Él es el amor

Capítulo 15

Klarrisa continuo llorando cuando se encerró en su cuarto con la cara hundida en la almohada.

A pesar de que escucho que alguien entro, no levantó la cabeza. Cuando lo escucho suspirar se sintió más tranquila sabiendo que es su hermano.

-Aquí lo tienes, lo volvía a encender - escucha como lo dejo sobre la mesita de noche.

-Todo se arruinó - dice en la almohada.

-Hable con papá, acepto escucharme - escuchar eso la hace moverse mientras lo oye seguir - Por el momento todo esto es demasiado para él, sin embargo, creo que no reaccionara como mamá. Y por cierto sabía de Ingrid.

Se volvió para mirarlo:

-¿Cómo qué sabía? - sorprendida, pregunta.

-Sí, me di cuenta cuando lo dijiste en la sala...

-¿Y no te dijo nada sobre ello? - pregunta con alerta mirando sus dedos que tiene sobre las rodillas.

-No. ¿Estás mejor? 

Volviendo a acostarse con la mirada al techo, le responde:

-No me imaginé que se enterarían de esta manera. Por supuesto sabíamos que será problemas y que mamá sería la primera en oponerse, no obstante no me espere que se comportaría como lo había hecho.

-¿Comiste, te traigo algo? - la pregunta.

-No tengo apetito - responde, torciendo la boca y negando con la cabeza.

-Debes comer, te traigo algo - contradice, acariciándola antes de abandonar el cuarto.

Quedando sola, Klarrisa tomo el celular para llamar a Ingrid:

-Me llamaste - dice con la voz triste cuando Ingrid contesta.

-Nos preocupamos por ti, vino Baldo y nos contó lo que pasó.

-Estoy bien, ahora lo llamo.

-¿Estás de verdad bien? ¿Qué paso? Y no digas nada, porque de otra manera responderías cuando te llame y no lo hubieras apagado - la advierte.

-Mama me lo arrebato, grito mucho, tanto que se puso violenta...

-¿Te agredió? - la interrumpe preguntando.

Pasando un momento en el silencio, Klarrisa recordó el suceso del baño, respondió en fin:

-No, después vino papá, Óscar me defendió.

-¿Nos vemos mañana y me cuentas? - después de un silencio la oye preguntar.

-Está bien. Voy a llamar a Baldo - la informa.

-Sí, hazlo, estaba muy preocupado. Te llamo mañana - se despide Ingrid.

-Gracias, adiós.


 

Baldo no puede estar tranquilo de la preocupación por Klarrisa la razón por la cual camina de un lado al otro. Al escuchar su celular sonar prácticamente se tira hacia el.

-Klarrisa, gracias a Dios, me tenías preocupado - contestando le dice.

-Me lo dijo Ingrid... No pude antes recuperar mi celular, mi mamá me lo arrebato.

-¿Estás bien, que pasó?

-Ahora sí. Pasó lo que tuvo que pasar, mi mamá grito, se opuso. Óscar me defendió y parece que hablo con papá sobre nosotros. Todavía papá no me dijo nada, se mantenía callado.

Lo oye soltar el aire.

-Me da gusto. No sabes cuánto temí que te hicieran algo. ¿Te busco mañana?

-Voy a ir a ver a Ingrid, puedes venir ahí.

-Lo haré.

-Baldo, les dije que la estoy viendo.

-¿A quién? - pregunta sin comprender de quién se trata.

-Ingrid.

-¿Klarrisa, que pasó entre ustedes? - una vez más la curiosidad lo impulsa a preguntar.

-No puedo de eso Baldo, por favor. No, hoy - pide, afectada.

-Está bien, no insistiré, ¿Estás segura de que estás bien? Puedo intentar venir, no creo que Óscar me negara la ayuda.

-No, déjalo por hoy. Nos vemos mañana, te amo.

-Y yo a ti, mi vida.


 

Mientras terminaba de comer lo que Óscar le trajo, tocaron a la puerta.

-Si - da el permiso de entrar.

-¿Quieres hablar o lo dejamos para mañana? - asomando la cabeza, pregunta papá.

-No podemos ahora - dice para después alejar el plato y limpiarse la boca.

-¿Te calmaste?

-Lo único que me altera es mamá.

-Ya no te molestará, está encerada en el cuarto.

Mirando sus manos en las rodillas, Klarrisa asiente.

-¿Me cuentas lo que pasó?

-Escuchaste a mamá. Y Óscar me dijo que hablaron...

-Me gustaría escucharlo de ti.

-Me enamoré, papá - comenzado a llorar.

Viéndola mal, Reynaldo decide no presionarla y darle su opinión:

-No estoy de acuerdo con tu relación, Klarrisa, pero no me voy a oponer. Hable con Eva, desde que me enteré de que te pusiste en contacto con Ingrid no pude con mi conciencia, me arrepiento de no haber luchado por su amistad.

-¿Te darás la oportunidad de conocerlo? - pregunta suplicando Klarrisa.

-Mañana lo haré con Óscar y entonces hablaremos más profundamente, ¿Está bien?

Asiente con la cabeza y pregunta otra cosa que la interesa:

-¿Cómo te enteraste de que somos amigas de nuevo, Ingrid y yo?

-Te escuché cuando se ponían de acuerdo. No me aguante la incertidumbre y busque a Eva, frente su casa.

Primeras sonrisas aparecen en las caras de ambos, consciente de como tonto se escuchó.

-Yo hice lo mismo - le confiesa.

-Anda, acuéstate. Hoy estaba un día difícil, te quiero - le dice, dándole un beso en la frente y abandonando el cuarto.

-Buenas noches, papá - lo despide. Manándole él, besó de respuesta.

 

Klarrisa se despertó, levantó, fue al baño y vistió, preparada para salir. Lista para afrontar el día, o mejor dicho su madre. En el camino hacia la puerta vio el plato con el desayuno, sonrió segura que se lo trago papá o hermano. Decidiendo comerlo en la paz de su cuarto y entonces ir a ver a Ingrid.

Terminando el desayuno, se levantó de la mesa de le quedó todavía de los días de la escuela y fue hasta la puerta. Arruga la frente al darse cuenta de que la puerta no se abre. Como loca comienza a mover la manilla de la puerta sin éxito de abrir.

Comprendiendo de que se encuentra encerrada, Klarrisa apoya la espalda contra la puerta, llorando, comienza a deslizarse hacia el piso.


 

-Hola, Baldo, ven conmigo - de la nada aparece Óscar, saludándolo.

-¿Pasa algo? - pregunta con la ceja levantada a la repentina seriedad de Óscar.



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En el texto hay: amor, amistad, prejucios

Editado: 11.08.2024

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