— Vamos, amiga, acelera, gime mi pasajero y apoya la cabeza en el respaldo del asiento.
— ¿Quién es usted? — Me pongo en marcha, preguntándome frenéticamente, qué debo hacer ahora. — ¿Qué quieres de mí?
— Ayúdame, — dice o gime el pasajero, -yo te pagaré. Te pagaré muy bie...