en contra del señor Neil Kessler. Todos pueden sentarse. 

Aquel juez empezó a darnos las explicaciones correspondientes a los detalles del caso, las pruebas que mi abogado había reunido de unas personas que, anteriormente, fueron sus clientes y conocían la misma situación, sin embargo, no llegaron hasta este punto por falta de dinero. Hoy me presentaré ante todos ellos. 

—Es momento de escuchar al acusado; Señor Kessler, comente su versión de la situación que tuvo con la joven y por qué ella testifica en su contra, póngase de pie, por favor. 

Obedece y noto como me mira con total inquietud y nerviosismo. 

—Buenas a todos los presentes y a usted, señor juez. Lo que se me acusa es básicamente de robarme todo lo de un proyecto de la señorita Meier, lo cual si analizamos un poco, está fuera de contexto. ¿Cómo iré una vez al lugar y tendré la oportunidad de tomar esa información con todos los que hay presentes en ese espacio?, hay que ser muy habilidoso para eso y yo, Neil Kessler, carezco de esa habilidad. 

Frunzo el señor molesta y mi padre trata de calmarme sujetando mi mano con cuidado. 

—Calma, hija—susurra en mi oído—, sabes que vamos a ganar, prepara tu discurso. 

—No sabes lo que le espera, padre. 

—La joven Meier tiene cámaras y me ha mostrado su abogado, todos los videos concernientes a su visita y, las preguntas que usted de forma insistente le hacía a ella respecto a sus productos, me gustaría saber, ¿por qué tanta curiosidad en saber los detalles de los productos?, asumo que ella como empresa, tiene una misión y visión como estética, la cual los clientes y pacientes deciden si van a tomar o no. 

Traga en seco, está frito. 

—Señor juez, ¿puedo tomar la palabra para hablar? —expresa mi abogado con cautela. 

—Por supuesto. 

—Teniendo en cuenta otro factor, que se le ha olvidado mencionar a usted, estimado juez, ya que aquel día el señor dijo que si quería que la joven Meier tuviese comentarios positivos del público en cuestión, debía detallarle todo lo que estaba usando. ¿No será ya un asunto psicológico? Creo que el señor sabe muy bien cómo manipular a las personas, haciéndoles creer que no está haciendo nada malo, para luego darles el golpe final, como hizo con mi cliente. 

—¿Esta parte que menciona igual está entre las grabaciones de audio? —cuestiona el señor juez y mi abogado asiente. 

—Está bien, señor Kessler, ¿tiene alguna evidencia de que todo esto se está utilizando en su contra? —lo miro directamente para ver qué mentiras va a argumentar. 

—Como mi cliente ha mencionado con anterioridad, señor juez, todas estas afirmaciones son más que mentiras empleadas en su contra para dañar la impecable reputación que el señor Kessler ha mantenido a lo largo de los años. Es una vergüenza, ver cómo quieren usar su fama para obtener beneficios económicos. 



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En el texto hay: romance, millonario, embarazo

Editado: 16.03.2023

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