El es mi Koreano

Capítulo 4

Alocado

Ya casi terminaba el episodio de socio sospechoso y en eso Shin recibe una llamada.

—Dame un momento Emma —muy educadamente pidió permiso para contestar la llamada.

Le hice señas para saber si debía retirarme de la oficina, pero él negó con la cabeza.

Volví a ponerme los auriculares y volví a darle play a mi dorama.

Muy concentrada en mi bello oppa, Shin me arrebató los auriculares.

—¿Pero que mierda? —grité del susto. -¿Amas asustarme verdad?

—Em...Como mi secretaria vas a tener que acompañarme a un evento informal, de la compañía Ferrari -Claramente me lo estaba ordenando.

—¿Eh?, yo no voy a fiestas, eso es algo que todos saben.. Es decir Emma + Fiestas =Mat Error

—Deja esas tonterias y vamos que tienes que cambiarte.

—¿Cambiarme?

—Si tienes demasiada ropa para esa fiesta

—¿Demasiada Ropa?¿Quieres que deje ver mis pechugas?

—Algo así, nunca fuiste a esa clase de fiestas, lo se, pero ahí las chicas son la atracción y no puedes desentonar, sino la empresa tendrá problemas.

Con mi cara de mi no entender, Shin me agarro fuerte del brazo y me arrastró hasta el ascensor.

—Perdón Emma, pero no tenemos mucho tiempo, esto fue muy repentino.

—¿Y si no quiero? —Me solté bruto de su agarre y me crucé de brazos.

—Me debes 4 cosas -Sonrió de lado

《Mierda, es verdad》

—Entonces ¿Desperdicias una de esas cosas en esto? —Elevé una de mis cejas.

—Si es necesario si -Afirmó

—De acuerdo —Suspiré —Si es por esas 4 cosas no puedo hacer nada.

El elevador se detuvo cuando llegamos a la planta baja y abrió sus puertas.

Shin volvió a tomarme de la muñeca y me llevó rápidamente hasta su auto.

—¡Bueno ya! me lastimas —lo miré confundida mientras intentaba recuperar mi brazo.

—Yo —miro como estaba agarrando mi muñeca y lentamente soltó su agarre —Lo siento, Emma, no quería lastimarte —rascó su nuca nervioso.

—Pero ¿Tan importante es este evento despechugon? —pregunte confundida.

—Demasiado —En su mirada podía verse una pizca de desesperación.

—De acuerdo —Suspiré —Esto es solo por que te debo cosas y yo cumplo lo que digo. Anda, dime que hay que hacer.

En su rostro se formó una leve sonrisa y rápidamente me abrió la puerta del auto, espero a que subiera y la cerró por mi.

<<Bello y caballeroso>> <<Bueno no olvidemos desesperado>>

Se subió apresurado y puso el motor en marcha. Me miró con inseguridad y avanzó rápidamente.

<<¿Qué clase de seguridad me pasas si me miras así? >>

Llegamos a Palermo Soho, uno de los barrios más ricos y se detuvo frente a una tienda.

Claramente se veía que esta ropa no era de mi talla.

Él eligió para mi un short de cuero y una camisa a cuadros, de esas que se atan y dejan ver la barriga.

Sin pensarlo mucho entré al vestidor y me despoje de mis ropas.

Con inseguridad comencé a ponerme el short. Me miré al espejo y este dejaba ver el inicio de mi trasero.

Espante mis inseguridades y comencé a ponerme la camisa.

Abrí lentamente la cortina del probador y el estaba sentado con unas botas y unos accesorios para el cabello, cuello y oídos.

—Em, ponte estas botas —Me las extendió.

Eran unas bucaneras, realmente me siento nerviosa, solo en mi casa uso tacos altos. Lo se es raro, pero tengo unos malos recuerdos de cuando quería ser como mis compañeras, solo para encajar y aunque estaba tímida usaba ropas peores que estas, y terminó mal, desde hacer 5 años no uso ropa que sea reveladora, y estar en esta situación me pone muy nerviosa, aunque ya lo dije.

Sin demostrar mi inseguridad me las coloqué, tomé mi ropa del vestidor y seguí a Shin hasta la caja para pagar.

Él sacó la tarjeta Black. En ese momento creo que no pude disimular mi asombro, esas tarjetas son de las que las puedes contar con los dedos de las manos, es decir no existen muchas.

Terminó de hacer el pago y rápidamente nos dirigimos hasta una peluquería.

Me sentó en una de las sillas de peinado y se fue a hablar con la estilista.

En unos momentos tenia un peinado algo ochentoso, con un bello jopo.

Me puso unos aretes muy bellos y un choker negro en el cuello.

Shin ni se detuvo a mirarme, eso me hacia sentir mas incomoda, al menos podría decirme que me veía bien, o algo para tranquilizarme. Pero notar que ni siquiera se dio el permiso de verme por tres segundos me hacía sentir insegura.

Volvimos al auto y tomamos rumbo a la fiesta.

—¿Sabes manejar? —Al fin emitió un sonido.

—Si —Susurré.

Se detuvo en un semáforo en rojo y cambiamos de asientos. Ahora yo era la piloto y el se estaba cambiando en la parte trasera del auto.

Fue algo complicado no mirar por el retrovisor esos bellos Abdominales sin que se diera cuenta, pero lo logré, lo se soy una pervertida, pero no me arrepiento de ello.

—Dobla aquí —Hablo mientras se acomodaba los pantalones.

—S-si —Trague fuerte, tenía a un sexy coreano atrás mío cambiandose los pantalones.

—Aquí es, por favor frena por aquí así me termino de cambiar, si quieres baja y luego yo llevo el auto con el guardián.

Sin decir nada baje del auto, al sentir el viento contra mi piel me abrace automáticamente para tapar las cosas que se ven de mas.

Mucha gente estaba hablando cerca de ahí y como toda chica me di cuenta de esas miradas con lujuria que dirigían hacia ami algunos hombres.

<<Apúrate Shin>>

 



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En el texto hay: exnovios, romance humor amor, coreano

Editado: 25.08.2020

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